JUNTOS EN EL BARRO

Re-re en Córdoba: el bloque faltó a la cita y se recalienta la interna radical

La cumbre intendentista chocó con el faltazo legislativo y la negativa partidaria a cambiar la ley. Amenazan con acudir a Schiaretti. Puja Capital vs. interior.

CÓRDOBA (Corresponsalía) La prolongada discusión sobre la habilitación de una re-reelección en 289 municipios de la provincia, de los cuales 72 gobierna la UCR, ya atiza viejas diferencias al interior del radicalismo cordobés. El vacío de la bancada legislativa a la cumbre intendentista convocada este martes para avanzar en un acuerdo que no fue, le agregó más tensión al desencuentro existente. Mientras el grupo de intendentes sostiene la necesidad de modificar un artículo de la ley 10406 para acceder, excepcionalmente, a una renovación de mandato hoy no permitida, las autoridades partidarias y el bloque en la Unicameral endurecieron sus negativas, enarbolando posturas principistas. Afirman que el proyecto beneficia exclusivamente al oficialismo, que cuenta con los votos necesarios para aprobar la enmienda, sin necesidad de apelar al consenso político que le reclama a la oposición.

 

Tras una jornada carga de tensiones, que incluyó comunicados, el resurgir de antiguos pronunciamientos y el fracaso del encuentro planeado por el Foro de Intendentes y el Mucora (Municipios y Comunas Radicales), al que la bancada radical se excusó de asistir amparándose en el receso parlamentario, las diferencias entre las posturas parecen irreconciliables en la UCR y abren incógnitas hondas a futuro.

 

Paladeando resignación, el núcleo de intendentes aceptó abrir un compás de espera y renovó la cita para un encuentro que se celebraría en dos semanas, el próximo martes 26 de julio. Como en la fallida reunión de este martes, la invitación incluye a las autoridades partidarias. También a referentes de distintas corrientes internas, como el diputado nacional Mario Negri y el exintendente Ramón Mestre, entre otras figuras de la dirigencia boina blanca. Sin embargo, los lances cruzados no parecen fáciles de ignorar. Muchos remontan a una grieta, ya añeja, que separa a quienes gobiernan municipios del interior provincial con la dirigencia de la capital. Tal desconexión, entienden, es una de las explicaciones para la continuidad del peronismo cordobesista en el Panal desde el epílogo del siglo pasado.

 

"Nunca ganaron una elección"

El martes, previsto como decisivo, comenzó con un duro comunicado contra Rodrigo de Loredo. Firmado por una docena de autoridades comunales, apuntaron al diputado nacional, quien el fin de semana había rechazado la intención de una nueva reelección, deslizando que quienes impulsan la enmienda eran “extorsionados” por el gobierno provincial.

 

El espadeo sorprendió dentro y fuera de Juntos por el Cambio (JxC). Semanas atrás, parte de quienes firmaron la nota habían visitado a De Loredo para ungirlo como el mejor candidato del espacio, instándolo a encabezar una fórmula propia para las internas de la alianza opositora. Algunos interpretan el accionar del extitular de ARSAT como una admisión implícita de su oculta hoja de ruta. “Quiere ser intendente de la Capital. No lo dice, pero debe tenerlo decidido, y es un acuerdo más arriba”, especula un alcalde de Sierras Chicas.

 

Los dardos, no obstante, van más allá de la decisión final del dirigente. Lo acusan de uno de los peores pecados para un partido federal: la mirada centralista. “Actúa como lo que es, uno más de la capital. No les importa lo que pase más allá. Por eso hablamos de soberbia. Nos faltan el respeto”, disparan en otro municipio del conurbano.

 

El legislador Marcelo Cossar es el otro apuntado por la furia de los alcaldes. El exviceintendente repartió duras críticas a la intentona reeleccionista. También fue criticado Juan Jure, presidente del bloque radical en la Unicameral, quien había anunciado su presencia en el cónclave de este martes. Su condición de exintendente de Río Cuarto le suma puntos a la inquina contra Jure.

 

“Son irrespetuosos. Los legisladores no saben la problemática de los pueblos. En particular, los capitalinos. Además, nunca ganaron una elección. Están sentados ahí como perdedores. Fueron colgados de una lista que sacó 7% de los votos. Los intendentes, somos el único poder territorial de la UCR. A nosotros nos votó la gente. Ganamos una elección. Por eso nos van a venir a buscar para la campaña. Los estamos esperando”, dice otro mandatario,

 

El enojo somatiza una creciente resignación intendentista. Reconocen que su anhelada gesta parece cada día más improbable. Por la tarde, circuló un comunicado, adjudicado a las autoridades de los partidos integrantes de JxC, donde se sugería al bloque parlamentario “ratificar los principios de la ley, evitando cualquier interpretación en contrario”. Aunque luego se aclarara que se trataba de un texto emitido semanas atrás, nadie puso en dudas su vigencia. Mucho menos su representatividad.

 

Opciones explosivas

Frente a lo que aparece como un callejón sin salida, los grupos de intendentes comienzan a prestar atención a dos alternativas, ambas potencialmente explosivas y complementarias de uno de los peores temores para la alianza: la falta de apoyo a la candidatura ungida para el próximo año.

 

Por un lado, la vía judicial, alumbrada por la propia bancada opositora. “Queremos enmendar, en su defecto derogar, un artículo que es inconstitucional, porque tiene carácter retroactivo. No puede ser: la sancionaron en 2016, pero rige para 2015”, expresa una jefa comunal.

 

Por otro lado, un acuerdo directo con el gobernador Juan Schiaretti. “El gobernador pide consenso. Si nuestros representantes en la Unicameral no lo ofrecen, podemos ser nosotros quienes demos ese consenso”, anticipa una de las fuentes consultadas.

 

El tenor de las bravatas podrá constatarse a partir del martes 26. Tanto las autoridades partidarias como la jefatura del bloque han anticipado un desenlace adverso a la petición, aunque mantienen abierta la línea de diálogo. “El impedimento de reelección también rige para los legisladores. No creo se hayan olvidado. ¿Qué van a hacer después, si no tienen votos? ¿Se van a ir a su casa?”, ironiza un jefe comunal.

 

El intendente de Santa Fe Juan Pablo Poletti junto la presidenta del Concejo Municipal Adriana Molina.
Luciano di Nápoli, intendente de Santa Rosa, capital de La Pampa: en su segundo tiempo usa la lapicera contra el pataleo opositor.

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