FASE B

Una primavera para Batakis: hay que pasar el invierno

Silencio del kirchnerismo por las medidas ortodoxas anunciadas. Público apoyo institucional para salir de la crisis, pero respaldo político en privado.

El sábado al mediodía, con Alberto Fernández ya aterrizado en Tucumán para celebrar el Día de la Independencia y, de paso, refrendar la tregua sellada con el cristinismo, Silvina Batakis estaba en el Ministerio de Economía puliendo las medidas que anunció este lunes. En la puesta en escena de respaldo político del gabinete no participó el secretario de Energía, Darío Martínez, pero estuvo con ella el día anterior, tal como se encargó de difundir desde su cuenta de Twitter. En el auditorio tampoco hubo presencia de sillas camporistas, las mismas que desde hace más de un año resistían la segmentación tarifaria del renunciante Martín Guzmán, primero en privado y después con piedrazos retóricos. A diferencia del (mal)trato dispensado a su antecesor, la nueva titular del Palacio de Hacienda validó el fin de los subsidios y, esta vez, el kirchnerismo acompañó... con el silencio.  

 

El Plan B supone una receta ortodoxa para el paladar cristinista. Por eso, no hubo celebraciones públicas. El apoyo a la flamante ministra es implícito, es "darle un respiro", como graficaron en un despacho K, una primavera para pasar el invierno tras el deshielo entre Fernández y Cristina Fernández de Kirchner. Con el fantasma de la segmentación pasando al plano de la realidad este viernes, como anticipó Batakis, la mirada se posó sobre Federico Basualdo, el camporista que sobrevivió a Guzmán. "La Subsecretaria de Energía Eléctrica entiende las necesidades de Economía y del Presidente; por eso, estará a disposición", fue el mensaje que salió de su oficina. Protocolar. Más informal, se limitaron a un "hay paz". Bastante, considerando el pasado reciente. 

 

En los papeles, igual, Energía continúa desentendiéndose del futuro esquema tarifario. "Cabe recordar, sin embargo, que por dictamen judicial esta Subsecretaría quedó afuera de la segmentación antes de la última audiencia pública que determinó entre otras cosas un aumento tarifario. Como quedó establecido en esa oportunidad, la segmentación será aplicada y deberá llevarla adelante la Subsecretaría de Planeamiento y las autoridades que establezca la nueva administración ministerial", aclaró. 

 

La vicepresidenta se conectó este lunes por Zoom a la audiencia en el juicio oral por la obra pública en el que la Unidad de Información Financiera (UIF) descartó que haya participado, durante su mandato, de una asociación ilícita para defraudar al Estado. No emitió ningún tipo de consideración con respecto a las medidas de Batakis. Cerca de ella, tampoco quisieron confirmar que las conociera de antemano, como afirman en la Casa Rosada, donde las inscriben en las bases y condiciones de la tregua. Sabía, eso sí admiten, que habría una conferencia de prensa. La misma reserva se repitió por el lado de Sergio Massa, quien el jueves pasado recibió, lapicera en mano, a la ministra en su despacho de la Cámara de Diputados. 

 

El silencio, en este caso, es salud. "Que la dejen trabajar y la empoderen es el mayor apoyo que necesita Silvina", retrucaron en una oficina que reporta a la vicepresidenta. Con lo aprendido de su exjefe político y mentor comunicacional, el actual ministro de Desarrollo Productivo, Daniel Scioli, la titular de Hacienda escenificó un respaldo del equipo económico albertista, una foto conjunta que no se veía desde las épocas de pandemia en la Jefatura de Gabinete, bajo la organización del actual canciller, Santiago Cafiero; un equivalente para medir la actual crisis desatada por la escapada de Guzmán. Al exgobernador, cuya mudanza de Brasil al gabinete fue celebrada por el kirchnerismo, se sumaron Julián Domínguez (Agricultura), que estuvo presente en Ensenada con CFK cuando el exministro tuiteaba su renuncia, y su par de Turismo, Matías Lammens. La vice viene de destacar el Previaje en El Calafate: "En términos fiscales, es expansión", dijo. También estuvieron dos figuras apuntadas por el cristinismo, hoy perdonadas: Miguel Ángel Pesce (BCRA) y Mercedes Marcó del Pont (AFIP). No estuvo, eso sí, Claudio Moroni (Trabajo), el otro que estaba en el blanco K. 

 

En Balcarce 50, igual, apuntaron que la puesta en escena fue sugerida por Fernández. La portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, cruzó desde la Casa Rosada al edificio de Economía para la conferencia. 

 

 

La discreción cristinista con respecto a las medidas se trasladó al gabinete, con sus elementos como Eduardo de Pedro (Interior), que, como parte de su agenda, expuso este lunes en el Museo del Bicentenario ante más de 200 jóvenes de nueve provincias sobre "gestión para el desarrollo". Nada de Batakis. "Respetuoso silencio", se limitaron a acotar desde la gobernación de Axel Kicillof, el último ministro de Economía de Cristina Kirchner. Después de festejar la asunción de la ministra, demás integrantes de la Liga de las Provincias imitaron al bonaerense, con un respaldo a sus medidas que, por ahora, no se hizo público.

 

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