Martín Kerner, contador y docente de la UBA, es uno de los profesionales que alertó que, ante el crecimiento de la inflación, es necesario imprimir billetes de mayor denominación. Desde su concepción, “para gastar en imprimir series de billetes con diseño nuevo, era lógico que lo hicieran con billetes de $2.000, $5.000 y $10.000 ya que el costo es el mismo”.
A su entender, "no hay razones lógicas" para imprimir nuevos billetes de igual denominación. "Simplemente pareciera ser una necedad del gobierno porque asume que si imprime billetes de mayor denominación es un reconocimiento de la alta inflación. Esto no tiene sentido, porque la alta inflación la vivimos todos los argentinos todo el tiempo, solo con ir al súper”, aseveró el especialista que es un profesor especializado en normas contables nacionales e internacionales con Certificación Internacional.
Ante Letra P, cuestionó uno de los argumentos del titular del Banco Central, Miguel Pesce, para no realizar una tirada acorde con el ritmo de precios: “Anunció que el motivo era que no querían mayor denominación para fomentar el pago electrónico y bancarizado. Si esa fuera la lógica, Estados Unidos tendría billetes hasta 5 dólares y no creo que en todos los países que tienen billetes de mayor denominación (incluso 500 euros), estén desalentando el pago electrónico y bancario, sino que ocurre todo lo contrario”.
Además, sostuvo que la inflación y la consecuente "desvalorización" de la moneda local provoca "un sinfín de problemas y obstáculos para la labor de los profesionales en Ciencias Económicas".
Siguiendo esta línea, cuestionó el rol del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CPCECABA): “Lamentablemente, durante la actual gestión al frente del Consejo, las necesidades y problemas de los profesionales fueron invisibilizados por un Consejo que observó de forma pasiva como se tomaban decisiones que impactaban y siguen impactando en el día a día de nuestras profesiones”.
“Se vuelve fundamental entonces que el Consejo recupere el rol protagónico que tuvo en la vida económica y social de nuestro país. Debe ser una institución de referencia nacional e internacional, por su labor y por la excelencia y prestigio profesional de una conducción que emerja de la propia Profesión, y no de la política partidaria. Debe erigirse como un faro para la opinión pública, y volver a ser una referencia del pensamiento económico y una usina del saber en Ciencias Económicas. Los profesionales en Ciencias Económicas debemos recuperar el orgullo de pertenecer a nuestra Institución, y que tal pertenencia sea para cada profesional un signo indeleble de jerarquía profesional”, completó.