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Una vuelta a puro sueño, fotos de Francisco y el piquete de las custodias

La delegación argentina durmió en el vuelo de regreso casi hasta el aterrizaje. El raid extenuante y el bebé presidencial en las charlas de un G7 sin corbatas.

 

Al amanecer del martes, no volaba una mosca en el sector de la aeronave donde se ubicaron el presidente Alberto Fernández y los funcionarios que lo acompañaron. Todos embarcaron a las 22, hora de Munich. La vocera presidencial, Gabriela Cerruti, se durmió apenas se sentó en el avión. El mandatario conversó varias horas con el titular de Diputados, Sergio Massa, y otros colaboradores. Ambos cerraron los ojos en la madrugada alemana y despertaron recién en el aeropuerto de Ezeiza.

 

El viaje de ida había sido más relajado. Fernández conversó largamente con Santiago Cafiero, con quien corrigió los discursos que dio en el G7. Massa aprovechó para mirar una película, Asesinato en el expreso de Oriente, antes de dormirse. Por la mañana, llegando a Alemania, trabajó con el Presidente y el Canciller la línea política de la Cumbre. Massa participó de las bilaterales y volvió entusiasmado con las actividades - ¿de campaña? – que tiene por delante. Para esta semana, el tigrense agendó una visita a una automotriz con la excusa de la ley de electromovilidad, pendiente de aprobación en el Congreso. El proyecto salió del Ministerio de Desarrollo Productivo durante la gestión de Matías Kulfas, una cartera que ahora conduce Daniel Scioli

 

Francisco, por el mundo

La noticia de la reciente paternidad del Presidente llegó a oídos de varios líderes mundiales. Fernández había conversado sobre ese tema con Joe Biden y su esposa, Jill, en el encuentro que tuvieron en el marco de la Cumbre de las Américas, a principios de junio. En esa oportunidad, el primer mandatario viajó acompañado por la primera dama, Fabiola Yáñez. La pareja norteamericana le preguntó por el bebé presidencial y Fernández les mostró una foto de Francisco.

 

Algo similar ocurrió con Kristalina Georgieva en Munich. El mandatario y la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI) se cruzaron en el evento que organizó el ministro residente de Baviera, Markus Söder, en honor a los jefes de Estado invitados especialmente a la Cumbre, cuyos países no forman parte del G7. Fernández y Georgieva se sentaron en la misma fila en el Teatro Cuvilliés en Munich Residenz. La búlgara le preguntó por su hijo y el argentino le enseñó una foto. 

 

Francisco también fue tema de conversación en la cena de los jefes de Estado, en el castillo de Elmau. El Presidente conversó durante casi toda la cena con el francés Emmanuel Macron, con quien ya se vio en varias oportunidades y generó buena sintonía personal. Fue Brigitte Macron, esposa del premier, quien le preguntó a Fernández por Fabiola y su bebé. También hablaron sobre la salud mental en la postpandemia, una preocupación que compartieron.

 

G7 sin corbata en el calor de Baviera

Fue el canciller alemán Olaf Scholz quien planteó la necesidad de que la Cumbre del G7 fuera un evento más informal que otros anteriores. Uno de los motivos principales fue el calor intenso que hace en esta época en zona de los Alpes bávaros, donde está ubicado el castillo de Elmau, que fue sede del cónclave. El domingo, la temperatura orilló los 30 grados. Atento al tema climático, Scholz dispensó a los líderes mundiales de la necesidad de usar corbata durante el encuentro, algo que los participantes celebraron. En el castillo, construido entre 1914 y 1916, no hay aire acondicionado, ventiladores ni ninguna forma de refrigeración. Los locales explicaron, además, que es su aporte al cuidado de la energía, en plena discusión mundial por el tema.

 

Cruce de custodias

Una confusión que generó cierto nerviosismo en la seguridad alemana se produjo el domingo por la tarde en la puerta del hotel Bayerischer Hof, donde se alojó Fernández. En el mismo lugar se hospedaron las delegaciones de Senegal, Sudáfrica, el Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional (FMI).

 

Finalizada su reunión con el primer ministro indio, Narendra Modi, Fernández debía trasladarse al Teatro Cuvilliés, para participar de las actividades que organizó el ministro presidente de Baviera, Markus Söder, en honor a los jefes de Estado de los países invitados al G7. La salida estaba prevista para las 19.30 pero se demoró unos minutos. La custodia argentina había dispuesto que el Presidente se retiraría por una puerta lateral, mientras que la seguridad alemana esperaba que lo hiciera por la salida principal. El tiempo que tomó la decisión final sobre el asunto provocó que la caravana de patrulleros, motos y autos de seguridad, dispuestos para acompañar a los jefes de Estado, generara un atascamiento del tránsito en la calle Promenadepl, que tensó a los locales. Finalmente, primó la postura de la delegación argentina: “La seguridad del Presidente la manejamos nosotros”, dijeron.

 

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