El ecosistema de las PropTechs en América Latina crece y se consolida y el país no escapa a ese fenómeno transformador que está cambiando las reglas de juego en el sector de la compra venta y alquiler de propiedades. El proceso de cambio comenzó hace ya más de una década, aunque ahora dos jugadores tensan cada vez más la cuerda que separa a las empresas inmobiliarias de la nueva guardia con la vieja escuela, sin reacción para sumarse al cambio.
En Argentina, los cambios más significativos, que comenzaron a configurar el nuevo rumbo del sector, se dieron en 2015 cuando el Grupo Navent compró ZonaProp. La absorción del portal de búsquedas de propiedades por la PropTech marca un hito importante: el comienzo de un proceso de compras, fusiones y surgimiento de empresas tecnológicas que ya miraba a América Latina como un único mercado para desarrollarse.
Navent tenía claro que en la región el mercado inmobiliario online presentaba mayores oportunidades de expansión y que quedaba mucho por desarrollar, pero, además y más allá del contexto y de las particularidades de las economías de los países latinoamericanos, lo que Navent vio fue el gran potencial de la transición hacia la cultura digital y la migración hacia el universo online, tanto desde el punto de vista de las audiencias como de las empresas.
A través de la incorporación de ZonaProp, Navent logró tener presencia en los mercados con mayor potencial de la región como Brasil, Perú, Ecuador, Venezuela, Panamá y México, además de Argentina. En todos estos países, además, se da el fenómeno de que la penetración de Internet en la población, sobre todo en el segmento de los más jóvenes, no para de crecer.
Apenas unos años después, en el inicio de la pandemia, irrumpe en el panorama Mudafy, una PropTech argentina que amenaza con revolucionar el mercado inmobiliario local terminando con la burocracia y la turbidez del modelo tradicional, propuesto desde las dirigencias de los colegios de Martilleros y Corredores Públicos. La transformación cultural que impulsa Mudafy está basada en la transparencia de los procesos de negociación y en facilitarles las cosas a los clientes brindándoles asesorías personalizadas y acompañamiento especializado a lo largo de todo el proceso de compra.
Enseguida, Mudafy puso un pie en México y rápidamente hizo sentir su presencia en el mercado local en los puntos donde la oferta de bienes raíces está más concentrada: la Ciudad de Buenos Aires y la zona norte del Gran Buenos Aires, en territorio bonaerense.
Gran parte del éxito de Mudafy se debe a que logró atraer a empresas inmobiliarias que creen en el trabajo colaborativo que predica la plataforma pero que, sobre todo, también perciben que el crecimiento del sector dependerá de que todos los actores del mercado en su conjunto, principalmente referentes y dirigentes, realicen la transición digital que, desde su lugar, contribuirá el desarrollo económico y social del país.
En números
Los últimos datos que hizo públicos Mudafy arrojan que, en sus dos primeros años, concretó alianzas con más de 400 inmobiliarias y sumó más de 40.000 propiedades a su oferta. También se sabe que la PropTech continúa con su vertiginosa expansión. Recientemente, la empresa anunció su llegada a Monterrey y Quintana Roo, en México, y que, en Argentina, no tardará en desembarcar en otros mercados de interés como Córdoba, Rosario o Mendoza.
La tendencia de las PropTechs pareciera ser imparable. En casi todos los países de Latinoamérica surgen Startups tecnológicas que desarrollan nuevas herramientas y enseguida son absorbidas por otras empresas que las necesitan para complementar, ampliar y diversificar su oferta de servicios y sofisticar sus plataformas.
Tanto las personas que tienen que hacer frente a sus vidas cada día, como también las empresas en sus ámbitos de negocios, han cambiado o están en proceso de cambio de hábitos culturales que necesariamente modifican su forma de desarrollarse y de ver el mundo. Es la digitalización de la globalización.
En el mercado inmobiliario, estos cambios son evidentes y cada vez más veloces. Los procesos de compra y fusión de empresas inmobiliarias y de tecnología es algo que se va a dar cada vez más debido a las características de los propios mercados. Como en Argentina, en otros países del continente, los mercados son pequeños y están atomizados -tal vez Brasil y México, por cantidad de población, presentan alguna diferencia, pero en esencia son similares-.
Con este panorama, para desarrollarse y expandirse, las grandes empresas deben, necesariamente, atravesar fronteras para lograr estos objetivos. Esta tendencia pareciera ir hacia la concentración de la oferta, pero, sobre todo y más importante, hacia la concentración de la información digital de las personas, un factor clave en la actualidad para las empresas que lo será cada vez más en el futuro.
La última gran jugada en este sentido la hizo QuintoAndar, la PropTech brasileña que a finales de 2021 adquirió a Grupo Navent y logró entrar, así, a cinco países de la región. Además, junto con Navent, QuintoAndar compró Velo, una tecnológica que ofrece garantías digitales a los inquilinos, y Atta, una StartUp de crédito inmobiliario que facilita y hace más simple el acceso al financiamiento.
Creada en 2013 como una app, QuintoAndar surgió de una necesidad que el modelo tradicional brasileño no supo ver ni satisfacer: brindar un servicio digital que ofreciera propiedades para la venta y alquiler y conectarlas con compradores e inquilinos, pero principalmente fue creada para terminar con la burocracia y la opacidad del mercado inmobiliario tradicional y hacer más eficientes y transparentes los procesos de negociación a través de la tecnología.
Para 2019, QuintoAndar ya era la inmobiliaria digital más grande de Brasil y, dos años más tarde, con la adquisición de Grupo Navent, el gigante brasileño consolida su holding de PropTechs e inicia la expansión por el continente. En la actualidad, tiene presencia en Argentina, Ecuador, Panamá, Perú, México y Venezuela.
Recientemente, se conoció que el Colegio Único de Corredores Inmobiliarios de la Ciudad de Buenos Aires (Cuciba) inició un proceso contra Mudafy para investigar su legalidad, acaso motivado por el temor frente a estas PropTechs, que se presentan como el emergente natural de un cambio de época y de paradigma, muy resistido por los colegios. Su impronta transformadora está basada en la creencia de que, a través de la tecnología y la colaboración, se puede desarrollar el mercado y hacerles más sencillo el proceso de comprar una propiedad a las personas; un concepto radicalmente opuesto al que tienen las dirigencias del sector, con décadas ocupando sus puestos.