En la recta final hacia la vuelta a las aulas, Axel Kicillof buscará comenzar a cerrar la semana próxima un acuerdo con los gremios docentes que le garantice el inicio de clases no solo con presencialidad plena y rutina casi post pandémica sino también sin sobresaltos por conflictos salariales. Para lograrlo, apuesta a la fórmula que le funcionó en 2021: negociación en tramos y correcciones a fin de año para dejar los sueldos dos puntos por encima de la inflación.
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Es que, en la negociación con los gremios, el gobierno sabe que una de las claves para mantener la paz es garantizar que los haberes de los maestros no solo no pierdan contra la inflación, sino que se avance en recuperar al menos un par de los puntos porcentuales que se perdieron en los últimos años.
El objetivo es clave para conservar la buena sintonía con los gremios docentes, un sector con el que mantiene un aceitado vínculo político, al punto que algunos funcionarios provinciales provienen de las filas sindicales.
“Nos vamos a reunir la semana que viene. Todavía no están las cifras, pero va a ser una paritaria en tramos y con eventuales correcciones a fin de año, como pidieron los gremios en la reunión. La idea es repetir la recuperación de puntos por encima de la inflación”, dijeron a Letra P en la Dirección de Educación que conduce Alberto Sileoni.
El año pasado, el gobierno terminó otorgando en diciembre un bono extra de 20 mil pesos a estatales, docentes y trabajadores de la salud, un gesto que ayudó a la paz gremial con la que arrancaron las negociaciones para este 2022. En total, el incremento terminó siendo, para algunos cargos, del 54 por ciento, dos puntos por encima del índice de suba de precios que mide el Indec.
La recuperación de los puntos porcentuales del salario perdidos en los últimos años de la gestión de María Eugenia Vidal en la provincia fue la bandera con la que recibieron los gremios docentes a Kicillof apenas desembarcó en La Plata.
Para este año, con proyecciones oficiales de inflación del 33 por ciento y el mercado augurando un índice de más del 55, el gobierno de Kicillof arrancó la paritaria con el mismo reclamo de los trabajadores arriba de la mesa. La vara quedó alta para los sindicatos y ninguno de los actores del Frente de Unidad Docente acepta retroceder en ese objetivo.
En la primera reunión del año, los sindicatos plantearon salarios por encima de la inflación y pago de mejoras bimestrales. Por el momento, la provincia no hizo contraoferta.
Además, los gremios piden una cláusula de monitoreo y adecuación que no vaya más allá de septiembre. Quieren que ese mes se discuta para el resto del año, de manera de llegar a fines de diciembre con certezas sobre la recuperación del poder adquisitivo.
El Frente de Unidad Docente bonaerense -integrado por Suteba, FEB, Udocba, AMET, Sadop y UDA- subrayó a través de un comunicado que “los y las funcionarias se comprometieron a realizar una propuesta salarial en un próximo encuentro”.
La reunión será la semana que viene, a pocos días del inicio de clases previsto para el 2 de marzo. Kicillof espera tener entonces una certeza sobre el acuerdo con los docentes que le permite tranquilidad en el arranque de un ciclo lectivo en el que se hará énfasis en la recuperación de la presencialidad completa en las aulas y una “normalización” post tercera ola de coronavirus, más allá de la obligatoriedad de los barbijos en las aulas.
La estrategia sepulta uno de los caballitos de batalla de la oposición durante 2021, la presencialidad pese a la pandemia, discusión que el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, llevó a la Justicia.