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La guardia celestial de CFK arma una vigilia para bancar a la Jefa espiritual

Quiénes son las monjas y kuras que resisten con aguante una eventual condena a la vice. Una tropa que se visibilizó con el atentado. Mujeres de fe, al frente.

Hay monjas, hay laicas consagradas, hay personas laicas, hay sacerdotes de la opción por los pobres y también curas villeros. Son quienes conforman la guardia religiosa que, de manera silenciosa primero y con gestos y prédica militante desde el intento de magnicidio, salen a “proteger” espiritualmente a Cristina Fernández de Kirchner. Esta tropa ya avisó que tampoco estará ausente el 6 de diciembre, cuando el tribunal integrado por los jueces Andrés Basso, Jorge Gorini y Rodrigo Giménez Uriburu dé lectura a la previsible primera condena por corrupción contra la expresidenta en la causa Vialidad.

 

La guardia espiritual cristinista es diversa, aunque comparten el ideario de la acción pastoral y social en la realidad de exclusión de los barrios populares y tienen como ejemplos de su misión religiosa al obispo Enrique Angelelli, beato mártir de la dictadura, y al sacerdote Carlos Mugica. Como en todo grupo, hay voces más audibles que otras o que rompen los esquemas religiosamente correctos, sobre todo a través de las redes sociales. Una de esas voces es la del sacerdote Paco Olveira, de la diócesis de Merlo-Moreno y adherente al Grupo de Curas por la Opción de los Pobres, más conocidos por las siglas OPP.

 

Apenas la vicepresidenta optó por decir sus últimas palabras en juicio apuntando –entre otros- contra el fiscal Diego Luciani, quien pidió para ella una pena de 12 años de prisión y que sea inhabilitada de por vida a ejercer cargos públicos, y el tribunal dio a conocer la fecha de lectura del veredicto; Olveira disparó munición gruesa contra el sistema judicial apelando a una discursiva similar a la que utilizó CFK al hacer su descargo. Lo hizo a través de su cuenta personal en Twitter.

 

Un hilo con varios tuits, un título “Otra vez la patria fusilada” y mucho de devoción militante. “En el ‘pelotón’ de fusilamiento ya no están militares armados con FAL. Están fiscales y jueces… armados hasta los dientes de odio hacia quienes representan los intereses del pueblo”, escribió Olveira, y fue con todo en defensa de la expresidenta: “…opondremos la dura ternura de la lucha, izada al tope de la vida y la esperanza, abrazadxs a Cristina para resistir y crear, construir, sembrar, conquistar, los sueños colectivos del pueblo; porque la Patria, otra vez fusilada, no será negociada. Hasta La Victoria. Viva La Patria. El 6 de diciembre, vamos con Cristina, contra la farsa, la infamia y las 20 mentiras de la InJUSTICIA”, escribió.

 

Consultado por Letra P sobre qué implicaba puntualmente ese “ir con Cristina”, Olveira respondió: “Acompañar lo que se haga. Creo que se hará una vigilia, ahí estaremos… Si estuviera en un trabajo que involucrara a alguna organización gremial que convocase a un paro, pararía. Lo que se arme, voy a participar”. En tanto, la jerarquía eclesiástica toma distancia prudencial de esta prédica militante y expresa preocupación por lo que considera –dijeron a Letra P fuentes episcopales– una politización “peligrosa” de la religión, cuando quienes forman parte de la Iglesia debería ser –argumentan– “apartidarios” (por lo menos públicamente) y congregar a todos, más allá de su afiliación e ideas políticas.

 

Otras que salen a apoyar en forma incondicional a Cristina Kirchner ante su batalla contra el “partido judicial”, y lo que evalúan como un embate para inhabilitarla, son las autodenominadas Mujeres Entregadas a la Causa de los Pobres (MECP), entre las que hay religiosas, laicas consagradas y también referencias laicas. Lideradas por Ana María Donato, laica consagrada de la Compañía de Aprendices de Jesús, la agrupación nació de aquel encuentro en el Salón Provincias del Senado, en el que –tras el atentado- CFK hizo su aparición pública rodeada de personas religiosas del campo popular.

 

Este grupo de mujeres religiosas, laicas, militantes y comprometidas con lo social también lo integran Vicky Nagel, Patricia Lizarraga, Aurora Álvarez, Graciela Cassou y María Silvia Olivera. “Todas”, confirmaron a Letra P, se movilizarán el martes en la víspera de conocerse el fallo, presuntamente condenatorio, contra la expresidenta. También saldrán a hacerle el aguante a CFK otras personas de fe (cristinista), entre ellas una parte de los sacerdotes bergoglistas de la pastoral villera y, en mayor número, quienes integran el Grupo de Curas en Opción Preferencial por los Pobres.

 

Esta misma vertiente religiosa, política y de la causa popular es la que adhiere al clamor de quienes quieren que CFK vuelva a ser la candidata del Frente de Todos en las elecciones presidenciales de 2023; y también la primera en reaccionar, con propuestas, al reclamo de un debate en serio sobre la problemática de la seguridad que la vicepresidenta formuló el Día de la Militancia en el Estadio Único de La Plata. Esos son, sin embargo, otros capítulos de la historia futura de la militancia cristinista; el urgente tiene fecha próxima: 6 de diciembre.

 

Guillermo Britos, Victoria Villarruel y Claudia Rucci. 
Raul Paolasso presidente del Banco de Córdoba y representante de Martín Llaryora en Abappra

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