Política & Negocios

Susbielles, entre denuncias por contaminación y conflictividad sindical

Dragado y expansión disparan alarmas ambientales. Condena y la grieta evaporada con el PRO. Acusan “mafia sindical” en el consorcio portuario.

LA PLATA (Corresponsalía Buenos Aires) Mientras busca posicionarse dentro del Frente de Todos (FdT) local con vistas a la pelea por la intendencia en 2023, Federico Susbielles permanece envuelto en frentes de tormenta que giran en torno al consorcio de gestión del Puerto Bahía Blanca que preside. Por estos días, dos polémicas de creciente resonancia posan la lupa sobre la administración portuaria que lidera el extitular de la Confederación Argentina de Básquet, tanto desde el punto de vista ambiental como desde la conflictividad sindical.

 

El estuario bahiense es un humedal costero de características geográficas y biológicas únicas, considerado uno de los más importantes del país y el más extenso de la provincia. El impacto de la actividad portuaria allí es un tema largamente judicializado que salió nuevamente a flote a partir de un reciente fallo que determinó el daño ambiental en la ría bahiense. “Encuentro probado que la variedad del material contaminante existente en el Estuario de Bahía Blanca en su conjunto ha provocado un daño ambiental”, dijo el juez en lo Contencioso Administrativo Agustín López Coppola, quien ordenó un plan de remediación y condenó a las empresas del Polo Petroquímico, al Municipio y al Consorcio a abonar $20 millones en concepto de “daño moral colectivo”.

 

Semanas atrás, las empresas firmaron un acta compromiso ante la Justicia para realizar mejoras, pero la parte demandante descree de ese convenio: “Es más de lo mismo”, dice Lucas Beier, representante letrado de la Asociación de Pescadores Artesanales de la Ría, entidad que inició la demanda. Beier retrucó que, estando acreditada la contaminación y los responsables, lo que se le pedía al fiscal era “que haga acuerdos con las empresas para que dejen de contaminar, no le decía al fiscal que termine la causa con esos acuerdos”.

 

Mientras, se realiza una draga en la costa norte de la ría para mantener la navegabilidad de los buques. Esos movimientos impactan directo contra el humedal y las especies que lo habitan. En el medio, inquieta en el ambientalismo el impacto sobre el estuario que también tendría la expansión portuaria a partir de nuevas inversiones como una planta de Gas Natural Licuado (GNL). Esta semana, Horacio Turri, director de Pampa Energía, admitió: “Estamos avanzando en el análisis técnico de instalar una planta en el puerto de Bahía Blanca con un primer módulo que estaría en el orden de los 4.000 millones de m3/día”.

 

Frente a ese cuadro, el abogado demandante remitió a una reciente frase del intendente PRO Héctor Gay al reunirse con el frentetodista Susbielles y empresarios por inversiones en el puerto: “Podemos decir, con satisfacción, que en estos aspectos no tenemos grieta”. “Y es verdad, en eso no hay grieta, que el estuario se use como sumidero de las empresas, que la consideran como una zona perdida, de sacrificio”, enfatizó Beier en declaraciones a BVC Noticias.

 

Mientras persiste la polémica ambiental, el puerto bahiense atraviesa una compleja trama de conflictividad sindical. Estibadores del gremio SUPA se mantienen movilizados en la posta de Inflamables de Bahía Blanca al denunciar que empresa Energen violó el proceso de conciliación obligatoria dictada por el ministerio de Trabajo bonaerense por el conflicto en el que los trabajadores denunciaron a los dueños de la empresa de irregularidades varias en materia de seguridad e higiene, con denuncias contra el empresario Marcelo Álvarez por “amenazas, coacción y estafas reiteradas” en perjuicio de los operarios.

 

Como contracara y en defensa de la empresa, apareció como representante del Movimiento Empresarial Antibloqueo Florencia Arietto, dirigente alineada a Patricia Bullrich, que este miércoles tuiteó: “Lo que pasa en el Puerto de Bahía Blanca es gravísimo porque está literalmente tomado bajo la extorsión sindical del SUPA. En un puerto petroquímico, no se entiende qué hace el SUPA, que hace estiba, mueve bultos. No es un puerto de contenedores”.

 

Allí, Arietto apuntó a Marcelo Osores, secretario General de SUPA Bahía, que -dijo- “no solo tiene bajo extorsión a todas las empresas que operan en el puerto, sino que tiene una silla en el consorcio del puerto. Nadie analiza la legalidad de esa situación”.

 

En esa línea, la abogada amarilla fue directo contra la gestión que encabeza Susbielles: “Para trabajar en el Puerto de Bahía Blanca hay que pagarle un peaje al SUPA y el que no lo hace, no trabaja. En el caso de la empresa Energen, que es una pyme de combustible, que ganó la concesión de la posta inflamable, fue uno de ellos. Durante cuatro meses fue sistemáticamente extorsionada y bloqueada, hasta que pidió ayuda al Movimiento Empresarial Antibloqueo”, entidad que denunció penalmente la situación y, según Arietto, aportó videos y prueba documental, “que muestra cómo es el entramado dentro del puerto de Bahía Blanca”.

 

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