La presidenta del PRO, Patricia Bullrich, puso la cara en defensa de su mano derecha, el diputado Gerardo Milman, y consideró que el pedido de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner para que sus abogados recusen a la jueza federal María Eugenia Capuchetti por no investigar las denuncias que vinculan al legislador con el intento de magnicidio que sufrió el 1 de septiembre pasado es parte de "la construcción de relatos que comienzan con una mentira, terminan con una mentira y generan la mentira". La jefa del partido amarillo relacionó este episodio con las acusaciones que recibió durante la investigación por la desaparición y muerte de Santiago Maldonado, cuando oficiaba como ministra de Seguridad del gobierno de Cambiemos.
“Esto me hace acordar mucho a la construcción de relatos que comienzan con una mentira, terminan con una mentira y generan la mentira, que la intentan, de tanto repetirla, convertirla en verdad. Nosotros ya lo sufrimos con el caso Maldonado, que desde el primer minuto hasta el último mintieron durante 78 días, hasta que 55 peritos les pusieron la mentira sobre la cara”, sostuvo este jueves en declaraciones a Radio Mitre.
Los dichos de la exministra de Seguridad se dieron en respuesta a la publicación de un video en la cuenta de Twitter de la expresidenta en la que vincula a Milman con el atentado que sufrió el 1° de septiembre.
"Esta construcción del relato lo que intenta es generar una misma situación judicial entre los miembros de la oposición, que hemos trabajado bajo las normas de la transparencia y del sistema republicano, al kirchnerismo, que ha violado todas las normas, que ha generado la corrupción más brutal que ha sufrido la Argentina, y que además intenta día tras día destruir el sistema republicano de poder por un sistema autocrático", dijo Bullrich.
El video en cuestión detalla las declaraciones de un testigo que aseguró presenciar una reunión a fines de agosto entre Milman y dos mujeres en el bar Casablanca, cercano al Congreso, en donde el legislador pronunció la frase "cuando la maten a Cristina voy a estar camino a la costa". Las dos personas que acompañaban al legislador eran sus asesoras y negaron el encuentro, que luego fue certificado con las grabaciones del lugar.