La decisión del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, de ratificar el 21 de febrero como fecha de inicio del ciclo lectivo en la Ciudad, reavivó múltiples olas de malestar provenientes tanto del ámbito empresarial como político a lo largo y ancho de la costa atlántica bonaerense.
El epicentro de las quejas se registra en Mar del Plata, donde el titular de la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica (AEGH), Jesús Osorno, adelantó a Letra P que le plantearán al intendente Guillermo Montenegro (PRO) que “al menos por afinidad política” insista en gestiones ante el porteño para que revea una medida que –enfatizó- “pega mal” en el sector. “Nuestro principal proveedor es Capital Federal y Gran Buenos Aires”, detalló Osorno para dar cuenta del nivel de impacto de esa medida en el distrito. El empresario observa un tinte político en el proceder de Larreta al anticipar el inicio de clases “para diferenciarse” de la Provincia. “Encima ni se aprovecha porque después corta el feriado de carnaval”, ahondó para hablar así de “un sinsentido” que solo impacta a quienes estipulaban vacacionar en febrero.
En el arco opositor marplatense también proliferan cuestionamientos. El bloque del Frente de Todos (FdT), a través del concejal Roberto Páez, presentó un proyecto solicitando al porteño el inicio de clases en marzo, considerando el impacto que representa para la economía marplatense. En esa línea, el concejal del FdT Ariel Ciano manifestó a Letra P: “Hay una falsa dicotomía entre educación y turismo, porque son solo cinco días los que anticipa Rodríguez Larreta las clases con respecto al resto del país”. Más allá de eso, Ciano enfocó las exigencias hacia Montenegro para que “defienda más enfáticamente el trabajo y el turismo”, ya que “la temporada se va a cortar 15 días antes de esta manera".
A su vez, el titular de la comisión de Turismo del deliberativo local, Horacio Taccone (Acción Marplatense), planteó a Letra P: “Se puso por encima del interés general, conveniencias político-partidarias. Pensamos que uno de los motivos que pudo haber guiado la decisión de Larreta es diferenciarse del Gobierno nacional, pero que en realidad poco le aporta a la educación”.
Al marcar las infructíferas gestiones de Montenegro ante el porteño a fines de 2021, Taccone expresó: “Pensábamos que, al ser ambos intendentes del mismo espacio político, le iban a encontrar la vuelta. Pero no se dio y es una pena, porque no solo estás privando a mucha gente de trabajar en Mar del Plata y toda la costa, sino que estás privando a muchos habitantes de la Ciudad de Buenos Aires a que puedan salir a veranear”.
Por su parte, la Unión del Comercio, la Industria y la Producción marplatense (UCIP) también solicitó al gobierno porteño que “revea” la fecha, considerando que tanto Mar del Plata como otros destinos turísticos “necesitan de una temporada para iniciar la recuperación del sector”. Al enfatizar que “el problema no se resuelve reduciendo los períodos vacacionales, sino revisando la calidad de lo enseñado”, la cámara empresaria llamó a la reflexión “a todos los protagonistas decisorios o que puedan intervenir en favor de revertir esta medida”.
Olas en toda la costa
Fronteras afueras del paradigmático caso marplatense, también se diseminan los resquemores en otros puntos de la costa bonaerense. En Mar Chiquita, el intendente Jorge Paredi (FdT), fue contundente en declaraciones a Letra P: “Como de costumbre, Larreta está fuera de foco. Quizás, está pensando mucho en su candidatura de 2023 en vez de pensar en la temporada y en la coherencia de empezar las clases el 2 de marzo considerando este contexto. Es una incoherencia total, pero es coherente en su desesperación por ser candidato”.
Y advirtió que la apetencia de Larreta por “diferenciarse tanto” y “ser un perro verde” lo puede llevar al porteño “a desdibujarse en su propio partido”. En este punto, se explayó: “Hasta los propios intendentes de su partido, empezando por mi colega Montenegro, le van a decir que empiece el 2 de marzo porque la temporada es muy buena y la gente ya tomó reservas todo febrero”.
Otro jefe comunal del FdT, Sebastián Ianantuony (General Alvarado-Miramar), fue en sintonía con Paredi al observar en declaraciones a La Capital: “Todas estas medidas se están tomando en función de generar una ventaja política, sin medir los alcances que pueden tener realmente. No vemos nada positivo en comenzar las clases un 21 de febrero”, aseguró.
Esa visión crítica también se hizo eco en Asociación Hotelera Gastronómica de Miramar. Su titular, Mirta Álvarez, consideró que en el gobierno porteño “ven sus necesidades y no tienen en cuenta las diferentes realidades de los sectores relacionados con el turismo”.
Su par en Pinamar, Pedro Marinovic, detalló a Letra P que en ese distrito la medida “repercute de la misma forma que todos los años” ya que “la Ciudad arranca casi siempre la última semana de febrero el ciclo escolar en el ámbito privado”, establecimientos donde acude el grueso de las y los hijos de quienes veranean en Pinamar. “Se reciente mucho todo lo que es escolarizado”, sostuvo para plantear: “No sé por qué no se ponen de acuerdo Nación y Ciudad para arrancar todos el 2 de marzo”.