SEGUNDO TIEMPO

Koopmann busca llenar los casilleros (azules) del MPN con la mira en 2023

El vicegobernador de Neuquén recorre la provincia en plena temporada de verano y sueña con la Gobernación. Las elecciones partidarias y la relación con Gaido.

El vicegobernador de Neuquén, Marcos Koopmann, diseña una candidatura desde la Legislatura, su base en la capital. Con una agenda cargada de recorridas por las diversas regiones de la provincia entre lo que queda de enero y febrero, este fiel exponente de la línea Azul del Movimiento Popular Neuquino (MPN), espacio que se referencia en Jorge Sapag y el gobernador Omar Gutiérrez, construye las condiciones para competir en 2023. En búsqueda de la senda ganadora, se hace camino al andar en un partido que vuelve a ser protagonista.

 

Con una visión federal interna, para mejorar una gestión que tuvo aciertos y errores, construye desde el interior al centro. Desde Zapala, su ciudad, Koopmann imagina una nueva etapa para la provincia, con modernización y desarrollo. Al menos es lo que repite en las diversas reuniones que mantiene para darle forma a su plan electoral, con varios de los protagonistas de la política doméstica.

 

La matriz del proyecto se nutre, y genera coincidencias, en que sólo serán cuatro años. Un mandato de transición no colisiona con los intereses de un aliado importante en el oficialismo provincial, el intendente Mariano Gaido. Desde la ciudad capital, donde se concentra la mayor porción del electorado, Gaido se posiciona como un articulador y poseedor del más importante caudal de votos para cualquier tipo de elecciones. Su virtud es la cadena de triunfos que lo elevaron a figura trascendental en Neuquén.

 

Koopmann, en ese escenario, tiene el visto bueno de Sapag, su padrino político en la vida pública. Nacido donde se creó el MPN, nieto de un reconocido comerciante del centro provincial, construyó una carrera en espacios estratégicos del poder. Su paso por el Banco Provincia de Neuquén (BPN) lo catapultaron a la vicegobernación en 2019. Desde ese tiempo, remarcan fuentes partidarias a Letra P, se dedica a la construcción de gobernabilidad para la gestión de Gutiérrez. “Como integrante de la fórmula gobernante, conoce toda la provincia y cada uno de sus temas”, repite uno de los más altos dirigentes del MPN.

 

Justamente este año habrá elecciones en el partido. El sector Azul, que se aferra al mando, debe definir los nombres que completarán la Junta de Gobierno y la Convención, hoy en manos del ministro de Turismo, Sandro Badilla, figura cercana a Koopmann y a Gutiérrez. Hasta hoy, el vicegobernador no tiene en sus planes ir por la presidencia , aunque llegado el momento, si es necesario para su candidatura, se presentará a competir.

 

 

Candidato o no a la Junta partidaria, Koopmann promete sostener los debates que Gutiérrez da por estos días. Además de alimentar la política de inversiones en materia de hidrocarburos, el argumento principal del fondo anticíclico que avanzó en el parlamento, promueve el desarrollo de energías renovables para que Neuquén, en la transición que empieza a dar el mundo, no sufra el impacto en sus ingresos. “Hay que adelantarse 30 años”, repite en las reuniones con las figuras del sector.

 

Otro de los factores que entiende fundamental, en esa conversión, es en el correcto diálogo con los integrantes del Sindicato de Petróleo y Gas Privado, hoy bajo el mando de Marcelo Rucci, aunque siempre bajo la influencia de Guillermo Pereyra. El gremio es un espacio estratégico en el poder neuquino, unidad básica para el sector Azul y Blanco que el caudillo sindical conformó a la par de la explosión del no convencional con Vaca Muerta.

 

Como figura emergente, conocedor al detalle de los números de las cuentas neuquinas, cree fundamental que la provincia se quede con el manejo de las represas hidroeléctricas del Comahue. Este debate, que nació en plena campaña electoral, empezó a darse a con los representantes de Juntos Somos Río Negro (JSRN), partido homónimo al MPN con el que se articula en el Congreso. Con ese acuerdo, Koopmann piensa en ir por una sociedad del Estado que se quede con el porcentaje mayor para la provincia. "Queremos manejar las represas", machaca.

 

En total, hasta noviembre, eran unos 900 millones de pesos los que la Nación adeudaba en materia de regalías. Ese monto, repite el presidente de la Legislatura, podría terminar en obras. "Los recursos deben quedarse en Neuquén", insiste.

 

En plena danza de negociaciones, mientras corre el reloj del primer trimestre, el vice de Gutiérrez trabaja para llenar los casilleros del sector Azul del MPN. Si suma adeptos, logra una instalación que le ayude a imponer condiciones en la vida partidaria ante su principal competidor, el diputado nacional Rolando Figueroa, cree tener el rumbo que lo catapulte a la Gobernación.

 

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Rolando Figueroa, gobernador de Neuquén.

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