Tronó el “Patricia presidente” en los salones de Puerto Norte, en Rosario, donde la jefa nacional del PRO, Patricia Bullrich, aterrizó para levantarle la mano al precandidato a senador nacional de Juntos por el Cambio (JxC) Federico Angelini. La cumbre de halcones, repleta de pedidos de “mano dura” y comparaciones con Cuba, Venezuela y Nicaragua, le sirvió de plafón a la exministra de Seguridad para no echar por tierra su plan 2023. Hubo, además, un guiño a Javier Milei y una sorpresa: la presencia de Miguel Ángel Pichetto.
Así como lo hizo el expresidente Mauricio Macri la semana pasada, Bullrich se subió al tren de la campaña de Angelini. Mismo escenario y misma cantidad de gente – unas 1.300 personas - para bendecir al único cabeza de lista PRO en la picante interna santafesina de la alianza opositora.
En una jornada sangrienta para Rosario, en la que se cometieron seis homicidios en 24 horas, Bullrich modificó la tira de objetivos del PRO. Envalentonada por diversas encuestas, la dirigenta aclaró que la propuesta de sumar siete diputados para impedir que “el kirchnerismo” tenga mayoría era “defensiva”.
Por ese motivo, viajó a Rosario para hacer – en cambio - una oferta “jugada, que va por todo”. Bullrich aspira a que la coalición opositora sume cinco bancas en el Senado. De esa manera, JxC podrá “terminar con la hegemonía” del peronismo y la vicepresidenta Cristina Fernández, remarcó.
Bullrich avisó que, después del domingo, proyecta “caminar rincón por rincón” ocho provincias para materializar el plan “Cinco senadores”. Sobre esa base, pronosticó que la coalición opositora tiene grandes chances de volver a gobernar el país y “la gobernabilidad cambia para siempre en la Argentina”.
“En el próximo gobierno no nos paran, vamos a tener la valentía y el coraje que el país necesita: no nos impiden gobernar más, no nos paran más el país”, gritaba Bullrich, enardecida, ante el vitoreo de la militancia y el agite de banderas argentinas.
Puntillosa y precisa, la exministra mencionó dos veces la palabra “castas”, siempre para hablar del kirchnerismo, claro. Ese mismo vocablo utilizó Milei el domingo en su cierre de campaña, en Parque Lezama. No es la primera vez que Bullrich empatiza con el liberal y, en su enfrentamiento con el ala blanda, hará el intento por sumar esa base a JxC.
La cosa en el pago chico
Bullrich se puso al hombro a Angelini. Eligió no polemizar con el resto de las listas, pero definió al precandidato como el “líder del PRO en la provincia”. “Le dicen que siempre está en un segundo plano, pero todos lo vieron recorrer los pueblos de la provincia”, dijo la exministra.
Pichetto, que tiene agenda este miércoles en la zona, se adelantó a los tiempos y dio un breve discurso. “Es una elección fundamental: hay que derrotar a la patria del pobrismo”, repitió el exsenador.
Amalia Granata, por su parte, acompañó a Bullrich durante gran parte de la jornada en la ciudad de Santa Fe, pero no asistió al acto. La exministra de Seguridad la mimó porque en su momento “se buscó sus votos”, recordó.