En 2019, la Segunda había sido la única sección electoral del interior bonaerense donde el Frente de Todos logró imponerse a JxC. Sin embargo, en estas legislativas, las PASO no parecen dar buenos augurios de cara a noviembre. Es que la lista del FdT que encabeza el metalúrgico Naldo Brunelli (con el 30,9%) quedó más de 20 puntos por debajo de la sumatoria de las dos listas que compitieron en Juntos y que, en el global, cosecharon para el frente opositor 51,33%.
En Juntos, se impuso la nómina liderada por Ismael Santiago Passaglia, hermano del actual intendente de San Nicolás, que venció 58 a 42% en la interna a la propuesta de Dar el Paso que en la sección lideró el intendente de Rojas, Claudio Rossi. En este resultado, el peso de los dos principales bastiones de la sección (Pergamino y San Nicolás) fueron determinantes a la hora de inclinar la balanza para la lista pegada a la de Santilli.
Pero uno de los datos salientes fue la dura caída del peronismo, en la elección inmediata a un triunfo en el norte bonaerense. Tampoco a nivel distrital hubo buenos resultados para el FdT. La camporista Cecilia Comerio ganó la tupida interna peronista pero, en la sumatoria, el espacio quedó muy por debajo del oficialismo local (más de diez puntos).
Ante ese cuadro, voces que conforman el armado seccional referenciado con Sergio Berni deslizaron a Letra P su malestar por la manera en que se encaró la campaña. “No fuimos parte”, recalcaron, a la vez que piden mayor participación de cara a noviembre.
“Es una lástima tirar todo el trabajo que se hizo”, se quejaron. En ese contexto de discordia, voces alineadas al peronismo tradicional apuntan los cañones hacia La Cámpora y avisan que, de no “abrirse el juego”, los resquemores pueden extenderse incluso hasta el recambio de autoridades de los PJ distritales.