En una campaña electoral en la que no sobran los recursos para inflar el consumo y hacerle sombra a la inflación, que pica en punta en las preocupaciones ciudadanas, el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, tiene una carta que ya pone sobre la mesa para captar al electorado de bolsillos agujereados. Se trata del programa Billetera Santa Fe, que reintegra el 30% sobre la compra de alimentos y todo tipo de rubros a través del pago virtual, una bonificación que sale de las arcas provinciales. Toda la cartelería irá con este beneficio, que ganó mucha adhesión en las capas medias, pero también los candidatos y las candidatas del oficialismo provincial empuñarán el Boleto Educativo Gratuito, que alcanza a todos los niveles escolares y que, con la vuelta a la presencialidad, empezará a tomar color.
Son dos políticas de impacto palpable: fondos públicos que van al gasto de los hogares. Sin lugar a megaobras ni reapertura de paritarias a docentes ni empleados públicos antes de las elecciones, el caballito de batalla es la billetera virtual, un shock de dinero directo a la economía familiar que puede reintegrar hasta 5.000 pesos mensuales por persona. De esta forma, un matrimonio puede “ahorrar” hasta 10.000 pesos por mes, una cifra nada despreciable para mostrar por parte de un gobierno que se posiciona como, probablemente, el único que aplicó semejante política.
La iniciativa fue lanzadas en el verano con una adhesión tibia, pero ya en junio tuvo un boom de suscripciones, con 750 mil usuarios y miles de comercios que se sumaron a los beneficios. El reintegro al comprador es financiado en un 85% por la provincia y lo restante por el comercio donde se realiza la compra. Los tentáculos del Grupo Petersen monopolizan todo el servicio, tal como contó Letra P, con comisiones por 120 millones de pesos en el primer semestre. Con el ritmo que tiene, se proyecta que serán 500 millones en el primer año.
El consumidor es transversal, pero principalmente toca la tecla de las clases media y media baja, que ve pasar por el costado subsidios y la devolución del impuesto a las Ganancias. No es que la porción más acomodada no utilice el beneficio, pero no es determinante en su economía un ahorro de 5.000 pesos, como sí puede ser un respiro para alguien que llega con lo justo a fin de mes. En tanto, al sector más postergado se le hace difícil acceder o utilizar la modalidad de pago virtual.
La campaña
El foco general de la campaña será el económico, con un gobierno nacional que no tiene demasiado para mostrar; tres empanadas y no mucho más. La inflación y las cuentas en rojo hacen podio entre las preocupaciones de la población santafesina, superada solamente por la inseguridad en algunos lugares, como Rosario.
Como herramienta que factura electoralmente, Perotti subirá Billetera Santa Fe a la campaña de la lista encabezada por Marcelo Lewandowski y María de los Ángeles Sacnun para el Senado y Roberto Mirabella, su ladero, para Diputados. Enfrente, el precandidato en la interna del Frente de Todos, Agustín Rossi, cuestionó que las políticas provinciales se cuelen en la campaña nacional.
De hecho, el gobernador prometió sumar más rubros y mantenerla para todo lo que queda de gestión como anuncio de campaña, en lugar de centrarse en obras de fondo que puedan verse materializadas recién en el futuro. ¿Qué pesa más, un kilo de carne o un kilo de asfalto?
Tal es así que Perotti participó y difundió el acto del refresh del Ahora 12 (con hasta 30 cuotas) que lanzó el Gobierno. “Junto a nuestra Billetera SantaFe, promoverá la reactivación del consumo y de la economía”, escribió en la cuenta oficial. Ahora bien, la pregunta es si Billetera Santa Fe terminará incentivando el consumo haciéndolo crecer de manera sostenida o sólo impactará en compras que, con descuento o sin él, igual se efectuarían.
Los números
En el primer semestre hubo ventas con Billetera Santa Fe por 9.449 millones de pesos (IVA incluido). Por lo tanto, el reintegro total fue de 2.644,7 millones de pesos que puso en un 85% la Provincia ($2.248 millones), y el resto los comercios adheridos.
Hay una suerte de círculo virtuoso para el gobierno: mayores ventas producen un aumento en la recaudación impositiva a través de Ingresos Brutos. Además, adherirse obliga a blanquear las operaciones que se harían por fuera del fisco. Según la consultora P&G, las ventas que se hubiesen realizado aun sin Billetera Santa Fe pero que no se declaraban en el impuesto sobre los ingresos brutos llegaron a 2.020,5 millones de pesos.
Al principio tenía un impacto altísimo a bajo costo. En la primera etapa, cuando no había sido masiva, tuvo un costo fiscal de 200 millones de pesos. Sin embargo, al gobierno se le empezó a ir de las manos y con riesgo de que se salga de la vaina si sigue a este ritmo de demanda. Estimaciones privadas proyectan que, como viene creciendo, serán unos 1.000 millones de pesos mensuales en subsidios que deberá poner el Estado provincial.
El ministro de Economía, Walter Agosto, autor de la propuesta y señalado como conservador con la caja provincial, empezó a poner una alerta amarilla al hacer proyecciones. El sprint de campaña tiene asegurado el beneficio, pero la duda es si podrá mantenerlo en el resto de la gestión, como prometió el gobernador.