Nicolás Kreplak asume al frente del Ministerio de Salud bonaerense, desde donde buscará empujar, como uno de los ejes de su gestión para los próximos dos años, el debate por la reforma integral del sistema sanitario de la provincia de Buenos Aires, en línea con lo que viene planteando públicamente su jefa política política, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
“La reforma sanitaria es el eje de su militancia desde hace mucho tiempo”, dicen por estas horas cerca del funcionario, como una pista para proyectar cuál será uno de los objetivos centrales de la gestión en salud para el segundo tramo del gobierno de Axel Kicillof.
La integración de los tres subsistemas, el público, el privado y el de las obras sociales sindicales, es el corazón de ese plan empujado por CFK y que tiene a Kreplak como uno de sus ideólogos. La iniciativa, claro, genera enormes resistencias en la dirigencia de la CGT y entre los empresarios de la salud.
“Nico”, como lo conocen todos, será además a partir del ahora, la cara visible de la herramienta central de la campaña electoral en el principal distrito del país: el plan de vacunación contra el covid-19. Apenas 48 horas después de su asunción, en territorio bonaerense comenzará la aplicación libre de vacunas para los mayores de 18 años, un hito que para los responsables del área sanitaria bonaerense marca el camino hacia una nueva etapa en el manejo de la pandemia.
El desembarco de Kreplak al frente de la cartera sanitaria fue confirmado el fin de semana pasado, apenas se oficializó la precandidatura a diputado nacional de Daniel Gollan, quien dejará de ser ministro formalmente esta semana, pero seguirá trabajando en la coordinación de cuestiones vinculadas al área. Al fin y al cabo, dicen en la Gobernación, ambos trabajan como un equipo ensamblado desde el primer día.
Con 40 años de edad, Kreplak se convertirá entonces en el ministro de Salud más joven de la historia reciente de la Provincia.
Su ascenso al cargo, luego de que se descartada su participación en las listas del FdT, marcará un nuevo avance dentro del esquema de gobierno de Kicillof de La Cámpora, agrupación de la que Kreplak forma parte desde poco después de recibirse de médico.
Además de Salud, el espacio que conduce Máximo Kirchner controla Desarrollo para la Comunidad, con Andrés Larroque, y, a partir de diciembre, también el Ministerio de Gobierno, con la segura designación de Santiago “Lalo” Révora para reemplazar a Teresa García, quien compite para entrar al Senado, el talón de Aquiles del oficialismo.
Soberanía sanitaria
A la hora de resumir su CV, Kreplak elige definirse como “médico, sanitarista y militante”, para no dejar dudas respecto del enfoque con el que encara su gestión en la cartera. El nuevo responsable del área sanitaria tiene un magíster en Salud Pública de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y es médico clínico del Hospital Ramos Mejía en uso de licencia.
Pero si se indaga en su carrera profesional y política, uno de los puntos más destacados es su rol como gestor de la Fundación Soberanía Sanitaria, el espacio de “formación e investigación” que se conformó a partir de la derrota del Frente para la Victoria en 2015 y que supo sostener la mirada crítica durante los cuatro años de gestión de Cambiemos.
Allí, Kreplak convivió profesionalmente y se nutrió de la mirada de referentes de la medicina social latinoamericana del ’70 y de médicos y médicas jóvenes. Desde allí, por ejemplo, trabajó en la producción y dirección del documental “La Insubordinación de los Privilegiados”, que expone “el problema de acceso a la salud en contextos neoliberales”.
Su primer paso por la gestión pública lo dio en el segundo mandato de Cristina Fernández, en el Ministerio de Salud bajo la órbita de Gollan. Juntos, promovieron el plan Qunita, por el que fueron procesados y, recientemente, sobreseídos, al comprobarse que no había existido ninguno de los delitos por los que fueron acusados.
Cerebro de la reforma
Desde esos ámbitos, Kreplak comenzó a trabajar en el diseño de un proyecto para reformar el sistema de salud que quedó desde fines del año pasado en el centro de la escena, a partir de la recordada intervención de CFK en el Estadio Ciudad de La Plata, donde habló de “los funcionarios que no funcionan”.
“Vamos a tener que repensar todo el sistema de salud en la Argentina para hacer un uso más eficiente de los recursos”, dijo aquel día la vicepresidenta, un concepto que repitió en junio pasado, al encabezar el acto de inauguración de las obras en el Hospital de Niños de La Plata. Allí, acompañada por el gobernador Kicillof, la expresidenta volvió a marcar la necesidad de avanzar en una reforma que integre los distintos subsistemas de salud, algo que -dijo- “ocurrió de hecho” durante la pandemia.
Kreplak es, en ese marco, una pieza clave. De hecho, es considerado uno de los cerebros de ese proyecto de reforma que plantea la unificación de los subsistemas con un mayor control estatal, que pone los pelos de punta a actores del sistema privado y de los sindicatos.
“Todos sabemos perfectamente que hay que volver a unificar el sistema de salud de alguna manera”, dijo Kreplak a Letra P en enero. “Argentina tiene miles de sistema de salud, y depende de qué obra social tengas, en qué provincia vivas, cuál es la capacidad de sistema de copago para saber a qué tenés derecho. La salud tiene que ser un derecho para todos y todas. Hay un abandono muy grande de lo que es prevención y promoción de la salud. Solamente el Estado se ocupa de eso”, apuntó.
A partir de su jura como ministro, entonces, comenzará en la Provincia una nueva etapa en la gestión de la salud que será una continuidad del trabajo de Gollan pero que tendrá como dato saliente la relevancia y el impulso a una reforma que, de concretarse, cambiará de plano la administración de la cuestión sanitaria en territorio bonaerense.