La Segunda es una de las secciones electorales de Buenos Aires donde el Frente de Todos (FdT) tiene fuertes expectativas de incrementar su caudal de bancas en la Legislatura. Enclave de la pampa sojera, el norte provincial dejó de ser predomino cambiemista en la última elección y se transformó en la única región del interior bonaerense donde el hoy oficialismo pudo imponerse. De lograr la segunda victoria al hilo, el peronismo cosechará seis escaños, cuando en 2017, entre Unidad Ciudadana y el Frente Renovador, obtuvo cinco.
No será fácil. El triunfo seccional de 2019 fue ajustado y con derrotas en dos de los tres distritos más pesados, Pergamino y San Nicolás, donde el FdT sigue mostrando dificultades para moldear armados monolíticos y con disputas internas latentes al momento. Posicionar referencias de esos distritos es uno de los puntos en agenda.
De las múltiples patas que componen la mesa oficialista, La Cámpora gana peso, pero también hay particularidades, como el armado del ministro de Seguridad provincial, Sergio Berni, que acentuó la conformación de mesas propias en varios distritos, donde su tropa no descarta competir en las PASO, al subrayar en medio de las tensiones del ministro con la Nación. “No somos quienes pregonamos la unidad hasta que duela”, avisan sus referentes, pero, fuera de tensiones distritales, no consideran un cruce interno seccional.
La Cámpora acelera
A diferencia de 2017, cuando logró inscribir en el cuarto lugar de la lista a una dirigente pura, hoy la agrupación que lidera Máximo Kirchner posee representación de la Segunda en ambas cámaras de la Legislatura y un intendente de su riñón. Eso, sumado a varios concejales perfilados a competir por la intendencia y un alineamiento de los jefes comunales del peronismo tradicional al liderazgo del hijo de CFK en el PJ bonaerense que esfumó tensiones previas en el territorio.
“Crecer y sumar, en ese orden”, fue el mensaje que MK bajó a la militancia seccional días atrás en el plenario desarrollado en Carmen de Areco, comuna administrada por el camporista Iván Villagrán, a quien varios definen con bajo perfil, activa militancia y una voz a escuchar al diagramar la nómina seccional. Para eso, también tendrán incidencia el senador Facundo Ballesteros, la titular del Puerto de San Nicolás, Cecilia Comerio, y la subdirectora de la ANSES Marina Moretti. La diputada Fernanda Díaz, en tanto, suena para una posible renovación.
Díaz es oriunda de Colón, distrito donde transita su quinto mandato Ricardo “Pito” Casi. El intendente que en 2017 supo jugar con la boleta de Florencio Randazzo pero volcar su apoyo manifiesto a CFK hacia las generales de aquel año, hoy exhibe una armónica relación con el kirchnerismo duro. Voces de ese municipio recalcan que el eje de la ingeniería electoral es la unidad y sintetizan: “¿Qué diferencias políticas podemos tener con La Cámpora, cuando el jefe del PJ bonaerense es Máximo Kirchner”. Y perjuran: “Ya no hablamos de ‘ellos y nosotros’”.
En La Cámpora también focalizan en hacer esfuerzos por lograr la unidad en la mayor cantidad de distritos. Esa tarea se advierte en puntos donde hubo internas en 2019, como Arrecifes, donde el camporismo marca que recompuso las cosas con el diputado Marcos Di Palma. El exautomovilista finaliza su mandato este año y, aunque voces internas no lo ven con mucha nafta ni escudería, nadie se anima a sacarlo de carrera. Mientras, Marquitos se muestra activo.
Intendentes, FR y sin tierra
En varias comunas consultadas, coinciden en marcar el desvanecimiento de tensiones entre camporistas y caciques del peronismo tradicional, pero eso no diluye las aspiraciones de éstos últimos por “poner en valor” su poder territorial que evalúan clave en el último triunfo seccional. Aclaran que no habrá exigencias ni presiones, pero buscarán los “consensos” para que haya un intendente en la seccional. Confían en que eso se dará.
De los que en 2023 no podrían seguir gobernando sus comunas, aparecen Osvaldo Cáffaro (Zárate), Ricardo Alessandro (Salto), Carlos Puglelli (San Andrés de Giles) y el mencionado Casi. En este último caso, en su entorno no descartan predisposición legislativa, pero aseguran que no serán un obstáculo para que renueve la coterránea Díaz. En cuanto al socialista Cáffaro, su espacio busca sostener la banca que hoy ocupa Patricia Moyano. La carta de ser el distrito más fuerte de la sección a manos del FdT tiene su valor. El grupo de intendentes FdT se completa con Esteban Sanzio (Baradero) y Diego Nanni, de Exaltación de la Cruz, distrito donde mantiene su peso el exmandatario Ricardo Bozzani. Como yapa, suman al grupo a Cecilio Salazar (San Pedro), reelecto en 2019 con el sello de JxC pero hoy en sintonía con el FdT.
En el Frente Renovador, Micaela Morán ocupa la banca que en 2017 obtuvo Lisandro Bonelli y que dejó en 2019 para irse al Ministerio de Salud nacional. Con el escándalo del vacunatorio VIP, el nicoleño sobrino de Gines González García no solo abandonó esa cartera con su tío, sino que optó por no regresar a su banca. Con Bonelli corrido de escena, hay quienes ven posible que juegue la zarateña Morán, a quien otros ven mermadas sus chances por considerar que, de haber un casillero para Zárate, la prioridad la tiene Cáffaro. Por eso, las apuestas renovadoras enfocan al gilense Puglelli.
En el sube y baja, operadores no ven al senador Paco Durañona –hoy "sin tierra"- con la incidencia que tuvo cuando anotó el primer lugar de la lista seccional (2017 y 2019). En contraposición, ven al movimiento obrero con pretensiones. Aquí, algunos mencionan con intenciones de anotar nombres a Abel Furlán (UOM Zárate).
Berni y su tropa
Con la Segunda como su sección de base, Berni aceita allí su armado en los distritos más voluminosos. En San Nicolás y Pergamino, operadores del ministro conformaron mesas técnicas-profesionales con abogados, médicos y comerciantes locales que están haciendo sus primeras incursiones en política. A ellos, se suman dirigentes sindicales que asoman como posibles cartas a jugar a nivel distrital de presentar peleas internas.
Como referente seccional se ubica la senadora Agustina Propato. La pareja de Berni busca posicionarse de cara a la intendencia de Zárate, donde mantiene tensión constante con Cáffaro. Como uno de los principales armadores en la Segunda aparece el dirigente pergaminense Oscar Morales, responsable del Centro de Referencia (CdR) del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. Morales orbita este esquema de mesas técnicas que también se replica en San Pedro, Ramallo y Zárate.
En Pergamino, ven horizonte de interna. Al grupo que jugó en 2019 con Ricardo Ruggeri al frente, están sumando dirigentes que fueron en la lista de Manuel Elias. En Ramallo, posicionan a Gastón Borrasca, de la Unión de Recibidores de Granos (Urgara); en Salto, al titular de Molineros, Mauricio Burgos. Aunque cerca de Berni enfatizan que están “en modo gestión”, insisten en definir al ministro de Seguridad como el candidato mejor preparado del FdT, pero aclaran que el juego seccional no está atado a la suerte electoral del jefe político en las ligas mayores.