El Subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo, seguirá en el Gobierno. Tras el anuncio de su salida, que el ministerio de Economía difundió el viernes último y que provocó una crisis política en el Frente de Todos, la continuidad del funcionario que cuenta con el aval de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner se confirmó este miércoles cuando se mostró encabezando una reunión de gestión con la cúpula del Sindicato Luz y Fuerza.
La desescalada del conflicto mostró a los funcionarios más cercanos al mandatario y a los leales a CFK dispuestos a bajarle el tono a la pelea. Confían en que el conflicto se irá disipando con el correr de los días. A diferencia de la fallida renuncia de Basualdo, que Economía comunicó en soledad el viernes y que detonó una crisis que comprometió la autoridad del Presidente, la continuidad de ambos funcionarios esta vez fue ratificada fuera de micrófono por dos fuentes calificadas en nombre del presidente Alberto Fernández y también de la vicepresidenta.
Basualdo y la interventora del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), Soledad Manin, fueron recibidos en la sede del Sindicato Luz y Fuerza por el Secretario General, Rafael Mancuso, el Secretario Gremial, Oscar Requejo y el Subsecretario General, Néstor Matías. La excusa del encuentro fue abordar la situación del servicio de distribución de energía eléctrica en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y la necesidad de garantizar las condiciones de trabajo para sostener la calidad del servicio.
Hasta el martes, el Gobierno sostuvo que la continuidad de Guzmán no estaba en duda, y confirmaban la salida de Basualdo, pero afirmaban que se daría más adelante. Como contó Letra P, Fernández buscó salir por arriba del laberinto en el que quedó encerrado el viernes, cuando todas las costuras de la coalición gobernante quedaron expuestas en el momento más difícil que le toca atravesar al Gobierno, con una economía en crisis y una segunda ola feroz de coronavirus, a las puertas del primer test electoral.
Todo comenzó cuando Hacienda afirmó el viernes a través de los medios y en duros términos la remoción del subsecretario, con el aval del Presidente y de la Jefatura de Gabinete. El ministro jugó al filo y puso en juego su poder político para sacar de su cartera a Basualdo, una de las caras visibles de las diferencias en torno a la política tarifaria que mantienen los diferentes sectores del Gobierno. Horas después, en la tarde del viernes, el cristinismo desmintió la existencia de un pedido de renuncia y se metió en el fondo de la discusión que atañe al volumen de subsidios energéticos: sostuvo que las tarifas de electricidad aumentarán una sola vez en el año, y no dos veces como pretende Economía para bajar la incidencia del gasto en el Presupuesto.
Planteado el conflicto en esos términos, Fernández quedó en la disyuntiva de desautorizar a su ministro estrella o pelearse con la socia mayor del FdT. Durante el fin de semana, las versiones buscaron bajarle voltaje a la crisis. La Casa Rosada dejó trascender que la salida de Basualdo se daría más adelante y el Presidente subió a Guzmán a su gira europea en señal de respaldo. Tras la confirmación de la continuidad del subsecretario en su puesto, el viaje presidencial servirá seguramente también para contener a Guzmán ante la difícil convivencia que le espera en su cartera.