Días atrás, el Grupo Clarín divulgó datos sobre cómo usaron el servicio sus clientes de internet entre marzo de 2020 y marzo de 2021, el primer año de la pandemia. Lo información brindada por la principal empresa proveedora de servicios de internet de Argentina permite responder algunas preguntas sobre el uso del sistema en general. ¿Cómo y para qué se conectan las personas a la web? Las respuestas podrían vincularse con las últimas novedades del mercado global.
Se destaca, en primer lugar, el crecimiento exponencial del uso de redes sociales de transmisión de video en directo o “streaming social”: TikTok y Twich. En el último tiempo, resultó notable cuánto y cómo comenzaron a ser usadas por marcas y medios tradicionales. Suelen ser complemento de sus soportes originales con los que intentan alcanzar a las audiencias jóvenes en sus situaciones de consumo.
Por otro lado, los datos de las empresas de Clarín que proveen conexión a Internet (Personal, Fibertel, Flow y FiberCorp) confirman que el horario pico de uso se mantiene en la noche, entre las 20 y las 0:30, y que el 60% del tráfico se explica por consumo de video. En ese sector, el visionado a demanda y desprogramado que ofrece Netflix -campeón mundial de los OTTs, por ahora- comparte el podio con Youtube –plataforma que incluye contenidos gestionados y compartidos por usuarios tanto como oferta de mútiples tipos, formas y orígenes- y Flow, la marca del Grupo Clarín que ofrece contenido televisivo en vivo, películas y series propias y de terceros.
Como señaló Letra P, durante 2020 asomaba la pregunta sobre cómo reaccionaría la industria audiovisual. Llamó entonces la atención la multiplicación del consumo y el modo en que las grandes plataformas aceleraban sus estrategias en la disputa del mercado global.
La extensión de la pandemia por covid 19 condujo a un crecimiento de la demanda del audiovisual por streaming, pero, a medida que pasó el tiempo, el público se volvió más fiel a las plataformas y buscó opciones en relación a sus expectativas y necesidades, migrando entre distintos servicios.
La concentración como rasgo
Otro aspecto central del actual contexto es la concentración en pocas manos. Como es sabido, este es un rasgo presente históricamente en el sector, pero resulta significativo cuánto se acelera en la convergencia. Marcas, empresas, modelos de negocios y paradigmas son dominados por gigantes globales. El tiempo de las audiencias y los niveles de facturación que los principales jugadores controlan crece sin frenos y los estados chocan con límites diferentes para su regulación. Por un lado, juega el tamaño y la capacidad de los operadores, que parece no encontrar topes. Por el otro, las particularidades de la actividad, que no responde a lógicas tradicionales de producción, distribución y consumo, pero tampoco a formas de interpelación por parte de leyes, decretos y resoluciones.
En esta línea, en las últimas dos semanas se conocieron dos noticias de impacto mundial. Primero, AT&T anunció la fusión de WarnerMedia con Discovery INC. Luego, Amazon informó la compra de Metro Goldiwyn Mayer (MGM). Son dos monstruos grandes que pisarán fuerte.
Con la fusión, AT&T conformará una de las bibliotecas de contenido más grandes del mundo. Llegará a casi 200 mil horas de programación a través de diversas marcas: HBO, Warner Bros, Discovery, DC Comics, CNN, Cartoon Network, HGTV, Food Network, Turner Networks, TNT, TBS, Eurosport, Magnolia, TLC, Animal Planet e ID, entre otros. Un nuevo gigante audiovisual.
Las razones que llevaron a AT&T a concretar esta operación exponen las dificultades que atravesó la corporación estadounidense de las telecomunicaciones para consolidar una estrategia bimodal: ofrecer contenidos y servicios de conexión. Y habilita a preguntarse sobre cómo las trayectorias de las empresas inciden en la configuración de sus performances en el mercado.
AT&T incorporó Time Warner en 2016, un año después de comprar DirecTV, de la que comenzó a deshacerse a principios de 2021. Carrier explica que esas “compras en su momento se hicieron con el objetivo de integrar verticalmente los negocios de creación y distribución de contenidos. No obstante, sus recientes maniobras implican reconocer que su incursión en el mundo del entretenimiento no sólo ha sido costosa. También ha sido un fracaso y, en el ínterin, otros rivales como Disney y Amazon fueron ganando terreno".
Justamente, Amanzon dio golpe en estos días. Anunció que adquirirá MGMStudios por un precio de compra de 8.450 millones de dólares. Con esta fusión ampliará su propio catálogo con más 4.000 películas, 17.000 programas de televisión (incluidos las súper exitosas Fargo, The Handmaid’s Tale y Vikings) y un marca centenaria del sector audiovisual.
Para Carrier, “a pesar de un ingreso algo más tardío al negocio del streaming audiovisual, Amazon cuenta con 175 millones de abonados de Prime que consumen su contenido en video, una cifra no muy distante de los 208 millones que tiene Netflix, el líder del mercado, ambos, por ahora, lejos de los 103 millones de abonados a Disney+.”
Así, la configuración del sistema global expone un nivel asombroso de dominio de catálogo (la clave de la oferta), audiencia y capital.