Facilitadores sanitarios, alcohol en gel en las mesas, medidas de distanciamiento, filas en la calle y más centros de votación. El Ministerio del Interior y la Cámara Nacional Electoral trabajan por estas horas para terminar de definir cómo serán los estrictos protocolos que se aplicarán en las elecciones legislativas primarias y generales, que se celebrarán el 12 de septiembre y el 14 de noviembre, respectivamente.
Para preservar la distancia entre mesas, autoridades y electores, este año el número de los centros de votación se ampliará en un 30%. A los 15 mil establecimientos –en su mayoría, escuelas–, que se habilitaron para las elecciones 2019, se sumarán otros, como clubes, hasta alcanzar los 19 mil.
En todos los casos, el edificio en el que se celebren los comicios deberá garantizar la debida circulación de aire y ventilación cruzada, y solo podrá haber hasta un máximo de ocho mesas por establecimiento. Los juzgados federales con competencia electoral de cada provincia tienen a su cargo la tarea de supervisar que los establecimientos elegidos cumplan con esas condiciones y, en todo caso, podrán buscar nuevos centros de votación. Es por eso que, probablemente, la mayoría de los ciudadanos concurrirá a votar en un lugar diferente al que lo hizo la última vez.
En tanto, se mantendrá la misma cantidad de electores por mesa que en los últimos comicios, con un promedio de 350, aunque habrá prioridades por horario. Los mayores de 60 años tendrán prioridad para votar en la apertura de las mesas, entre las 8.30 y las 10.30, aunque también podrán hacerlo en otro momento del día. El cierre de las escuelas será, como siempre, a las 18.
En cada uno de los establecimientos habrá un “facilitador sanitario”, que será una persona integrante del comando electoral –por ejemplo, uniformados del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea– designada como encargada de custodiar el cumplimiento de los protocolos sanitarios.
Para el ingreso a los establecimientos será obligatorio el uso del barbijo y el uso de sanitizantes y alcohol en gel para las manos. En cada caso, se le pedirá a los electores que no concurran acompañados, en la medida de lo posible, para evitar aglomeraciones.
Un detalle curioso es que, a diferencia de los que sucede, por ejemplo, en los comercios, no habrá controles de temperatura en los accesos. Según pudo saber Letra P, el tema se discutió puertas adentro entre el Ministerio del Interior y la Cámara Electoral. Sin embargo, al igual que sucedió en todos los países que celebraron elecciones en pandemia, se ponderó que el derecho al voto es inviolable y no se puede obstaculizar su ejercicio. Tanto el Gobierno como la Justicia electoral apelarán a la conciencia ciudadana, para aquellos casos que presenten algún síntoma de la enfermedad el día de los comicios.
Además, se les pedirá a los electores que lleven su propio bolígrafo para firmar el padrón. Ni la constancia de emisión del sufragio, ni el DNI, le serán entregados en mano en la mesa. Las autoridades dejarán cualquier documentación sobre la mesa, de donde será recogida por el elector.
Por último, la Cámara Nacional Electoral le pidió en reiteradas oportunidades al Ministerio del Interior que facilitara la vacunación de unas 200 mil personas que serán convocadas como autoridades de mesa en las PASO, pero el Gobierno entiende que corresponde a cada juzgado electoral con asiento en las provincias resolver a qué grupo citará. Por caso, en la provincia de Buenos Aires suele convocarse para esa tarea a los docentes y, hasta la fecha, el 50% de ese grupo ya fue vacunado.