FÚTBOL & POLÍTICA

En medio de irregularidades, Amoroso se quedó con un club afiliado a la AFA

Socios de Real Pilar Fútbol Club denuncian espurio proceso de renovación de autoridades. La coronación del sindicalista y otrora financista de Graciela Ocaña.

La afición por el fútbol, la política y el poder es una tendencia que no pasa de moda en la dirigencia sindical argentina, desde que este deporte se consagró espectáculo nacional y pasión de multitudes. Como desenlace de esta trilogía, se viven momentos de tensión en el Real Pilar Fútbol Club, luego de que en un “irregular y fraudulento” proceso de renovación de autoridades -según la denuncia de un grupo de socios fundadores-, el sindicalista del juego y exlegislador Daniel Amoroso quedara al frente de la institución deportiva.

 

Creada en 2017, la entidad afiliada a la AFA que juega en la Primera C del ascenso renovó recientemente su comisión directiva y coronó al multifascético Amoroso –mentor de Graciela Ocaña y financista de sus campañas- como presidente. El recambio dio que hablar y generó sospechas, además de motivar la presentación de una denuncia formal en la justicia, que el último domingo ordenó allanar la sede del club mientras este jugaba de visitante.

 

En diálogo con Letra P, Gustavo Fontana, quien integra el grupo de socios fundadores que denunció las irregularidades, brindó detalles de la situación actual de “El Monarca”, mientras aguardan la decisión judicial que haga lugar a la medida cautelar de ‘no innovar’, y no se descarta una eventual intervención. Reclama “elecciones libres y transparentes”.

 

Entre las anomalías detectadas, además de que no se convocó a la masa societaria, los socios destacan que hay personas de la nueva nómina de autoridades que fueron ingresadas a las actas como miembros del club fraguando la fecha de ingreso para que “tengan de alguna forma la antigüedad necesaria para conformar la lista”. Lo llamativo es que “está integrada por personas que no pertenecen a Pilar. No conocemos a prácticamente nadie- salvo algunos miembros-al resto no los conocemos, nunca estuvieron”, explicó sorprendido Fontana.

 

Según acusan, Amoroso colonizó el club con amigos y su núcleo de colaboradores, al tiempo que en una maniobra paralela se dio de baja a gran parte de los socios fundadores -alrededor de 500- con el argumento de que no tenían la cuota al día, como es el caso de Fontana. Ocurre que durante la gestión anterior no se conformó formalmente una secretaría, lo que motivó que muchos de los socios no pudieran estar al corriente pese a tener la voluntad de pagar, y fue la excusa perfecta para que los nuevos administradores tomaran el mando del club con tropa propia.

 

Otro hecho llamativo que advierten es que dos de los miembros de la comisión directiva anterior “figuran como que estuvieron presentes en la asamblea cuando en verdad eso no sucedió, no solo no fueron convocados sino que no estuvieron”.

 

 “Como era de esperar en el allanamiento no se encontró nada, por eso solicitamos a los miembros de la Comisión Directiva que se encuentra ilegítimamente actuando, que aporten todos los elementos. Tenemos parcialmente copias que marcan errores bastante groseros”, señala Fontana.  Ahora la justicia deberá determinar “dónde están los libros, cómo están los libros, porqué estamos dados de baja, cómo se hizo esa asamblea”, precisó.

 

Hasta el desembarco del ex legislador porteño como presidente, el empresario César Mansilla era la máxima autoridad del club. Amoroso como socio participaba de alguna manera de las decisiones que se tomaban.

 

Fontana aclara que no tuvo una mala relación con Amoroso, pero no puede ocultar su bronca cuando dice “pusimos mucha ilusión en este proyecto, era un club atractivo para Pilar porque tiene 400 mil habitantes y no tiene ningún club directamente relacionado a AFA, y esta fue una gran oportunidad”.

 

“Si nadie pretende que esto tenga un dueño y que los dueños realmente sean los socios, creo que esto tiene principio de arreglo. Ahora, si alguien se quiere apoderar del club pretendiendo manejarlo como si fuera una mal llamada sociedad anónima, puede ser que estemos hablando de un ardid o una maniobra para quedarse con el club”, subraya Fontana.

 

Y rescata que “Hay mucha gente que colaboró y le puso mucho empeño con profesionalismo, con mucha voluntad personal y vocación que se merece que esto tenga un resultado positivo”.

 

Deporte y política

Entre las flamantes autoridades de la “renovada” comisión directiva figura Soledad Gibelli, cercana a la burocracia sindical de Juegos de Azar (ALEARA) que en 2019 integró la lista de legisladores de Consenso Federal por CABA.

 

Amoroso aparece en la página web de Real Pilar como presidente y como coordinador de marketing. Este último cargo es similar al que ocupó en Racing, porque la incursión del sindicalista en el fútbol no es nueva. Entre sus aspiraciones está la de ser presidente de uno de los dos grandes clubes de Avellaneda, bajo el slogan “Con Amoroso Racing puede más” se presentó como candidato en 2015.

 

Pertenecer al cuerpo directivo de una institución deportiva representa para muchos dirigentes políticos y sindicales una posible vidriera para posicionarse o blanquear su imagen, además de relucir el fanatismo por el club que alientan desde la cuna. Por ahora, a Amoroso los resultados no lo acompañan, durante su gestión Real Pilar sumó 4 puntos de 12, lo que lo posiciona muy abajo en el campeonato.

 

Si bien por ahora los socios fundadores de Real Pilar eluden personalizar o ponerle nombre propio al conflicto, no sería la primera vez que la política mete la cola en un club de fútbol para sacar ventaja y desata un escándalo. En esta oportunidad en el marco de un año electoral atravesado por la pandemia y en un distrito que desde el 2015 al 2019, cuando el peronismo le arrebató las elecciones, estuvo gobernado por Cambiemos.

 

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