Ante la decisión del sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa, que conduce el histórico dirigente Guillermo Pereyra, de convocar a un paro para este jueves, el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria y convocó al gremio y las cámaras empresarias a continuar las negociaciones salariales.
El sindicato de petroleros privados había señalado en un comunicado que la medida de fuerza obedecía a "la falta de propuestas por parte del sector empresario de recomponer los salarios de 2020". Pereyra aseguró que "no hubo ninguna oferta sobre la mesa de negociación" y que "después de cinco encuentros infructuosos" resolvió lanzar un "paro total de actividades", que en la noche del miércoles quedó en suspenso tras la decisión de la cartera a cargo del ministro Claudio Moroni.
El secretario General del sindicato y uno de los hombres fuertes del Movimiento Popular Neuquino (MPN) consideró que "no se trata de un reclamo de aumento salarial, sino de cerrar las paritarias del 2020 que no se hicieron. Sabemos que hubo reuniones entre las empresas, pero no llegaron a buen puerto y no hubo siquiera una contraoferta".
Por parte del sector patronal, la negociación es llevada a cabo por la Cámara de Empresas Productoras de Hidrocarburos (CEPH) y de la Cámara de Empresas de Operaciones Petroleras Especiales (CEOPE). La industria esperaba que los sindicatos acataran la conciliación dictada por Trabajo y retornaran a la mesa de diálogo.
En el último encuentro entre ambas partes, del que participaron todos los sindicatos de todas las cuencas del país, el sindicato reclamó una recomposición de 30%, que se suma al 15% que ya está vigente, como forma de igualar el proceso inflacionario.
La medida de fuerza se da en simultáneo con el bloqueo que están realizando en los accesos de Vaca Muerta trabajadores de la salud y que afectó en forma considerable la producción en ese yacimiento.