Los tres socios de Juntos por el Cambio tienen una sola certeza sobre la segunda ola de contagios de coronavirus. Creen que será más dura que la anterior con un Estado que tiene menos margen para aplicar restricciones tan severas como el año pasado. Por fuera de esa lectura común, las posiciones son divergentes: mientras la conducción del PRO buscará abrazarse a la defensa de la presencialidad en las clases, las autoridades opositoras en el Congreso se preparan para reclamar transparencia en el plan de vacunación, pero se encaminan a acordar la postergación de las PASO para septiembre u octubre.
Para este invierno en JxC no descartan otro corte de los vuelos de cabotaje y un endurecimiento de las restricciones sanitarias ante una incremento de contagios en los próximos meses. Ante un eventual corte del tránsito interprovincial, en el bloque opositor se preguntan cómo será el funcionamiento de la Cámara después de abril, cuando venza el protocolo de sesiones mixtas vigente.
"Elegimos mucha cautela y respeto a los protocolos. La segunda ola se viene y va a ser brava, pero igualmente vamos a insistir mucho en la transparencia de la vacunación y pediremos mayores testeos y es lo mismo que le pediremos a (la ministra de Salud Carla) Vizzotti cuando venga", confiaron en el despacho de Cristian Ritondo, titular del bloque macrista en la Cámara baja.
Cerca de su par de la UCR y del interbloque, Mario Negri, no descartaron un pedido de sesión especial para tratar los proyectos que presentó el espacio sobre el plan de vacunación y la distribución de las vacunas. Uno de ellos plantea que el jefe de Gabinete Santiago Cafiero junto a Vizzotti asistan al recinto a dar informes verbales, aunque es inminente que la funcionaria se presente en la Comisión de Salud que encabeza el oficialista Pablo Yedlin. Con ese gesto el Frente de Todos busca desactivar el reclamo opositor, pero hasta ahora se desconoce el día acordado para la visita de la ministra.
Detrás de esa primera línea de cruces con el oficialismo también hay otras coincidencias. Una de ellas, si prospera, podría funcionar como "desatanudos" para la convivencia de los próximos meses. Tiene que ver con la postergación de las PASO, un punto que fue hablado este miércoles en Casa Rosada y que podría implicar un acuerdo en el Congreso, y especialmente en Diputados, para postergar las primarias a septiembre u octubre y las generales para noviembre.
Ese marco general para alejar el cronograma electoral del invierno convivirá con los reclamos que prepara el mismo espacio para monitorear el mantenimiento de las clases, a pesar de la pandemia y reclamarle al Gobierno que reduzca lo menos posible el cierre de la economía. Cerca de Bullrich confiaron que trabajan sobre un monitoreo a nivel nacional de la presencialidad en las escuelas.
La Fundación Alem, de la UCR, también insistirá en la publicación de recomendaciones pero el PRO prepara una presentación para el 10 de abril, donde buscará reflejar las dificultades para la realización de clases presenciales en provincias como Chubut, Santa Cruz, Tucumán o Entre Ríos.
El foco también estará puesto en la economía y en los movimientos del Gobierno. En el conglomerado opositor dicen que los "banderazos" no están sobre la mesa, pero recuerdan que las movilizaciones contra la administración del presidente Alberto Fernández surgieron a partir de conflictos puntuales como la intervención de la cerealera Vicentín. "Estamos alertas ante las reacciones imprevisibles del Gobierno y si continúan con sus ataques a las libertades, acompañaremos las movilizaciones", confió una alta fuente del PRO, empeñado en despegar a su partido de la organización de aquellas manifestaciones, protagonizadas por el núcleo más duro de sus votantes.