El daño político que generó el Huracán Ginés puso en alerta al oficialismo en la Legislatura de la provincia de Buenos Aires, que busca evitar quedar salpicado por el escándalo. En ese marco, rechaza el posible regreso de Lisandro Bonelli a la banca a la que accedió en 2017, luego de que se conociera que fue uno de los vacunados en un proceso sospechado de irregularidades. El oriundo de San Nicolás pidió licencia para mudarse al Ministerio de Salud de la Nación, donde era jefe de Gabinete de su tío caído en desgracia, Ginés González García. Compañeros del bloque del Frente de Todos quieren evitar cualquier daño colateral en año de elecciones y ya articulan resortes para impedirle el regreso.
Con la renuncia del ministro que llevó adelante la contención de la pandemia trascendieron los intentos de Bonelli –quien este lunes habría presentado la renuncia en Salud– de regresar a la Cámara de Diputados, donde tiene mandato hasta fin de año. En 2017, el diputado en uso de licencia renovó su banca por la Segunda sección pero la dejó para mudarse al armado nacional.
Ahora, en el Frente Renovador observan con cautela los movimientos del oriundo de San Nicolás y miden a la distancia otros daños políticos que podría arrastrar su vuelta. En rigor, de acuerdo al artículo 4 inciso B del reglamento legislativo, la licencia de Bonelli vence el próximo 23 de abril, exactamente seis meses después del último pedido de renovación que hizo ante la presidencia de la Cámara.
En este sentido, en el massismo legislativo pretenden vallarle el paso, una estrategia que –indicaron a Letra P– cuenta con el visto bueno del propio Sergio Massa y del que, incluso, están al tanto las autoridades de las demás fuerzas políticas que conforman el Frente de Todos. “Al menos por ahora es mejor que se quede donde está”, resumió una fuente cercana al exintendente de Tigre.
El lugar de Bonelli en la Legislatura lo ocupa Micaela Morán, oriunda de Zárate y también integrante del equipo del Frente Renovador. Su trabajo es bien visto en el oficialismo. Destacan sus defensas de las políticas de gobierno y el impulso de algunos proyectos que llevan su firma, por lo que, al menos en términos políticos, su permanencia es medida de forma positiva. Tanto por su propio capital político como por su capacidad para opacar el operativo regreso.
Tal como dio cuenta este medio, Bonelli, de 44 años de edad y fuera de cualquier grupo de riesgo, fue vacunado con la primera tanda de Sputnik V llegada al país. No bien se conoció la noticia, vía terceros se explicó que su inoculación se debió a que compartía trato cotidiano con su tío, de 75 años de edad, que aún no estaba vacunado.