Envalentonado por la buena elección que hizo en las elecciones en el Concejo municipal de Rosario, el perottismo pretende dirigir el espacio legislativo peronista y contener los cargos más importantes. A partir de un acuerdo con La Cámpora y la UOM, intentó avanzar con el armado de un solo bloque justicialista y conducirlo, pero el rossismo le puso un freno a esa idea. Finalmente se resolvió converger todas las corrientes en un interbloque para actuar como frente, manteniendo cada uno su autonomía y también sus diferencias.
Así, Lisandro Cavatorta y Julia Irigoitia, ambos del perottismo, junto a la camporista Marina Magnani, y Silvana Teisa, de la Unión Obrera Metalúrgica, compartirán bloque. Mientras que la concejala del rossismo Norma López, el exfutbolista Ariel Cozzoni, y Fernanda Gigliani de Iniciativa Popular, tendrán su propio monobloque. Todos irán en un interbloque de siete bancas que le otorgue la fuerza que hasta ahora no tuvo contra el oficialismo.
Las reuniones entre las corrientes se mantienen desde hace varios días para definir comisiones y cargos. Cavatorta, quien encabezó la lista que quedó a sólo un punto de la apadrinada por el intendente Pablo Javkin, buscará este lunes en la sesión preparatoria quedarse con la vicepresidencia primera, mientras que Irigoitía pretende presidir el bloque único. López, de extensa trayectoria en el Concejo, también era parte de la negociación que ha sido tirante por momentos.
La Cámpora hizo una pésima elección a concejal y se quedó sin condiciones políticas que le permitan exigir demasiado. El referente del espacio, el diputado nacional Marcos Cleri, avanzó en un pacto con el gobernador Omar Perotti para armar un bloque, y, de esta forma, se corrió del acuerdo de gobernabilidad que tenía desde 2019 con el intendente Pablo Javkin al igual que Gigliani.
Pero ese esquema que pretendió el perottismo chocó con el rossismo, desde donde se mantienen las mayores diferencias hacia Perotti, expuestas en la interna que Agustín Rossi le plantó a la lista del gobernador. Sin embargo, no comen vidrio: saben que sin algún tipo de unidad, por ejemplo a través de un interbloque, quien se terminará fortaleciendo es el oficialismo, tal como sucedió hasta ahora.
Desde el perottismo se trabajó para unificar todo para poder abarcar y conducir, y terminó generando la idea de que el resto no perseguía el bien común peronista. Eso no cayó muy bien. Quienes prefieren desde el inicio el interbloque creen que un espacio único no garantiza un funcionamiento parejo, y terminará invisibilizando las distintos tribus, algo que no servirá para construir de cara al 2023.