A diferencia de 2021, cuando el gobernador Omar Perotti obtuvo su primer Presupuesto en base a una afinada negociación simultánea con las dos cámaras legislativas, esta vez cerró solo con el Senado y terminó generando una barricada en Diputados que ahora maneja la opción de no aprobar el texto para administrar la provincia de Santa Fe en 2022.
Dos cuestiones cambiaron desde entonces. En primer término, el gobernador planteó la negociación unilateral a través de su ministro de Economía, Walter Agosto, como interlocutor con los senadores díscolos del PJ, llámese Armando Traferri, y Rubén Pirola, y con el radicalismo de Felipe Michlig y Lisandro Enrico. Garantizadas algunas cuestiones, le aprobaron sin mayores problemas el texto y hasta se deshicieron en elogios para el funcionario. Cuentas claras conservan la enemistad.
La otra cuestión que cambió fueron las circunstancias políticas que tanto el socialismo como Juntos por el Cambio empuñan y usan de condicionante. “Tienen que tomar registro y entender que ya pasaron dos años de gestión, perdieron las elecciones y no te pueden convocar solo en las malas”, explicaron a Letra P en la oposición.
Este marco en el que diputados y diputadas dicen haber quedado fuera de la negociación primaria a diferencia del 2021, cuando avisaban que el Presupuesto “salía por un tubo” tras un toma y daca armonioso, le da margen negociar directo al tuétano o, incluso, no aprobarlo si no hay concesiones. Se suma la otra condición política que hace de paraguas: el rechazo del Presupuesto a nivel nacional tanto del socialismo como de JxC.
“Nos vamos a sentar desde cero, y, si no ceden nada, no habrá Presupuesto como ocurrió a nivel nacional”, soltó un legislador que tiene el teléfono caliente desde el jueves pasado. Pero también entienden que sin Presupuesto nuevo, o mejor dicho, con el actual prorrogado por decreto, hay mayor arbitrariedad en la disponibilidad de recursos.
En tanto, el Gobierno entiende que el ida y vuelta simultáneo entre los cuerpos legislativos como sucedió el año pasado se hace cuando los intereses de ambos coinciden y este no es el caso. Las gestiones de la cartera de Gestión Pública como de Gobierno quedó relegada a diferencia del 2021 y ahora intentará limar las diferencias que deriven de las eventuales modificaciones que pida Diputados al ministro de Economía y que, por reglamento, deberán volver al Senado. Perotti controla solo seis de 50 bancas en Diputados, mientras que entre el socialismo, aliados y JxC se llevan casi la mitad.
Toma y daca
Será un martes de superacción entre el guardián de las cuentas de Perotti con las cabezas de bloque de la Cámara baja. Hay algunos puntos principales que la oposición pone en la mesa. Por un lado, la vieja solicitud de actualizar -en este caso compensar desde la provincia- el Fondo del Conurbano para Rosario, Santa Fe y Villa Gobernador Gálvez, que quedó congelado hace más de 20 años.
Ahora van a la carga como nunca porque ven superávit en las cuentas del gobernador y hasta fondos frescos de la deuda histórica de coparticipación. A su vez cuestionan que la inflación del 33% proyectada les terminará generando más recaudación de forma encubierta.
También pedirán que las autorizaciones para que los municipios utilicen herramientas financieras sean más laxas; actualizaciones del porcentaje asignado a obras menores para los municipios (excepto Rosario y Santa Fe); y que el impuesto Inmobiliario deje de distribuirse equitativamente en un 50% entre Provincia y municipios, y pase a una proporción del 60 a 40% a favor de las intendencias.
Este punto fue uno de los pedidos por el intendente Pablo Javkin, quien mantuvo varios contactos con el ministro de Gestión Pública, Marcos Corach, y otros tantos, con encontronazos fuertes, con el ministro de Economía. La rosca durante el fin de semana fue incesante y tuvo puntos muertos que apuestan revivir del todo este martes con la presencia del ministro en la Legislatura.