NOVENA SECCIÓN

Guiño de Kicillof a la revisión de la ley que pone tope a las reelecciones

El gobernador banca a los intendentes, pero pide un amplio consenso en la Legislatura. Resistencia interna, oposición y opciones para una más en 2023.

Con las urnas aún calientes y tras la derrota con olor a triunfo en la provincia de Buenos Aires, los intendentes de la provincia de Buenos Aires avanzan a paso redoblado para modificar la ley que pone tope a las reelecciones indefinidas. El tema se habla en cada reunión de la que participan y también motivo de tertulias en la legislatura. En ese marco, el gobernador Axel Kicillof hace un guiño a los dueños de los votos; acompañará, siempre y cuando se logre un amplio consenso en el parlamento, teniendo en cuenta que miembros de la coalición gobernante apoyaron la norma propuesta por María Eugenia Vidal en 2016.

 

“Si se consigue un amplio consenso en la Legislatura, por supuesto que el gobernador va a acompañar a los intendentes del Frente de Todos para rediscutir la Ley”, afirmó a Letra P un funcionario cercano al mandatario. La fuente recordó que “los legisladores del Frente Renovador acompañaron la iniciativa” en su momento y -dijo- “también muchos de nuestros dirigentes; lo más importante es que se logren los acuerdos legislativos”.

 

La Ley que pone un tope de dos mandatos consecutivos para intendentes/as, concejales/as y consejeros/as escolares fue sancionada en 2016 por iniciativa de Juntos por el Cambio y el Frente Renovador y apoyada por otros dirigentes que hoy están en el Frente de Todos. La avanzada encuentra un escollo difícil de sortear: a mediados de octubre, Sergio Massa ratificó su postura durante un encuentro con estudiantes universitarios. Dijo: “Nada ni nadie me va a hacer cambiar de opinión”.

 

Este miércoles, durante la cena en la Quinta de Olivos que compartieron el presidente Alberto Fernández, funcionarios nacionales e intendentes de la Primera y la Tercera secciones electorales luego del acto del Día de la Militancia, el presidente de la Cámara de Diputados habría insistido con su postura pese a que el primer mandatario avaló la movida de los jefes comunales. Allí estaba también en el gobernador, quien apoya si hay consenso.

 

Al día siguiente, la portavoz del gobierno nacional, Gabriela Cerruti, hizo referencia al tema. “Es algo que están trabajando los intendentes, el Gobierno escucha y en algún momento se va a tomar alguna decisión”, reconoció en conferencia de prensa. Sin embargo, Fernández ya les había dado su apoyo a los jefes comunales un año antes, durante un almuerzo en Avellaneda. “Cuando un intendente es elegido dos o tres veces, es porque los vecinos lo votan y quieren que siga siendo intendente. Y nosotros no podemos ir en contra de la voluntad popular”, había dicho en aquella ocasión.

 

La derrota en las elecciones de medio término podría torcer la voluntad de otros detractores de la idea de revisar la ley. La dirigencia sabe que en 2023 deberá enfrentar una elección compleja y cree fundamental contar con la tracción de los intendentes en sus distritos, que podrían debilitarse electoralmente si no son sus nombres los que figuran en las boletas.

 

“No es lo mismo un sucesor, aunque tenga el apoyo del intendente o la intendenta, a que estén ellos mismos en el cuarto oscuro”, dijo un dirigente del conurbano a Letra P. El argumento tiene el antecedente inmediato de las elecciones del domingo, que mostraron el éxito del Plan Remontar montado sobre las espaldas de las intendencias.

 

Los jefes comunales que empujan para que se revierta la situación consensuaron que el mejor escenario para hacerlo es la Legislatura bonaerense y ya comenzaron las charlas informales. El objetivo es complejo porque requeriría de un gran acuerdo entre las tribus que conforman el todismo y la oposición.

 

Harían pie en el argumento de que ninguna norma puede legislar para atrás, por lo que si la misma fue sancionada en 2016, el primer mandato a contabilizarse no puede ser el que va de 2015-2019. Eso habilitaría a la mayoría de los intendentes e intendentas volver a presentarse en 2023. De no lograrse, la última opción es la vía judicial, camino que sondeó el peronismo por mediados de este año pero que no terminó de darles las garantías que buscaban.

 

De no lograr los consensos para modificar la Ley, en la próxima elección ejecutiva no podrán intentar renovar su mandato 83 de los 135 intendentes o intendentas. Así, se daría una renovación política nunca vista en Buenos Aires.

 

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