Si en las elecciones general de este domingo se repiten los resultados de las elecciones Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), el gobernador Axel Kicillof deberá seguir lidiando hasta el final de su mandato con una Legislatura adversa, lo que lo obligará a negociar para sacar leyes clave. En el Senado, seguirá mandando la oposición, aunque perderá una banca, pasará de 26 a 25 escaños y el oficialismo de 20 a 21. En Diputados, se le complicará: perderá butacas y deberá cuadruplicar la cantidad de bancas aliadas para llegar al cuórum, en un contexto en el que los bloques por fuera de la grieta se encuentran en proceso de extinción.
El exministro de Economía de Cristina Fernández se sentó en el sillón Dardo Rocha por primera vez con un número de respaldo histórico. Superó a María Eugenia Vidal por 13 puntos y aun así debió padecer numerosas dificultades en el ámbito legislativo para intentar avanzar con algunas leyes clave para su modelo político y económico. Esa realidad sigue vigente. Actualmente, el Frente de Todos necesita de dos aliados para conseguir cuórum y de 17 voluntades para llegar a los dos tercios que se necesitan, por ejemplo, para proyectos como los de endeudamiento. El sueño de recomponer la Suprema Corte a su gusto dormirá el sueño de los justos. O tendrá que negociar. Y Julio Conte Grand está más aferrado que nunca a su sillón de Procurador. La selección de lugares en el directorio del Banco Provincia o la designación del nuevo defensor del pueblo de la provincia también anticipa un laberinto de tensiones y negociaciones extenso.
De repetirse el resultado de las PASO, el peronismo retrocederá casilleros y de 45 bancas pasará a tener 42 en la Cámara baja, lo que significa que deberá pulir aún más sus dotes de persuasión. Requerirá de 5 aliados para lograr el cuórum y 20 para los dos tercios. En tanto, Juntos por el Cambio elevará la cantidad de escaños de 38 a 44.
A esto se le suma una dificultad previsible más allá de los números de esta o la próxima elección, y es que buena parte de los bloques que oficiaron de árbitros de la grieta tienen fecha de vencimiento. 17 de Noviembre, que tiene dos bancas, se quedará solo con una después de diciembre, y Cambio Federal, que de todos modos ahora es parte de Juntos al menos a nivel provincial, retendrá solo dos de las cinco bancas que tiene.
El Frente de Izquierda y los Trabajadores tiene una banca y se quedará con dos después de diciembre, en tanto que el Partido Fe, que se especula podría fusionarse con el oficialismo, se quedará con el mismo escaño que tiene mandato hasta el 2023.
El panorama futuro en el Senado es complejo. Si bien la oposición hizo una elección amplia e incluso arrolladora en numerosas secciones que eligen representantes para la Cámara alta, la gran cantidad de bancas que se le vencen pueden mantener un equilibrio casi calcado al de la actualidad. El Frente de Todos, que tiene 20 senadores y senadoras, pasará a tener 21; 13 de ellos, con mandato hasta 2023, y sólo 8 con mandato hasta 2025. En tanto que Juntos por el Cambio, que hoy cuenta con 26 voluntades propias, descenderá a 25. A diez de las y los representantes se les vencerá el mandato en 2023 y a 15, recién en cuatro años, lo que le permitirá a la oposición continuar con mayoría propia.