El presidente del bloque socialista de la Cámara baja santafesina, Joaquín Blanco, busca bajarle el tono a la reciente salida de la bancada radical Evolución, comandada por Maximiliano Pullaro, del Frente Progresista. Afirma que, a pesar de no compartir la decisión del exministro de Seguridad, aspira a “tener una coordinación” porque los une “una historia en común”. Respecto al futuro de la presidencia de Diputados, dice que no quiere “entrar en polémicas o especulaciones”.
Por otra parte, se muestra escéptico respecto a la posibilidad de una mejor relación entre el Frente Progresista y la gestión de Omar Perotti a pesar de que se haya aprobado la Ley de conectividad. “Me baso en la experiencia”, afirma a Letra P el legislador y asegura que es parte de una “oposición seria y responsable”.
-¿Qué lectura hace de la actualidad del Frente Progresista tras las PASO?
-La realidad es muy buena. Estamos en condiciones de hacer unas muy buenas elecciones el 14 de noviembre. Somos muy optimistas en ganar las categorías a concejales en Rosario, Santa Fe y Villa Gobernador Gálvez, que son las tres grandes ciudades de la provincia. En muchas otras localidades vamos a hacer un muy buen papel. Trabajamos para que seamos la primera minoría a nivel local. Por otro lado, creemos que Clara García y Paco Garibaldi van a ser la gran sorpresa; su lista va a ser la que más crezca entre las PASO y las generales.
-¿Cómo tomó los cambios que se dieron en la Legislatura?
-Mantenemos el interbloque del Frente Progresista con un sector del radicalismo, CREO, GEN y PDP. La deserción del bloque Evolución nos pone en un escenario diferente. Por los vínculos y por un entendimiento de la política provincial, aspiramos a tener una coordinación como la que teníamos previamente. Nos une una historia en común, porque fuimos parte del Frente, y un compromiso electoral, porque participamos de la lista de Miguel Lifschtiz que ganó las elecciones.
-Pero, más allá del entendimiento, hubo una ruptura. ¿Cómo se explica?
-La respuesta debería darla el radicalismo. Nosotros estamos en el mismo lugar de siempre y vamos a elecciones en un espacio progresista con aliados radicales como (Fabián) Palo Oliver y (María Eugenia) Schmuck, Pablo Javkin y toda una red de intendentes del Frente. Si bien respetamos la decisión de este bloque del radicalismo, no la compartimos, pero no quita que podamos sentarnos a conversar sobre una agenda parlamentaria común.
-¿Existe la posibilidad de conformar un gran frente opositor como pide parte de JxC?
-Toda la sociedad atraviesa un momento de una muy profunda crisis económica y de seguridad. Estamos a dos semanas de unas elecciones. Hablar de un futuro electoral y de 2023 no es respetuoso con este proceso electoral ni con la sociedad. Mirarse el ombligo y solamente hablarle a la política sería lo peor que podría hacer la política. Estamos enfocados en una campaña electoral convencidos de que tenemos a la mejor candidata, Clara García.
-¿Hace alguna autocrítica el Frente Progresista?
-La sociedad nos puso en un lugar de oposición y estamos siendo una oposición seria y responsable al gobierno de Omar Perotti. El Partido Socialista viene de un año de pérdidas por el fallecimiento de nuestro líder, Miguel Lifschitz, pero también de reconstrucción de los golpes que nos fue presentando la vida. Estoy muy orgulloso de ese proceso, sosteniendo un legado y proyectando futuro. Fuimos a unas PASO ejemplares comparadas con las de JxC o el peronismo; las ganamos y al otro día nos juntamos con Rubén Giustiniani para trabajar juntos y también nos pusimos a disposición de Ciro Seisas para ganar la ciudad de Rosario.
-¿La aprobación de la Ley de conectividad puede marcar un antes y un después en la relación con la gestión Perotti?
-No creo y me baso en la experiencia. En dos leyes hubo una mesa de diálogo con el gobierno que permitió llegar a un acuerdo en el que todas las partes cedían en su posición original: la adhesión de la ley ART en 2020 y la de conectividad. En ambos procesos hubo una actitud del Ejecutivo de buscar una salida, donde cedió parte de sus posiciones originales. El gobierno tuvo todas las leyes que consideró fundamentales. Si hay algo que no puede plantear Perotti y su gestión es que se hayan encontrado palos en la rueda en la Legislatura.
-¿Hay alguna posibilidad de que el bloque Igualdad se sume al Frente Progresista?
-Estamos en un momento en que, más que sumar a un interbloque, hace falta coordinación parlamentaria, política, diálogo, escucharnos y encontrarnos en la práctica. Con Rubén (Giustiniani) y el bloque de Igualdad estamos haciendo eso; para nosotros fue una gran noticia que se sumara al FAP. Nos vamos encontrando en temas. Eso es mucho más valioso que si uno está o no está sumado a un interbloque.
-¿Qué va a ocurrir con la presidencia de Diputados?
-Somos muy agradecidos con todos los bloques, simplemente vamos a reconocer y agradecer que, en el momento institucional más complicado de la Cámara de Diputados, hubo un enorme entendimiento de lo que había votado la gente y un gran respeto hacia el proceso que estábamos viviendo por el fallecimiento de Miguel Lifschitz. No quiero entrar en polémicas o especulaciones.
-¿Cómo van a votar en caso de que salga el dictamen de destitución de Marcelo Sain?
-Lo vamos a charlar en el bloque, pero desde el primer momento marcamos que había una incompatibilidad manifiesta y lamentablemente el tiempo nos dio la razón. Somos críticos de esa incompatibilidad y de cómo desde el Organismo de Investigaciones se utilizaron instrumentos de la justicia para fines políticos y electorales.
-¿Clara García es la candidata natural para la gobernación en 2023?
-Van a surgir varias figuras, sin dudas los intendentes Pablo Javkin y Emilio Jatón, figuras dentro del radicalismo y el socialismo. Estamos en un proceso que aceleró una renovación producto de la pérdida de Miguel y tenemos capacidad, dirigentes, experiencia y gente joven para lo que viene.