Con la excusa de participar del lanzamiento de la campaña de Luis Juez y Rodrigo De Loredo hacia el 14 de noviembre, Horacio Rodríguez Larreta dio inicio a su gira nacional, que lo llevará a recorrer varias provincias y que también le permitirá afianzar su liderazgo dentro de la alianza opositora de cara a 2023. Lo hizo en Córdoba, la provincia que fuera bastión del expresidente Mauricio Macri y donde la fuerza obtuvo la mayor victoria electoral del país, venciendo al oficialismo provincial y al nacional.
La mañana del jueves se presentaba desapacible, con un clima atípico para la primavera y con el horizonte cercano que prometía una foto conjunta que iba a servir de primer gesto para avanzar hacia lo que el cambiemismo se imagina como la victoria electoral más contundente de la corta historia de la fuerza en Córdoba. “Vamos por siete diputados en Córdoba”, tiró al pasar, en su discurso, el propio Larreta. Algo que, al menos, parece un poco exagerado. Pero la confianza puso la vara en ese lugar.
El mensaje fue nacional. Más allá de tomar a Córdoba como punto de partida, todos los dirigentes apuntaron contra el Frente de Todos (FdT) y hablaron de la necesidad de batallar para ponerle “un freno” legislativo al kirchnerismo. Además, el acto sirvió para hacer una lectura en torno futuras estrategias de gestión. Los oradores pidieron animarse a pensar “lo que la Argentina necesita” y las “formas de hacerlo”.
“Tenemos que sacarle el cuórum propio a Cristina Kirchner en el Senado. Somos la única fuerza que les puede decir basta. Pero no solo estamos para eso, estamos para construir un país mejor, para llevar propuestas al Congreso y para generar laburo en la Argentina. Lo que el kirchnerismo no ha podido hacer, lo vamos a hacer nosotros”, aseguró el alcalde porteño, a la vez que prometió mejorar la seguridad, la educación y la economía.
En las primarias, Córdoba se convirtió en un escenario central para analizar las diferencias internas. En la pulseada, ganó la lista bendecida por Patricia Bullrich, quien estuvo de manera virtual en el acto de lanzamiento de campaña. “Nosotros resolvimos nuestras diferencias en las urnas y ellos lo resolvieron a los sopapos”, dijo Juez en referencia a la crisis del gobierno nacional, que derivó en un cambio de gabinete tras la derrota de septiembre.
El acto sirvió para mostrar una foto de unidad de JxC. Sin embargo, la primera parte de la campaña cordobesa no se caracterizó ni por su prolijidad, ni por su previsibilidad, ni tampoco por un juego limpio entre los candidatos y las candidatas. La unidad deberá ser trabajada a lo largo de 38 días hasta llegar a las generales. Nadie se atreve a imaginar sus características, pero su primer objetivo será resolver en la cohesión interna.
Con el triunfo casi asegurado en las legislativas, la fuerza comienza a jugar un partido de largo aliento que tienen como objetivo definitivo la pelea por llegar al Panal en 2023. De hecho, Larreta no se anduvo con chiquitas y transparentó las intenciones de “gobernar Córdoba en 2023”. Lo dijo afuera y lo planteó como un objetivo hacia adentro. Nada que no se haya dicho, pero el porteño sabe que para sus ambiciones nacionales, un empuje de tales magnitudes puede resultar determinante. En el inicio de su “gira preelectoral” tiene otro distrito entre ceja y ceja: Santa Fe. Sumadas a la ciudad que gobierna y a la provincia de Buenos Aires, donde logró ubicar a su alfil, esos cuatro distritos serán claves en su armado electoral.
Si bien la visita de Larreta, Martín Lousteau y Alfredo Cornejo buscó expresar un armado amplio que contempla la pata oficial del PRO y a las dos vertientes más importantes del radicalismo, no deja de ser llamativa la ausencia de representantes nacionales de la Coalición Cívica. En la previa a las primarias, Elisa Carrió había expresado su apoyo a Mario Negri, con quien sostiene una entrañable amistad desde hace años.
Entre los que sí estuvieron, se destacó la figura de Oscar Aguad, uno de los impulsores de Cambiemos a nivel nacional que había elegido resguardarse en un bajo perfil después de la salida del macrismo del poder, allá por 2019. “Empieza a caminar una esperanza que tiene su punto de llegada el 14 de noviembre”, dijo el exministro de Defensa que viene sumando en el espacio opositor casi como un hombre de consulta para los desafíos por venir que deberán ser protagonizados, según sus propias palabras, por “estos muchachos que deberán hacer una mejor elección que la que hicieron en septiembre”.
Es la idea de todo el espacio, arrancarle un diputado al schiarettismo y sumar seis bancas cordobesas al Congreso que quedará conformado el próximo 10 de diciembre.