La gestión de la pandemia le costó al gobierno de Omar Perotti la pérdida de funcionarios claves en momentos determinantes del abordaje de la crisis. Así como al inicio de la cuarentena se alejó el ministro de Salud, y luego, a días de debatir el Presupuesto 2021 hizo lo propio el ministro de Gobierno, ahora, en plena aplicación de la Sputnik V, decidió renunciar la encargada del programa de vacunación.
Según confirmó Letra P de fuentes inobjetables, este miércoles la coordinadora del Programa de Inmunizaciones, Soledad Guerrero, tomó la decisión de abandonar su cargo y por estas horas la ministra de Salud, Sonia Martorano, evalúa la situación. Desde el área de Salud desmintieron que haya una formalidad presentada, y aclararon que Guerrero se encuentra de licencia, por lo que la estructura de inmunizaciones se está reacomodando ante la sobrecarga de trabajo por el proceso vacunatorio.
La médica pediatra no asumió con la gestión de Perotti sino que ya se encontraba en el cargo en la gobernación del Frente Progresista, aunque no es militante política. Los motivos de la dimisión encuentran explicación en las diferencias operativas y funcionales sobre la campaña de vacunación, y se le suman a los trascendidos sobre la poca participación que tenía en la toma de decisiones. Incluso tuvo nula aparición mediática con la puesta en marcha del proceso vacunatorio de fines de diciembre, situación que acaparó Martorano. Guerrero tiene un perfil más bien emparentado a los procesos de inoculación tradicionales y de la niñez.
A su vez, la salida coincide con un episodio descoordinado del debut del micrositio Santa Fe Vacuna, una plataforma para inscribirse al programa de vacunación contra el covid. El martes por la noche se viralizó un link que llevaba al registro, pero a las horas se dio de baja. En el transcurso que estuvo activo hubo numerosas inscripciones, por lo que el ministerio salió a explicar que se trataba de una “prueba interna” y no tuvo funcionalidad.
Cambio de figuritas
La decisión de un funcionario de alejarse en momentos calientes ya puede tomarse como un factor común de la gestión Perotti. Descoordinación, diferencias en criterios y hasta desunión entre las líneas han sido los factores que se repitieron. El exministro de Salud Carlos Parola se alejó a los dos meses de desatarse la pandemia en el país, entre encontronazos internos en la cartera y un perfil poco expeditivo.
En su lugar asumió Martorano, por entonces secretaria del área, quien ya demostraba estar en funciones desde el comienzo de la crisis. Con una forma muy fluida de comunicar, y proactividad en el trabajo, contrastó con su antecesor. No llegó desde la militancia, sino desde el mutualismo y la actividad privada. Está ligada fuertemente a la Asociación Médica de Rosario y el Colegio de Médicos de Rosario, dos entidades de peso que presidió.
El otro ministro que abandonó el cargo en momentos determinantes fue Esteban Borgonovo cuando pegó el portazo de Gobierno y Justicia acusando “falta de respaldo explícita” del gobernador. Fue a mediados de noviembre, a días de comenzar la negociación del Presupuesto 2021 y la ley Tributaria, es decir, los números con que administrará Perotti el 2021. El hueco terminó siendo ocupado en ese lapso por Marcos Corach, quien la semana pasada asumió como ministro de Gestión Pública, mientras Roberto Sukerman asumió en el lugar de Borgonovo.