El año comenzó con una agenda activa en política exterior para el presidente Alberto Fernández. “Argentina y Chile son países indisolublemente hermanados”, aseguró del otro lado de la cordillera, en su primera visita oficial de estado desde su asunción. En una región que se adapta a la llegada de Joe Biden a la presidencia de los Estados Unidos y a la espera de la ansiada recuperación económica de la pospandemia, Fernández juega en la arena regional con equilibrio político para profundizar acuerdos y lograr objetivos.
“Las relaciones con Chile están en un gran momento”, aseguró una fuente de la Cancillería en diálogo con Letra P. Durante su discurso en la Casa de la Moneda, Fernández hizo hincapié en la unidad regional como factor necesario para superar la crisis. “Si hubiésemos estado más juntos, hubiésemos sobrellevado mejor esta pandemia”, dijo y recordó el plan ABC de Juan Domingo Perón, que pregonaba la unidad de Argentina, Brasil y Chile.
La agenda fue un síntoma de esto. Sobre la mesa se discutieron temas vinculados con la integración fronteriza, el comercio económico, defensa y seguridad, educación, cultura y medioambiente, entre otros. “Hermanada tiene que estar toda América Latina en este tiempo que nos toca vivir”, dijo Fernández, que sostiene que la crisis se supera “con todos”, tanto a nivel interno como externo.
La visita se enmarca en una agenda exterior que busca ser más pragmática. La relación trasandina sufrió algunos traspiés desde la asunción de la dupla Fernández, en gran medida a raíz de las diferencias políticas existentes con el mandatario chileno, Sebastián Piñera. Alberto Fernández cerró 2020 con un encuentro con el mandatario uruguayo, Luis Lacalle Pou; hace unas semanas habló por teléfono con Joe Biden y hace unos días recibió el secretario especial de Asuntos Estratégicos de Brasil y hombre clave de Jair Bolsonaro, Flávio Viana Rocha.
En la Casa Rosada saben que se gobierna en el contexto que se tiene y no el que se quiere, lo que provoca alianzas y trabajos conjuntos con gobiernos con los que existen casi nulas coincidencias políticas. “Estoy aquí para ver cómo enfrentamos el futuro juntos en unidad, como corresponde”, dijo Fernández. Diferentes, pero juntos. En diálogo con Letra P, una fuente de la diplomacia nacional agregó: “Estamos trabajando en conjunto con una agenda muy positiva. Más allá de las diferencias ideológicas, hay una buena relación de Estado a Estado”.
De todas maneras, el viaje también dejó tiempo para la política y las afinidades partidarias, pero, aclaran desde la comitiva que cruzó la cordillera, fue una parte del viaje que quedó por fuera del carácter oficial del mismo para evitar posibles rispideces. Fernández visitó una réplica del despacho presidencial del mandatario socialista derrocado en 1973, Salvador Allende, junto a la hija y la nieta de líder de la Unidad Popular. Además, en la embajada argentina mantuvo un encuentro con figuras de la oposición, intelectuales y artistas nacionales. Por caso, con la diputada nacional por el Partido Comunista Karol Cariola, quien aseguró que Fernández les manifestó que “le preocupa profundamente la falta de unidad” opositora y les “hizo un llamado a aprender de los procesos que se están dando en América Latina”, entre ellos, la victoria del Frente de Todos sobre Mauricio Macri. Fue un momento de la visita que sirvió, a la vez, para mantener el equilibrio en la heterogénea alianza peronista gobernante, que contempla en su interior a sectores críticos de Piñera, especialmente por su modelo económico liberal y la represión ejercida durante las protestas de fines de 2019.
La cuestión económica también ocupó una importante trama de la agenda. En el Palacio San Martín destacan que el país trasandino “es un socio muy importante” que en 2019 representó el cuarto destino de las exportaciones nacionales, al ocupar el 4,7% del total, y el puesto 17 en los países de origen de las importaciones con el 1,1%. Asimismo, en aquel año significó el mayor superávit comercial nacional con 2.532,6 millones de dólares por un total de 3.069 millones en exportaciones y 536,6 millones en importaciones. Este saldo positivo se repitió en 2020. Hasta el mes de noviembre, último registro realizado por el INDEC, Chile fue el quinto socio comercial nacional con saldo positivo en la balanza de 2.169 millones de dólares a favor de la Argentina, el más grande del año. Además, según un informe elaborado por la Cancillería las exportaciones a Chile fueron las que menos cayeron durante el 2020 entre los principales destinos argentinos. Las mismas sufrieron una contracción del 4,4%, muy por debajo del 27,3% que sufrió con Brasil, el 21,6% con China y el 19,2% con los Estados Unidos.
El carácter de la visita de Estado también buscó dejar asentados acuerdos y alianzas a nivel Estado que logren superar los cambios de gobierno de turno ya que el 2021 será un año intenso electoralmente para Chile. El 11 de abril se elegirán a los 155 integrantes, con paridad de género y representación de los pueblos originarios, de la Convención Constituyente encargados de redactar una nueva Carta Magna tras el estallido social de 2019. Además, el 21 de noviembre se realizarán las elecciones presidenciales de las que no participará Sebastián Piñera porque no se permite la reelección inmediata. Según pudo saber Letra P, en Cancillería se prestará especial atención a este proceso ante un posible cambio presidencial. Actualmente las encuestas las lidera el alcalde de Recoleta y dirigente comunista, Daniel Jadue. Un hombre con el que a priori, el Frente de Todos puede encontrar mayores puntos de contacto en la relación bilateral.
El cruce de los Andes de Fernández fue un primer paso para lograr alcanzar de forma conjunta y regional una salida a la crisis del Covid-19. “Nos ha permitido fijar una hoja de ruta”, afirmó Piñera. Ahora será turno de cumplir los objetivos y llegar al destino deseado.