Hace un mes la Coalición Cívica reordenó sus fichas para transitar el primer año electoral que le tocará afrontar luego de la derrota de Juntos por el Cambio (JxC) en 2019. La fundadora del partido, Elisa Carrió, anunció que será candidata por la provincia de Buenos Aires. Ratificó además al diputado nacional Maximiliano Ferraro como titular del partido y lo sacó de la presidencia del bloque en la Cámara baja. En su lugar promovió al abogado Juan Manuel López, el más joven de la bancada: juró en 2017 y le quedan diez meses para terminar su primer mandato. Sin embargo, entre las ocho voluntades del espacio que conduce desde diciembre, es el mejor posicionado para renovar su banca en las legislativas de este año.
En su entorno advierten que su futuro electoral para 2021 dependerá de "las necesidades del partido y de Lilita", pero reconocen que ha quedado en una posición expectante en la víspera de las definiciones electorales del socio menor de JxC y de las negociaciones que ya comenzaron con la UCR y el PRO para establecer la convivencia durante este año. A diferencia de las dos elecciones anteriores, en la alianza opositora ahora nadie detenta la lapicera presidencial para cerrar las listas. Su armado dependerá de una compleja negociación entre los tres partidos, cuya agenda no está clara ante las dudas sobre la realización de las PASO y la firmeza del calendario electoral vigente.
Con las heridas de 2019 sin cicatrizar, el año pasado Ferraro recorrió distintos puntos del país para completar el alcance nacional de la CC. A pesar de la pandemia, el entonces jefe del bloque condujo parte de la incipiente agenda federal del partido en forma presencial y virtual. Es el prólogo del reclamo que resonará en la Mesa Nacional de JxC, porque los "lilitos" quieren ampliar su presencia en las listas de todo el país y especialmente en Ciudad y Provincia de Buenos Aires.
La Coalición Cívica nunca tuvo senadores y en el partido tampoco creen que los tenga en el corto plazo. En el bloque sostienen que no se trata de un objetivo estratégico. "A Lilita nunca le gustó el Senado", confiesan. Ese hueco redobla la importancia del bloque en Diputados. Carrió está convencida de que el único lugar donde realmente JxC funciona como una alianza con participación de sus tres partes es en la Cámara baja. El dato redimensiona la jefatura de la bancada, en una fuerza política construida a partir de la tradición parlamentaria de su fundadora y sus integrantes.
Con 37 años, López es uno de los exponentes más jóvenes de esa cultura. Entre 2011 y 2017 fue asesor de Carrió y antes trabajó en el despacho de Fernando Sánchez cuando fue diputado. Junto a Ferraro, Sánchez es otro de los colaboradores más estrechos de la oriunda del Chaco, que evalúa ocupar una candidatura este año como diputada nacional por la provincia de Buenos Aires y pelear por su gobernación en 2023. También podría respaldar al joven diputado para que ocupe los primeros lugares en la lista porteña.
López lleva 15 años como integrante de la CC y en 2017 compartió boleta con Carrió. Ahora tal posibilidad aparece remota. Si pelea por un segundo mandato, el legislador deberá ser parte de una negociación más amplia con el alcalde porteño Horacio Rodríguez Larreta. Dueño de la lapicera capitalina, hace tres años cedió a los pedidos de Carrió para incluir a su joven delfín. La relación entre ambos goza de buena salud y es una de las ventajas que aumentan las chances de López para transformarse en una de las opciones más competitivas de la CC frente a la disputa interna que se avecina para armar las listas de este año.