La Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), la organización gremial que unificó a los principales movimientos sociales, presentó una nueva denuncia ante la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS) por maniobras fraudulentas de traspaso de afiliados y afiliadas de esa organización a otras obras sociales sindicales.
Durante los últimos meses, la UTEP registró que unas 1.600 fichas de la mutual Senderos, la prestadora de salud que manejan las organizaciones sociales, fueron derivadas sin consentimiento de sus titulares a obras sociales sindicales. El agravante es que, como anticipó Letra P, el trámite de cambio de compañía de salud debe realizarse en la SSS, un organismo que se encuentra virtualmente paralizado por la pandemia y que deja sin cobertura de salud a miles de personas con empleo registrado que consiguieron trabajo en plena crisis sanitaria.
"Muchos de nuestros compañeros vienen a atenderse a la mutual y, a la hora de ingresar el trámite, notamos que no figuran más en nuestro padrón. Cuando consultan en la SSS les dicen que están inscriptos en otras empresas de salud y que no se pueden atender hasta que no termine el trámite, que dura tres meses", apunta Sergio Sánchez, referente de la UTEP, y cuestiona que durante esos meses la nueva prestadora recibe aportes, pese a que los y las aportantes quedan en un limbo sin cobertura.
La primer denuncia ante la SSS fue presentada en noviembre de 2019 y en los últimos días fue ampliada, después de que las organizaciones registraron la continuidad de las maniobras fraudulentas de traspasos.
Las víctimas son en su mayoría monotributistas sociales, a quienes les falsifican la firma o son visitadas por personas que se presentan como representantes de la mutual que están haciendo un reempadronamiento y captan los datos para hacer los cambios. La preocupación es doble, porque en muchos de los casos se trata de pacientes con enfermedades crónicas, bajo tratamiento o insulino-dependientes.
Ante la negativa de muchas obras sociales para incorporar monotribustistas como clientes, las organizaciones sociales crearon en 2013 la mutual Senderos, para brindar cobertura de salud a los trabajadores y trabajadoras de la economía popular, de donde ahora se drenan afiliados hacia otras prestadoras, como la Obras Social de Trabajadores de Prensa, que gestiona la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (UTPBA).
Las organizaciones sospechan que los padrones son facilitados desde adentro de la SSS, el organismo que dirige Eugenio Zanarini, un médico de confianza del ministro de Salud Ginés González García, dado que se trata de información confidencial a la que es difícil acceder.
"La SSS es el organismo estatal que tiene la función de controlar las opciones de cambio que realizan las obras sociales y de velar por el cumplimiento de la cobertura que las mismas deben garantizar a sus afiliados, pero no lo hace. Hace años que las organizaciones sociales vienen denunciando esto con pruebas contundentes pero no tienen respuesta", señala el comunicado de la mutual, que actualmente atiende a unos 30 mil afiliados.
La UTEP promueve además la creación de un Instituto de Salud específico para trabajadores y trabajadoras de la economía popular, gestionado por el Estado, que "termine con el negociado que algunas Obras Sociales tienen con los monotributistas sociales, y garantice el derecho a la salud haciendo un buen uso del presupuesto que el propio Estado ya invierte para tales fines".
El organismo que regula las prestaciones de salud es una entidad codiciada por el mundo gremial, que tras el cambio de gobierno intentó colocar a David Arauchan, de Unión Personal-UPCN, como superintendente para garantizar el manejo de los recursos de las obras sociales. Finalmente, González García inclinó la balanza en favor de Zanarini.