El anuncio de retroceso a fase 1 en el departamento General Roca agiganta la furia de los vecinos de la región del Alto Valle y obliga a la gobernadora, Arabela Carreras, a consensuar con los intendentes una salida decorosa ante las protestas que se replicaron en las principales ciudades de la región. A la par, los empresarios pymes ya tienen las demandas redactadas para que la provincia los asista en esta etapa. Se mantiene la expectativa sobre una nueva decisión que, oficialmente, sería comunicada en las próximas horas.
Con una prueba de humor social sobre el acatamiento, el gobierno de Río Negro anunció este domingo por la tarde que el Alto Valle volvería a fase 1. Sobre la noche, Carreras brindó una conferencia de prensa y las manifestaciones se esparcieron como reguero de pólvora en Cipolletti, General Roca y Villa Regina. Lo mismo en Allen y Fernández Oro. En algunas fueron directamente contra las casas de los intendentes. La reacción espontánea marcó un antecedente riesgoso, que no conoce límites, ante la primera trinchera del Estado.
Por eso se convocó esta mañana a los jefes locales del departamento (Allen, Campo Grande, Catriel, Cervantes, Cipolletti, Chichinales, Cinco Saltos, Contralmirante Cordero, Fernández Oro, General Enrique Godoy, General Roca, Ingeniero Huergo, Mainqué, Villa Regina y la Comisión de Fomento de Peñas Blancas) para dialogar sobre la medida que, en la previa, tuvo sólo una opositora: María Emilia Soria, de Roca.
La propuesta de la jefa comunal roquense se basó en dos puntos: aplicar una política de seguridad efectiva que garantice los controles de circulación de personas y fortalecer el sistema sanitario local con camas UTI y aceptando la colaboración de la Nación.
Como explicó Letra P, la intendenta pronosticó un difícil escenario si se volvía casi a foja cero. Anticipó un rechazo masivo, que se expresó en marchas, caravanas y escraches (atacaron la casa de Marcelo Orazi, jefe municipal de Villa Regina). El cipoleño Claudio Di Tella, voz en el comunicado oficial este lunes al mediodía en el que se dieron señales de una posición intermedia, sufrió en carne propia el descontento de los comerciantes.
Según detalles de la reunión virtual a la que tuvo acceso Letra P, la mayoría respaldó la idea de la exdiputada nacional de no retroceder a fase 1. Hasta sus pares de Juntos Somos Río Negro (JSRN) reconocieron que significa un serio inconveniente a las golpeadas economías locales. Más tarde, en un comunicado, Soria defendió lo que dijo de las políticas sanitarias y de seguridad en el distrito. “En Roca no se realizó la inversión que sí se hizo, por ejemplo, en Bariloche, donde triplicaron en este tiempo las camas UTI. Tampoco aceptaron la colaboración ofrecida por la Nación para auxiliar a los trabajadores de la salud y hacer frente al aumento de casos”, denunció.
Catarsis. Los intendentes se plantaron: no quieren revueltas en sus municipios.
PYMES. Otro frente son los comerciantes, las pequeñas y medianas empresas. La mayoría de los propietarios de los espacios gastronómicos, negocios o representantes de las pymes advirtieron que no acatarán la medida. Eso comunicó el titular de la Cámara de Agricultura, Industria y Comercio (CAIC) de Roca, Martín Ancaten. “Volvimos a nuestras actividades con todos los protocolos que nos pidieron y claramente no hemos sido los responsables del aumento de los casos. Las propias autoridades admitieron que la mayoría de los contagios se dan en el ámbito privado y en juntadas de toda índole”, se quejó en FM Medios del Aire.
Más duro fue Adrián Mucarsel, vicepresidente de la Cámara de Confiterías y Restaurantes del Alto Valle. “La gobernadora tiró la pelota para Roca, como que ahora fuera decisión de la intendenta. Ni el comercio ni nosotros vamos a acatar lo de regreso a fase 1”, anticipó el representante de los empresarios gastronómicos en FM La Súper.
En representación de la Federación de Entidades Empresarias de Río Negro (FEERN), su presidente, Walter Sequeira, adelantó a Letra P una agenda de cinco puntos que se le presentará a la gobernadora. Reprogramar los horarios de comercio, una moratoria ante la falta de facturación de empresas turísticas, costos de servicios, entre otras demandas, se llevaban a la mesa virtual este lunes por la tarde.
La expectativa de un nuevo cambio de rumbo es alta. Y la relación entre la provincia, los municipios y la sociedad en su conjunto es cada vez más tirante.
