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Sagra, el Ciruja del poder peleado con el poder

El presidente de San Martín de Tucumán desafía a la AFA, acusa a Massa y administra lobby político. Timba online, angelicismo y la sombra del Clan Ale.

En 1983, Natalio Mirkin marcó un hito en el fútbol argentino: fue el primero que llevó a Julio Grondona a la justicia. La AFA había sancionado a San Martín de Tucumán con siete fechas sin jugar en su estadio por una agresión al árbitro Juan Carlos Lousteau cuando iba camino al aeropuerto. La justicia le dio la razón al club, pero los árbitros se negaron a volver a la provincia. El juez Manlio Martinez procesó a Don Julio por desobediencia civil y tuvo que declarar en San Miguel. Hace tres años, Roberto Sagra derrotó en la elecciones del club a Oscar Mirkin, exfuncionario del gobierno de José Alperovich (actual senador acusado de abuso sexual) e hijo de Natalio y llegó a la presidencia.

 

Sagra era considerado por el actual presidente de la Asociación del Fútbol Argentino, Claudio Tapia,  como un hombre propio y hasta estuvo cerca de ser parte del nuevo Comité Ejecutivo, pero cuando la AFA decidió terminar los torneos y suspender los descensos pero jugar los ascensos, estalló el conflicto. San Martín finalizó primero en la Zona B del Torneo Nacional. Le habían prometido que subiría directamente, pero luego cambiaron. El premio no es menor: el ascenso, un presupuesto de 200 millones de pesos anuales y dos años sin chance de bajar.

 

Sagra, empresario de 55 años, es un todo personaje. Tiene una web de apuestas, negocio prohibido en Argentina; movilizó a los diputados tucumanos, es amigo del expresidente de Boca/operador macrista Daniel Angelici, casi testifica en el juicio contra el Clan Ale y le planta bandera a la conducción del fútbol argentino.

 

Su carrera dirigencial empezó en el básquet. Fue jugador, entrenador y presidente de Belgrano. Entre 2007 y 2009, presidió la Federación Tucumana de Básquet y luego fue vocal de la Confederación Argentina de Básquetbol hasta 2013. En 2011, cuando terminó el mandato de Ruben “Chancha” Ale en San Martín, ganó la lista de Jorge Garber, que tuvo a Sagra como vicepresidente segundo, su primera vez en el fútbol.

 

TIMBA EN EL JARDIN. Sagra es dueño Palpitos SRL, cuya web, palpitos24.com.ar, levanta apuestas deportivas virtuales, una práctica prohibida en el país por la Ley 25.295, conocida como Ley Prode. Puede funcionar porque a Palpitos lo reconoce la Caja Popular de Ahorros de Tucumán, que no suscribe la ley, pero solo le permite operar en suelo provincial.

 

Además, está presente en 200 agencias de quiniela local. También posee Novo Play SRL y en ambas es socio de Nicanor Rodriguez Del Busto, hermano de Rogelio, secretario electoral de la provincia. Durante años, gestionó Maverick SA que explotaba un bingo. Palpitos y Maverick fueron multadas por la Unidad de Información Financiera (UFI) en 2012 por no cumplir con las medidas de prevención de lavado de activos, pero pudo aclarar la situación.

 

 

 

MONADAS. En 2017, Rubén y Ángel “Mono” Ale fueron condenados a diez años de cárcel por liderar una asociación ilícita dedicada al lavado de activos provenientes de la trata de personas con fines de explotación sexual y el narcotráfico. Susana Trimarco, madre de Marita Verón, los acusó de estar detrás de la desaparición de su hija en 2002, pero no se pudo probar. Señalaron a Sagra como supuesto testaferro del Mono y casi tuvo que declarar en el juicio a pedido de los acusados. “Yo a la Chancha lo conocí en la cancha, pero no estuve en su gestión. El Mono era colega, porque tenía su empresa, pero nos peleamos. Nunca tuve una sociedad con ellos”, asegura en diálogo con Letra P.

 

El fiscal federal Pablo Camuña le inició una curiosa causa en 2017 por “posibles vínculos con empresarios y políticos de Tucumán”, como Mario San Juan, vocal de la Cámara Federal de Apelaciones; el actual vicegobernador, Osvaldo Jaldo,  y Alperovich. Fue sobreseído en la etapa preliminar y, si bien conoce a distintos actores del poder, se considera “apolítico". "No soy peronista ni radical ni nada”, dice. Su vicepresidente segundo es Matias San Juan, hijo de Mario.

 

 

 

DALE BO. Hace 12 años conoció a Angelici en una mesa de póker donde estaban Daniel Mautone, socio del Tano, y Gerardo Sofovich, amigo íntimo de Sagra. Con el expresidente de Boca juega a las cartas cuando viaja a Buenos Aires y, a pesar de la relación, descarta que perjudiquen a San Martín por ello en la Viamonte de Tapia. Por el binguero se asoció a Boca, tuvo su palco y estuvo presente en la inauguración del predio de Ezeiza en 2017.

 

Cuando el 27 de abril la AFA ratificó la decisión de que se debía jugar por los ascensos, el tucumano se sintió traicionado. Le habían dicho que tanto Atlanta como su equipo iban a ascender por ser los líderes de las zonas del Torneo Nacional. Encima, el 9 de mayo la mesa de la divisional sometió la decisión a votación y el número fue claro: 31-1. El único que voto en contra fue él. Al día siguiente, el club sacó un comunicado durísimo contra la AFA.

 

También hay una pelea interna ya que en la Zona B, debajo de San Martín, está Defensores de Belgrano. Su presidente es Marcelo Achile, uno de los nuevos vicepresidentes de la AFA y hombre de Tapia. Además, uno de los que busca subir es Tigre, el equipo del presidente de la Cámara de Diputados,  Sergio Massa, en cuya casa se gestó la unidad entre Tapia y Marcelo Tinelli en enero de este año. “Sin dudas, el que cambió todo fue Massa”, acusa Sagra.

 

“Sin dudas, el que cambió todo fue Massa”, acusa Sagra sobre los ascensos suspendidos. El presidente de la Cámara de Diutados quiere que suba su Tigre querido.

Esto no le impidió ser asambleísta el día en que se votó la reelección de Tapia hasta 2025. “Fue una situación rara, pero fue mi manera de poner la cara, de que no me iban a intimidar. Tapia y Pablo Toviggino tienen los teléfonos abiertos conmigo, pero me mandan a apretar”. Esta semana un dirigente le comentó que lo iban a denunciar en el Comité de Ética de la AFA por haber dicho que la organización “es mentirosa y actúa como una dictadura”.

 

Su mandato vence en junio, pero tiene el aval para continuar por 120 días más debido a la pandemia. Confía en que le otorguen el ascenso por la vía del fútbol, pero no se queda quieto. Habló con los diputados tucumanos que el 4 de mayo le enviaron una carta de Tapia protestando por la situación del Ciruja. La hizo pública el radical José Cano, hincha del equipo, y otro de los firmantes fue el peronista Mario Leito, que además es presidente de Atlético, su clásico rival. El gobernador Juan Manzur monitorea el progreso de la queja. Ya hicieron una presentación preliminar ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo en Suiza y, si el 9 de junio la AFA no hace lugar a su reclamo, iniciarán formalmente la protesta ahí.

 

Quienes conocen a Sagra afirman que se mueve de la misma manera que cuando juega al póker: decidido y capaz de inmolarse si está convencido de algo. Mientras espera respuestas y que vuelva el fútbol, un presidente de San Martín vuelve a marcar un hito: es el primero que no se muestra genuflexo ante la AFA.

 

En el centro, Gildo Insfrán, presidente del Congreso del PJ, ladeado por Axel Kicillof, Lucía Corpacci y Juan Manzur. 
El Conicet, blanco de la motosierra libertaria.

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