Entrevista | Federico Thea

“En los últimos cuatro años no se hizo nada; fue todo biri biri, puro show”

El secretario general de la Gobernación recibió a Letra P en su despacho para hablar de justicia. Sin eufemismos, responde a todo: Vidal, Conte Grand, jueces, la Corte, cárceles, narcotráfico y más.

Federico Thea, además de ser el secretario general de Gobernación de la provincia de Buenos Aires, es el representante del Poder Ejecutivo en el Consejo de la Magistratura, donde se designan a jueces, fiscales y defensores que forman parte de la maquinaria judicial. Es uno de los funcionarios de máxima confianza del gobernador Axel Kicillof. Tras cinco meses de gestión, recibió a Letra P en su despacho. Sin eufemismos, respondió a todas las preguntas. Dijo que en los cuatro años de Vidal “fue todo biri biri, puro show y nada más”, que se levantó una “bandera mentirosa de la lucha contra el narcotráfico” y que “se llenaron las cárceles de perejiles”. Qué requisitos debe reunir un magistrado, cuál es el perfil de la persona para completar la Corte, su opinión sobre el fallo Violini, sobre Conte Grand y más, en la siguiente entrevista.
 

 

BIO. Nació en José C. Paz. Tiene 37 años y un hijo y junto a su esposa esperan el segundo. Es abogado, docente e hincha de River Plate. Lo pintan como “gran jugador”. También es amante del tenis. Es uno de los funcionarios más jóvenes del Gabinete que está en la primera línea de gestión. Es también la persona más joven en llegar a ese cargo en la historia.  

 


Thea, en su despacho del segundo piso. (Fotos: AGLP)

 

-¿Cómo evalúa el funcionamiento de la justicia bonaerense?

 

-Existe una desigualdad muy grande con otras jurisdicciones del país en términos del volumen de casos que tienen que resolver los jueces. Eso, acompañado de una de las remuneraciones más bajas. Hay un reclamo histórico y tienen razón. También está el problema de la creación de departamentos judiciales, esto es parte de una puja política pero no puede ser más importante el resultado de esa pelea que el diagnóstico de la película completa.

 

-¿Cómo se llegó a esa situación?

 

-En los últimos cuatro años no se hizo nada. Vidal anunció un plan integral de reforma del Poder Judicial pero metió la reforma laboral que no está vigente por incompleta e inconsulta. Supuestamente venía de un consenso. Fue todo biri biri. No hubo debate democrático robusto. Fue puro show y nada más. Lo mismo con el Consejo de la Magistratura, un tema complejo, lejos de despolitizar las designaciones se llevó la discusión política partidaria a todo el proceso de selección de magistrados.

 

-¿Por qué?

 

-Vidal con bombos y platillos dijo “despoliticemos” y eso está bien. Pero hizo lo contrario, amplió los márgenes de discrecionalidad en un órgano que debe ser técnico.

 

 

 

-¿Qué perfil de jueces buscarán desde el Consejo de la Magistratura?

 

-Tienen que reunir dos requisitos fundamentales: formación académica y conocimiento del territorio. Que entiendan las desigualdades que hay en la provincia que concentra el 55% de la producción industrial del país pero tiene más del 50% de la pobreza y el 60% de la desocupación. También depende del fuero, un juez en lo Contencioso Administrativo no puede desconocer cómo funciona un presupuesto en la administración pública.

 

“Hubo (por parte del vidalismo) una bandera mentirosa de la lucha contra el narcotráfico, se llenaron las cárceles de perejiles.”

-Las encuestas sobre la imagen de la Justicia dan gran desaprobación. ¿Cómo se revierte?

 

-Con mejores juezas y jueces. También con lenguaje claro. No puede ser que una sentencia no se entienda. La Suprema Corte trabaja en eso. El lenguaje es uno solo y, sin perder la técnica, se puede ser más claro. Informar más, comunicar más. Lo dijo Axel, lo dijo Alberto, hay que elegir buenos jueces.

 

-¿El hacinamiento carcelario es producto de una mala gestión judicial, de un punitivismo extremo, de un Estado ausente?

 

-Es todo. La Suprema Corte en su fallo da cuenta que todas las reformas, salvo el caso Verbitsky, fueron para más penas, menos márgenes para morigeraciones. Hay una tendencia a legislar en ese modo y tiene sus consecuencias. La política económica también define. Hubo una bandera mentirosa de lucha contra el narcotráfico, se llenaron las cárceles de perejiles. Hay que pensar si se trata de un reproche penal o están condenando a crisis humanitaria a miles de personas. Lo dijo Casación y lo dijo la Corte, la crisis humanitaria no es nueva.

 

 

 

-¿Hay abuso en el uso de la prisión preventiva?

 

-En los últimos cuatro años hubo un aumento de la tasa de prisionalización preocupante. Los y las bonaerenses saben que la seguridad empeoró por el modelo económico de Vidal y Macri. Esta prisionalización es productora de marginalidad a futuro. Hay, naturalmente, un derecho penal de autor, se va a buscar a las personas que por el perfil económico y social tienen pinta de chorros aunque no lo sean. Durante la transición, el mensaje del vidalismo era no hacer mesas de diálogo, tienen una visión del otro como un enemigo. Si la propia Corte habla de una crisis humanitaria no se puede mirar para el otro lado. El respeto que muestra este Poder Ejecutivo es una señal para que los jueces fallen acorde a derecho, como corresponde.

 

“La seguridad empeoró por el modelo económico que implementaron Vidal y Macri.”

-¿Van a construir nuevas cárceles?

 

-No vamos a anunciar nada hasta tenerlo seguro. Se está en tratativas con la Nación para saber si pueden aportar, la provincia está quebrada. Hablar de eso sería tirar fuegos artificiales.

 

-¿Qué evaluación hace del hábeas corpus de Casación firmado por el juez Víctor Violini?

 

-No me corresponde opinar sobre la decisión de los jueces.

 

-¿Qué opina de la sentencia de la Corte en relación a la apelación del hábeas corpus?

 

-Si bien hay una revocación no hay un criterio muy distinto del que usó Violini, hay una línea argumental similar. La Corte fue mucho más precisa. Es saludable que la Corte se expidió, no está en contradicción con Violini. La responsabilidad la tienen los jueces que deben tener presente la emergencia agravada por la pandemia.

 

 


 

-La Suprema Corte está incompleta. ¿Tienen pensado un reemplazo?

 

-No es prioridad, pero me gustaría que la complete una mujer; no hay nadie en carpeta. Tiene que conocer el derecho público provincial, que entienda el rol institucional como cabeza de un poder, con trayectoria académica, entender la realidad social, las desigualdades que existen en la provincia, un perfil preocupado por los Derechos Humanos, por la realidad de los más vulnerables.

 

-La Corte hizo varios reclamos al anterior gobierno por más fondos. Está prevista una ampliación de cara al próximo presupuesto.

 

-No vamos a presentar Presupuesto hasta que la Nación lo tenga. Se necesitan las variables macroeconómicas, de lo contrario es ciencia ficción. Nos dejaron una bomba de tiempo, encima cayó la pandemia. Está el reclamo de la Corte de sus dificultades. Es una preocupación del Ejecutivo pero la sábana es corta. La Provincia aporta el 40 % a la Nación y vuelve el 23%.

 

“No es prioridad, pero me gustaría que (a la Corte) la complete una mujer, no hay nadie en carpeta.”

-¿Es posible lograr la autarquía del Poder Judicial?

 

-Estamos en diálogo con la Corte. Hay que lograr los consensos legislativos, no son cosas sencillas sino ya estarían hechas, afecta a los tres poderes. El Ejecutivo no está cerrado a tratar el tema pero tampoco puede ser el único. Hay cuestiones que el Legislativo o el Ejecutivo pueden proponer para mejorar el servicio de justicia. El trabajo político requiere debate, consenso y laburo.

 

-La ministra de Gobierno pidió la renuncia del Procurador Julio Conte Grand. ¿Usted qué considera?

 

-Hay dos modelos de Ministerio Público. Uno más político como apéndice del Ejecutivo que dura en el tiempo lo que dura esa voluntad política. En ese perfil encaja perfecto Conte Grand. Pero tenemos un perfil más técnico, como lo establece la constitución provincial. Ahí hay un problema. Él cuando asume dice “yo me voy con María Eugenia”, reconocía esa condición estructural que sigue vigente. Vidal lo eligió por afinidad partidaria y está mal.

 

-¿Los jueces deben hablar solo por sus sentencias?

 

-Son servidores públicos, pueden hablar perfectamente. Si lo hicieran mejorarían su imagen. Son muchas más las y los buenos jueces.

 

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