“La medida de aporte que nos pide la Corte con este destino específico para la adquisición de insumos sanitarios es muy loable y vamos a contribuir”. Quien habla es Pablo Noel, presidente del Colegio de Magistrados y Funcionarios del Poder Judicial de la provincia de Buenos Aires. Así respondió a la consulta realizada por Letra P sobre la creación de un fondo solidario con aportes voluntarios de jueces, fiscales, defensores y funcionarios judiciales que el 1 de abril último dispuso la Suprema Corte provincial para colaborar en el contexto de crisis generada por la pandemia de coronavirus.
La creación de este fondo solidario y voluntario tomó por sorpresa a un sector del Poder Judicial bonaerense pero el magistrado destacó que “la Corte siempre convoca a mesas de trabajo, nos está escuchando”, y señalo: “Entendemos que es muy razonable y se enmarca dentro de esta gran crisis”.
“La medida de aporte que nos pide la Corte con este destino específico es muy loable y vamos a contribuir”, señaló el magistrado, para resaltar que “a nivel local” en varios distritos de la provincia de Buenos Aires “hay muchas campañas para ayudar a los hospitales con la compra de barbijos y otros elementos para médicos y también contribuimos en ellas de manera anónima”.
Noel, que se desempeña como juez penal en el departamento judicial de Necochea sostuvo que es primordial “cumplir el decreto” de aislamiento social preventivo y obligatorio dispuesto por el Poder Ejecutivo Nacional, pero al mismo tiempo tenemos que sostener el servicio de justicia”, indicó.
La realidad impuesta por el COVID-19 cambió las formas de desarrollo de tareas en la mayoría de los estamentos del mundo del trabajo y el Poder Judicial no escapa a eso. La implementación del trabajo a distancia con la ayuda tecnológica acercó el servicio de justicia.
“Pese a que en los tribunales hay restricciones para circular, las audiencias se hacen por videoconferencias o videos llamadas”, explicó Noel. Y aclaró que todo es con acuerdo de las partes para evitar futuros planteos de nulidades, al tiempo que se garantiza “el derecho a defensa”. “Hay mucha racionalidad en los planteos”, resaltó.
La coyuntura aceleró el uso de nuevas herramientas y la sintonía fina de otras que estaban en proceso. “Estamos ajustando el expediente digital, esto va a contribuir a acelerar las respuestas del Poder Judicial”, vaticinó el funcionario.
Desde el Colegio de Magistrados bonaerenses emitieron un comunicado en el que señalaron que “en virtud de las normas nacionales y provinciales relativas al aislamiento preventivo obligatorio en el marco de la pandemia y a las reglamentaciones que en su consecuencia dispusieron la Suprema Corte y la Procuración General de esta provincia, funcionarios, funcionarias, magistrados y magistradas, con la colaboración de agentes judiciales, prestamos el Servicio de Justicia desde nuestros despachos oficiales y desde nuestros hogares mediante la modalidad teletrabajo, aún en los supuestos de quienes integran los grupos de riesgo”.
En otro párrafo del documento expresaron que el servicio de justicia está garantizado ya que cumplen sus tareas “sin horarios y con enorme compromiso para prevenir las restricciones y problemas derivados del aislamiento y la amenaza de contagios”. Las y los magistrados cambiaron la manera de comunicarse mediante el uso de Whatsapp para notificaciones y sistemas de videoconferencia para realizar audiencias, entre otras tantas alternativas tecnológicas “que ya se encontraban en desarrollo pero que hoy estamos implementando con mayor intensidad y amplitud”.
“Así, estamos diseñando metodologías nuevas de trabajo, con la perspectiva que la emergencia reclama y en un contexto donde los recursos e insumos son escasos y las demandas abundantes”, graficaron en el comunicado de la entidad al que accedió este medio.