Las salidas recreativas generaron el primer ruido político entre el presidente Alberto Fernández y los gobernadores de los distritos grandes del centro del país, que decidieron no habilitar las caminatas de 500 metros habilitadas por el jefe de Estado en el marco de la cuarentena obligatoria que rige para evitar la propagación del COVID-19.
Tras el mensaje grabado del jefe de Estado, la ciudad y provincia de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe difundieron un comunicado en el que avisaron que no habilitarán las salidas de esparcimiento de una hora en "grandes aglomerados urbanos con circulación viral".
El politólogo y expresidente del Banco Provincia Gustavo Marangoni minimizó el contrapunto y consideró que solo se trató de una "desinteligencia" del gobierno nacional. "El Presidente quiso dar un endulzante y generó una disparidad de visiones con los gobernadores y los intendentes", reflexionó en diálogo con Letra P.
-¿Fue desacertado el anuncio de Alberto Fernández sobre las salidas recreativas?
-Llama la atención que este tema tenga tanto protagonismo y no se discuta con mayor intensidad cómo flexibilizar algunas áreas de la economía. El país está en crisis desde hace muchos años y ahora se está agravando por un desplome de la actividad económica. Me parece más importante discutir ese tema. No obstante, el Presidente trató de dar un endulzante y generó una disparidad de visiones con los gobernadores y los intendentes. Es un tema episódico, con una discusión limitada.
-¿El comunicado de los gobernadores y Larreta marcó un punto de inflexión en la relación con el gobierno nacional?
-No lo llamaría punto de inflexión, es la primera desinteligencia que surge desde que comenzó la cuarentena. Si lo comparamos con Estados Unidos y Brasil, dos países que también tienen democracias federales, Argentina tiene una relación más coordinada entre el Presidente y los gobernadores.
-¿Por qué los gobernadores decidieron sacar ese comunicado de manera conjunta?
-Quisieron mostrar que la motivación fue la misma y así no quedar solos frente al gobierno nacional. Pero, también, fue un pase de factura como diciendo "nos enteramos por la televisión". Las dos posiciones son entendibles: el Presidente tiene la tarea más dificil, que es decir que sigue la cuarentena, y los gobernadores tienen la responsabilidad de controlar las salidas y el contacto directo con los vecinos.
-¿Alberto Fernández decidió no seguir pagando el costo político de tener a la sociedad encerrada y delegó esa responsabilidad en los gobernadores?
-El Presidente cosecha un muy buen nivel de popularidad y respaldo. Su manera de preservar este apoyo fue anunciar las salidas recreativas y delegar su control a las provincias. Los gobernadores vieron inviable ese control en los grandes conglomerados y decidieron mantener las medidas como hasta ahora. Quizás, tanta responsabilidad no pueda ser bien procesada y por eso decidieron sacar el comunicado.