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Kicillof desembarca su tropa en dos puertos clave y barre a delfines PRO

Designó los nuevos presidentes de los consorcios de Mar del Plata y Dock Sud. CV y raíz política de quienes ingresan y los que se van. Planteos gremiales ante la herencia. Panorama actual.

 

Según confirmaron a Letra P voces de la cartera de Producción provincial, Carla Monrabal asumirá la función que venía ejerciendo Alejandro Semmartin en el Consorcio de Dock Sud y Gabriel Felizia será el nuevo presidente del Consorcio de Mar del Plata en reemplazo de Martín Merlini, quien ya tenía previsto presentar su renuncia en los próximos días en el marco de una fuerte polémica al registrarse un par de casos positivos de coronavirus en trabajadores pesqueros que disparó cuestionamientos acerca de las condiciones sanitarias en que éstos desempeñan sus funciones.

 

La Subsecretaría de Asuntos Portuarios, a cargo de Juan Cruz Lucero, pondrá en funciones en el complejo portuario marplatense a Gabriel Enrique Felizia, dirigente que reporta al espacio referenciado en la ciudad por la actual ministra de Desarrollo de la Comunidad, Fernanda Raverta, y que venía desempeñándose como secretario del bloque del Frente de Todos en el Concejo Deliberante local.

 

 

LOS QUE INGRESAN. Oriundo de Santa Fe, donde estudió en la Universidad Nacional del Litoral y obtuvo el título de Hidrotécnico, Felizia viene ligado hace varios años a la actividad pesquera -central en el puerto marplantense. En 2003 fue socio de la firma Safemar, con asiento en Rosario y dedicada a la elaboración procesamiento, acopio y comercialización, en el mercado interno e internacional, de mariscos y/o pescados de Río y de Mar. Más tarde, ya en Mar del Plata, Felizia integró la sociedad Pesquera MG Mar SRL.

 

De extracción radical, ya en 2015 Felizia fue uno de los firmantes de un documento de afiliados boina blanca que manifestaban su rechazo a Macri y su voto al por entonces candidato presidencial del FpV, Daniel Scioli. Luego, se integró activamente al espacio de Raverta.

 

 

 

En Dock Sud, ingresa Carla Monrabal, una licenciada en Comercio Internacional, egresada de la Universidad de la Marina Mercante. Actualmente es directora de una consultora estrechamente ligada al sector portuario. Monrabal se ha desempeñado también en el ámbito público, donde desarrolló tareas de coordinación de organismos relacionados al sector industrial. Supo ser coordinadora del Grupo Eléctrico de promoción de exportaciones de Morón (Gepem), un grupo integrado por siete empresas que estableció un depósito en Joinville, en el polo industrial de Santa Catarina, Brasil, para facilitar sus ventas al principal socio comercial de la Argentina.

 

En 2006, fue coordinadora del Programa PIE en la Municipalidad de Morón, por entonces comandada por Martín Sabbatella. Ese programa incluyó investigación de competencia localmente, determinación de variables competitivas para la exportación.

 

 

 

LOS QUE SE VAN. Quienes dejan estos puertos son dirigentes fuertemente identificados con la pasada gestión amarilla. Merlini era miembro de la Fundación Pensar, el think tank PRO que, por esas costas, es comandado por el hoy diputado nacional Juan Aicega. La gestión de Merlini estuvo signada por un significativo número de denuncias en su contra. Desde sospechas de negocios inmobiliarios hasta presentaciones judiciales por contaminación y derrame de sustancias tóxicas expandidas por la Reserva Natural del Puerto.

 

“El peor puerto que tiene la provincia de Buenos Aires es Mar del Plata, con decenas de denuncias. Todavía hay problemas, los changarines no tienen para comer”, definió a Letra P el titular del Sindicato Único de Trabajadores de Administraciones Portuarias (Sutap), Adolfo Barja.

 

En efecto, la crisis en la terminal portuaria bonaerense también fue reflejada a este medio por el titular de la CGT local, Miguel Guglielmotti: “La marinería arrancó esta pandemia con una retención de actividades, ahora los barcos están saliendo muy de a poco pero los más afectados del sector portuario marplatense con los trabajadores de la parte del fileteado que ya venía con gravísimas dificultades y los trabajadores de la estiba. Al tener un puerto prácticamente inmovilizado en función de las restricciones internacionales, desde la CGT Mar del Plata estamos haciendo las gestiones necesarias para llegar con alimentos a esa franja de trabajadores, es la única asistencia que lamentablemente hoy se puede dar”.

 

 

 

En tanto, en Dock Sud, Semmartín hizo pie en la gestión vidalista de la mano de su referente, el entonces ministro de Seguridad, Cristian Ritondo. Además, su nombre figura dentro de la lista de aportantes privados "para el desenvolvimiento institucional" del PRO. Ya en el mundo portuario Semmartín tenía claro el objetivo de su arribo a Dock Sud: “Apoyé totalmente el modelo de Consorcio de Gestión porque un puerto es una puerta de salida e ingreso de todo lo que produce un país o una provincia y esa puerta, al ser manejada con la burocracia desde el Estado, puede perder eficacia”, explicó a la revista especializada Megatrade.

 

La munición gruesa contra "la burocracia" estatal emanada desde un funcionario colocado por el Estado era un ejemplo a viva voz de la vocación privatista que signó la creación, por parte de Cambiemos, de consorcios no sólo en Dock Sud sino también en San Nicolás y Coronel Rosales.

 

“No es solo Senmartín. En Dock Sud, el gobierno anterior dejó ñoquis con sueldos arriba de $200 mil. Algunos no se quieren ir, más allá de denuncias nuestras. Tenemos varias cautelares que tendremos que discutir con las nuevas autoridades”, afirmó Barja.

 

 

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