Sobre la marcha de la crisis, los responsables de la comunicación de la Nación, la provincia de Buenos Aires y la Ciudad cierran cada vez más las filas. En contacto permanente, pasaron de mensajes triangulados por la Casa Rosada al diálogo constante, reuniones personales y la elaboración de una estrategia conjunta, que incluye autocríticas por las fotos oficiales demasiado concurridas y un pedido de responsabilidad a los medios, en particular a los canales de televisión, sobre la cantidad de personas que se muestran al aire.
La coordinación de las acciones de prensa, para evitar la superposición de conferencias y declaraciones, y la necesidad de dar un mensaje único y direccionado, son algunos de los temas que trataron este martes en la Quinta de Olivos los responsables de las áreas de comunicación de las tres jurisdicciones. Por la Nación, participaron el vocero presidencial, Juan Pablo Biondi, y el secretario de Medios, Francisco Meritello; por la Ciudad de Buenos Aires, el secretario de Comunicación, Contenidos y Participación Ciudadana, Federico Di Benedetto, y el secretario de Medios, Christian Cohelo; por la provincia, estuvo la ministra de Comunicación Pública, Jesica Rey. También asistió el director de Comunicación del Senado y vocero de Cristina Fernández de Kirchner, Hernán Reibel.
Fue la primera vez que los responsables de la comunicación del Frente de Todos, que trabajaron juntos durante toda la campaña, se vieron cara a cara con sus pares del PRO de la Ciudad de Buenos Aires. Hasta el momento, el contacto había sido virtual, en muchos casos triangulado por la Nación y había tenido como objetivo solo la coordinación de salidas en los medios.
El trabajo grupal fue más que positivo. "Ni tuvimos que ponernos de acuerdo porque pensamos todos los mismo", dijeron desde el Frente de Todos. En el oficialismo ponderaron, además, que los responsables de la Ciudad pusieran a disposición el esquema de comunicación que tienen "armado y aceitado" tras 12 años de gobierno, mientras que tanto la Nación como la provincia recién desembarcan en sus respectivas gestiones.
Las "diferencias de estilo" no pesaron. "Esto va a ser un aprendizaje. Después vamos a ver mucho más naturalmente que se encuentren a trabajar juntas dos personas que no piensan lo mismo", le dijo a Letra P uno de los concurrentes. Los porteños también se llevaron "una muy buena impresión" del trabajo "cara a cara" con sus pares.
Pero más allá del fortalecimiento de las relaciones personales, los responsables de comunicación tienen en la mira dos cuestiones principales: la autocrítica por algunos errores cometidos y la necesidad de pedirles aún más colaboración a los medios que informan sobre la pandemia.
"El sábado le erramos, no lo pensamos bien", admitió ante Letra P uno de los responsables del área sobre el conglomerado de funcionarios y periodistas que se vio sobre el Puente Pueyrredón, en el operativo que encabezaron el gobernador Axel Kicillof, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, el vicejefe, Diego Santilli, y la ministra de Seguridad de la Nación, Sabina Frederic, al tiempo que se le pide a la población que mantenga una distancia de un metro y medio entre personas.
Lo mismo cabe para las actividades en las que el presidente Alberto Fernández aparece rodeado de personas ubicadas a corta distancia. O para episodios como el que vivió Kicillof el sábado, tras salir de una reunión en la Ciudad, y encontrarse con un grupo de personas que le pedían que posara junto a ellos para una selfie. "Tenemos que evitar que los propios estén tan encimados", agregó otro de los participantes a la reunión.
Con respecto a los medios de comunicación, hay una evaluación positiva general sobre la forma en la que se está abordando el tema, pero también habrá algunos pedidos concretos. En las próximas horas, los responsables de comunicación se comunicarán con los dueños de los canales para pedirles que eviten hacer programas de televisión con muchas personas dentro de un estudio, que respeten las distancias y que tiendan más hacia la comunicación por Skype y otras plataformas virtuales.
También, se les pedirá que se evite "hacer amarillismo" con las víctimas fatales, que no se incentiven temores tales como el desabastecimiento o el peligro de un saqueo y que se consulte a profesionales idóneos para que den mensajes responsables a la sociedad. Las reuniones del grupo serán periódicas.