Luego de verse forzado a pagar en tiempo y forma el segundo tramo de amortización del bono BP21 por 250 millones de dólares y mientras busca avanzar en un programa de reestructuración del calendario de pago de deuda más fuerte que tiene en el corto plazo, el gobierno de Axel Kicillof confirmó en las últimas horas que pagará al día los casi 25 millones de dólares en concepto de intereses por bonos emitidos por la gestión de María Eugenia Vidal en febrero de 2017 por 750 millones de dólares, cifra que será un dolor de cabeza próximo para la actual administración, ya que tendrá que amortizar esos títulos en tres tramos de 250 millones a partir del próximo año, hasta finalizar en 2023.
De acuerdo a la documentación a la que tuvo acceso Letra P, los 24.375.000 de dólares correspondientes al pago del sexto servicios de renta del bono denominado PBF23 se pondrán a disposición de los tenedores de esos títulos a partir del 18 de febrero.
Este bono, con una tasa fija anual de 6,50%, formó parte de la gruesa telaraña de endeudamiento en moneda extranjera que tejió en sólo un año y medio (de marzo de 2016 a julio de 2017) la gestión vidalista por más de 5 mil millones de dólares. Como contó este medio, un 47% de la deuda que Kicillof tendrá que pagar solo en 2020 fue generada por su antecesora en el cargo.
Este pago en tiempo y forma por intereses de otro bono en dólares surge en un contexto donde la agencia de calificación riesgo Moody’s alertó que una futura reestructuración general de la deuda en moneda extranjera probablemente sea considerada un canje de deuda forzoso y genere pérdidas para los bonistas.
Moody’s no le bajó la calificación a la Provincia (está “en revisión para la baja”) pero marcó que, de realizarse la reestructuración de la deuda, es probable que considere esta transacción como un canje de deuda forzoso, al cual define “como una oferta de un emisor a los acreedores de una deuda nueva o reestructurada, o un nuevo paquete de instrumentos, efectivo o activos, que equivalen a una obligación financiera menor en relación con la obligación original con el efecto de que la transacción anule un eventual incumplimiento del pago de la deuda. De acuerdo con Moody's, un canje de deuda forzoso es una forma de incumplimiento”, consigna la agencia.