El ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, Andrés Larroque, sigue en Guernica tras el violento desalojo realizado en la mañana de este jueves en el predio de 100 hectáreas que había sido ocupado el 20 de julio. El funcionario continúa con el operativo interministerial y empezó la diagramación para la adjudicación de 3.000 lotes con servicios para el municipio de Presidente Perón, en el marco del plan de Suelo y Hábitat que la Provincia anunció un mes atrás.
El Gobierno sostiene que quienes resistieron y se enfrentaron con la fuerza de seguridad no eran personas que estaban en la toma; apuntan a las organizaciones sociales, puntualmente al Polo Obrero. “La mayoría de la gente de la toma se había retirado”, volvió a repetir el ministro este viernes, con la represión consumada, que incluyó balas de goma, gases lacrimógenos, un camión hidrante y la participación de la Unidad Táctica de Operaciones Inmediata (UTOI), la unidad policial creada el exministro Cristian Ritondo hoy al mando de Sergio Berni (Seguridad).
Desde su puesto en Guernica, donde permaneció gran parte de las últimas semanas, Larroque dijo que fueron asistidas siete personas tras incidentes, tres varones mayores de edad y una mujer con tres hijos, quienes fueron repartidos en dos paradores destinados al alojamiento de personas que iban a ser desalojadas y no habían acordado previamente algunas de las alternativas que brindó el Gobierno en la negociación.
Ante la consulta de Letra P, fuentes de la cartera que conduce el dirigente de La Cámpora deslizaron que el operativo interministerial continuará, y dijeron que el organismo de Niñez que depende de Desarrollo y trabajadoras sociales del ministerio también se encuentran realizando visitas permanentes tanto en los refugios/paradores montados allí como en los domicilios de origen a los que volvieron muchas de las personas que se habían asentado en el predio.
Como contó Letra P, la Provincia busca ahora impregnarle dinamismo al Plan de Suelo y Habitat 2020-2023. El objetivo es generar 85.000 lotes con servicios en territorio bonaerense. De ese total, ya está acordado que 3.000 serán para el distrito comandado por Blanca Cantero, donde se desplegó la toma de tierras más grande de Buenos Aires. Durante la negociación con las familias, esa llave le permitió conseguir la salida pacífica del predio de 100 hectáreas, dividido en cuatro barrios.
Además, se mantiene una intensa presencia policial para evitar que el predio sea nuevamente ocupado. De los cuatro mil efectivos que participaron en el operativo de desalojo, mil continúan en Guernica.
DIÁLOGO. La detención de más de 30 personas –la mayoría que no formaba parte de la toma sino que estaba en Guernica en solidaridad con las familias– y la represión complejiza la relación futura entre el gobierno y las organizaciones sociales de izquierda que –como quedó evidenciado– tienen despliegue en los sectores más postergados.
Tras el desalojo, el gobernador Axel Kicillof aseguró que las familias que se quedaron en el predio cuando la policía avanzó lo hicieron por dos razones: o porque nunca se enteraron de las alternativas que el gobierno dispuso debido a las intermediaciones de las organizaciones o bien porque no aceptaron.
Durante todo el proceso de negociación, las organizaciones fueron y vinieron. Al igual que el Gobierno. El punto cúlmine se dio en la tarde del miércoles, cuando los tiempos judiciales pesaron más que los políticos. Parte de las organizaciones denunciaron que la Provincia cortó el diálogo y cuestionaron el accionar de Larroque, a quien hasta ese momento consideraban un funcionario de diálogo. La Provincia cruzó a las organizaciones por dilatar una respuesta al ofrecimiento de reubicación para las personas que continuaban en la toma.