Buenos Aires | Seguridad

El uso de pistolas taser acentúa diferencias en el oficialismo legislativo

La polémica resurgió con el crimen del efectivo Juan Roldán. Berni encontró en el massismo a sus principales aliados. El kirchnerismo resiste.

El crimen del efectivo de la Policía Federal Juan Roldán y distintos hechos delictivos de inusitada violencia en el conurbano se convirtieron en plafón sobre el que se vuelve a poner en debate público la conveniencia de la utilización de las pistolas taser. El ministro de Seguridad Sergio Berni quiere impulsarlas en todo el territorio y ya encontró respaldo en legisladores y legisladoras bonaerenses del Frente Renovador, pioneros en su pedido. A la solicitud se montaron, nuevamente, dirigentes de Juntos por el Cambio. El kirchnerismo resiste la idea y planea revivir un proyecto de ley que las prohíbe y que fue presentado en épocas en que las fuerzas de seguridad eran conducidas por Patricia BullrichCristian Ritondo

 

El sheriff de Buenos Aires aseguró que las pistolas taser son “fundamentales” para situaciones como la producida el lunes pasado y que derivó en el apuñalamiento de Roldán en el barrio porteño de Palermo. Es más, remarcó que “la gente que discute” la utilización de este tipo de armas eléctricas “no está en la calle”, lo que acentuó las diferencias con la ministra de Seguridad de la Nación, Sabina Frederic, que apenas asumió en su cargo derogó varias resoluciones de su antecesora como el protocolo de uso de armas de fuego que habilitaba a los miembros de la policía a realizar disparos letales, además de dejar sin efecto la utilización de las taser y el servicio cívico voluntario.

 

El massismo legislativo se alineó rápidamente a Berni. En rigor, sólo desempolvaron esta propuesta que arrastraban desde la campaña de 2013, cuando Sergio Massa recorría la provincia embanderado en su lucha contra la inseguridad a fuerza de una postura más dura. Tanto el diputado Jorge D’Onofrio como el senador José Luis Pallares le dijeron a Letra P que este es el mejor momento para dar el debate por su utilización. Pretenden militar el proyecto tanto en la Legislatura como en los medios de comunicación tradicionales y las redes sociales. “Se hace más necesario que nunca”, coincidieron.

 

“Espero que realmente el dolor que sentimos hoy nos movilice hacia los cambios que necesita Argentina y que la pérdida del agente de la policía Juan Roldán sea el inicio hacia la dotación de tecnología y armas menos letales para reducir a los violentos”, reflexionó D’Onofrio, presidente de la comisión de Seguridad en Diputados. Pallares, vicepresidente de la misma área en el Senado, pidió un “debate integral sobre la problemática de la inseguridad y la profesionalización de las fuerzas”. “Respetamos la opinión de todos los que integran el oficialismo, pero no podemos mandar a la Policía al matadero”, lanzó. 

 

 

 

La iniciativa abrió un frente interno de rechazo. No sólo por un componente ideológico, sino también por los múltiples informes que desmienten el concepto de “uso no letal”, como el que citó el sitio Cosecha Roja en una nota de 2019: según un estudio de la American Civil Liberties Union (ACLU), en Estados Unidos más de 500 personas murieron desde 2001 como consecuencia del uso indiscriminado de pistolas eléctricas, la mayoría por fallas cardíacas provocadas por las descargas. En 2007, Amnistía Internacional presentó un informe ante el Departamento de Justicia de Estados Unidos: el 90 por ciento de las más de 500 personas fallecidas estaban desarmadas. La mayoría de las víctimas recibieron múltiples descargas. Los resultados son contundentes y tomados como argumentos por un grupo de legisladores y legisladoras del Frente de Todos para enfrentar a Berni.

 

 

 

“Con la falta de profesionalización de los efectivos, las taser pueden ser una herramienta más de abuso policial”, remarcó a Letra P la diputada del Frente Grande Susana González. Recordó además que en mayo de 2019 presentó junto a nueve legisladores y legisladoras un proyecto de ley para prohibir las armas de electrochoque. Llevan las firmas del actual presidente del bloque, Facundo Tignanelli, sus pares del oficialismo Florencia SaintoutMariana Larroque, y Gabriel Godoy, además de los por entonces legisladores Lauro Grande, Santiago Révora, Juan Debandi y Avelino Zurro, muchos de ellos en cargos relevantes en el gobierno nacional y provincial. Algunos de ellos dijeron a este medio que continúan con la idea de aprobar el proyecto original. 

 

“Resulta imposible olvidar que la Argentina vivió una de las etapas más oscuras de la historia donde el uso de la electricidad como elemento de tortura por parte de las fuerzas de seguridad produjo la muerte de miles de argentinos y argentinas que lucharon por sus derechos, los nuestros y el retorno de la democracia”, argumentaron en el kirchnerismo, en clara alusión a las picana eléctrica que fue usada por los grupos de tarea de la última dictadura cívico-militar para torturar. 

 

La aprobación de la prohibición del uso de esta arma no será sencilla. La propuesta se encuentra en la comisión que preside D’Onofrio e integran varios dirigentes de Juntos por el Cambio, a favor de su utilización, como Matías Ranzini y Carolina Piparo. “No sé si prosperará mi proyecto de ley, o no, pero voy a insistir con él”, agregó González. Por lo pronto, habrá que esperar a que el Ejecutivo responda un pedido de informes sobre este tema. De todos modos, la discusión ya ingresó al terreno público.

 

Victoria Villarruel, vicepresidenta de la Nación.
El gobierno de Gustavo Petro echó a diplomáticos argentinos de Colombia.

También te puede interesar