NUEVO CICLO | LA POLÍTICA EXTERIOR

Fernández a Israel: reconciliación, contactos de alto nivel y comercio

Es la primera salida del país del Presidente. Más énfasis en derechos humanos y reuniones bilaterales y menos Irán y Nisman. Exportaciones e inversiones en la mira.

El presidente Alberto Fernández emprendió en la tarde de este martes el primer viaje al exterior desde su asunción para participar en Israel del Foro Internacional de Líderes en Conmemoración del Día Internacional de Recordación del Holocausto y la Lucha contra el Antisemitismo. Se trata de un gesto calculado del Gobierno que apunta a varios objetivos: exponer en la arena internacional la política pro derechos humanos del país, superar las tensiones bilaterales del último tramo del gobierno de Cristina Kirchner, emitir un gesto esperado por Estados Unidos, mantener reuniones con importantes líderes internacionales y estrechar vínculos con miras a explotar mejor un mercado atractivo en términos de comercio e inversiones.

 

El jefe de Estado viajó en un vuelo de línea de Alitalia acompañado por su mujer, Fabiola Yáñez; el canciller, Felipe Solá; el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz; el secretario de Comunicación, Juan Pablo Biondi; el embajador designado, Sergio Urribarri; el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, y el diputado Eduardo Valdés.

 

En el Gobierno recordaron que la participación nacional en el Foro responde a que la Argentina es, desde 2002, el único miembro latinoamericano de la Alianza Internacional por la Conmemoración del Holocausto, de la que participan varios de los principales países del mundo, entre ellos, Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, Alemania, España e Italia. La novedad, que le da más destaque a la delegación, es que está encabezada por el Presidente.

 

 

En la Cancillería señalan que expone la importancia que se da a la defensa de los derechos humanos, lo que incluye la lucha contra la judeofobia. “El viaje del Presidente marca la continuidad de una política de Estado de memoria, verdad y justicia”, le dijo el canciller Solá a Letra P.

 

El hecho de que el encuentro se realice en Jerusalén ante un elenco sin precedentes de invitados de primer nivel, entre ellos el mandatario argentino, es enfatizado en Israel. Ese país busca darle a esa ciudad un estatus cada vez más alto en todo tipo de eventos internacionales, de modo de ir naturalizando de facto su condición de capital, algo que no es aceptado por el grueso de la comunidad global y que indigna al gobierno palestino establecido en Ramala, que pretende instalar su futura capital en el oriente de Jerusalén.

 

Más allá de esto, Fernández apunta a varios objetivos. Uno, no menor, es la superación de los enfrentamientos entre Israel y el anterior gobierno peronista de Cristina Kirchner debido a la firma con Irán en 2013 del Memorándum de Entendimiento para el esclarecimiento del atentado a la AMIA, a lo que siguieron las tensiones por la muerte del exfiscal de esa causa Alberto Nisman.

 

 

 

En la misma línea, pretende dejar atrás el entredicho que provocó la ministra de Seguridad, Sabina Frederic, quien había señalado, antes de su asunción, que la decisión del gobierno de Mauricio Macri de declarar al partido-milicia del Líbano Hizbulá (Partido de Dios, señalado como autor del atentado contra la AMIA) como organización terrorista suponía para la Argentina hacerse cargo de “un problema de los países de la OTAN, no nuestro”. La funcionaria volvió más tarde sobre sus dichos, después de que Solá decidió no innovar en esa cuestión.

 

Una buena relación de Estado a Estado con Israel asegura también un vínculo más fluido con las organizaciones de la comunidad judía en el país.

 

Con esos gestos, el Presidente busca mantener el muy buen nivel de la relación bilateral, que llegó a su mayor expresión con la convivencia en el poder de Macri y Benjamín Netanyahu.

 

 

 

En el Foro, que en esta ocasión recordará el 75° aniversario de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz, estarán el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, y los presidentes de Rusia, Vladímir Putin; Francia, Emmanuel Macron, y Alemania, Frank-Walter Steinmeier, entre otros dignatarios. Fernández aprovechará para buscar encuentros bilaterales que se sumarán a la ya prevista reunión con el jefe de Estado del país anfitrión, Reuven Rivlin, que se realizará el viernes a las 10 hora de Israel (5:00 de la Argentina).

 

El comercio bilateral, de solo 392,96 millones de dólares en 2018, presenta oportunidades de mejora en el contexto de una relación cercana. El mismo presentó ese año un pequeño saldo favorable para la Argentina de 38,6 millones de dólares, pero las oportunidades para una diplomacia comercial como la que pide el Presidente son amplias en materia de alimentos y agroindustria. En tanto, las compras a Israel hoy están Dominadas por herbicidas y fertilizantes (más del 22% del total en 2017); equipos de comunicaciones, instrumentos y aparatos de medicina y medicamentos.

 

El Mercosur firmó con Israel un tratado de libre comercio en diciembre de 2007, lo que debería permitir un crecimiento mayor del intercambio.

 

Asimismo, a nivel de inversiones, Israel era en 2016 (último dato disponible) el inversor externo número 31 en la Argentina, estatus mediocre que podría mejorar notablemente en sectores como la alta tecnología, técnicas de agricultura, energías renovables, turismo, comunicaciones y minería.

 

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