ELECCIONES 2019 | JUNTOS POR EL CAMBIO

¿Por qué Vidal no quiere competir con su amiga Stolbizer?

Llegan a electorados similares y comparten la polarización con el kirchnerismo. La falta de territorio y estructura, talón de aquiles de la eventual candidata a gobernadora de Lavagna.

La probabilidad - aún remota - de que la líder del GEN, Margarita Stolbizer, sea la candidata a gobernadora de la provincia de Buenos Aires por el frente que conducen Roberto Lavagna y Juan Manuel Urtubey encendió una luz de alarma en el búnker de María Eugenia Vidal, que va en busca de la reelección y ve una candidata "espejo" si prospera la propuesta de la dirigente del frente Consenso Federal.

 

En rigor, para la gobernación porteña, Stolbizer apela y seduce al mismo electorado que Vidal: compiten por un electorado antiperonista y antikirchnerista, con un discurso similar y con foco en la corrupción y las mafias, tal cual hace la mandataria bonaerense. En el PRO bonaerense esperan que Lavagna le ofrezca encabezar la lista de diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires y le gane esa disputa a Graciela Camaño, que no quiere ir por la gobernación.

 

 

 

El plan Stolbizer es apalancado por el peronista Miguel Saredi, que desde La Matanza abre las puertas del terreno bonaerense a Urtubey. Es la cuota de estructura que Consenso Federal busca,  a pesar de que el vidalismo sostiene que el "problema" de el desembarco de la líder del GEN en la pelea por la gobernación es "la falta de aparato", que sí tendrían Vidal y el candidato kirchnerista Axel Kicillof.

 

Saredi está en riña con Cambiemos desde hace tiempo. Amaga con ser candidato a intendente de La Matanza, pero también suena para una hipotética fórmula con Stolbizer. En el vidalismo saben que hará lo imposible por complicar al ahora denominado Juntos por el Cambio. En las últimas semanas, la plana mayor del Gobierno ordenó echar a toda su estructura de cargos nacionales y provinciales.

 

Eduardo Toniolli del Movimiento Evita, Marcelo Lewandowski y Juan Monteverde.
El peronismo mide el impacto del caso Kueider ante una eventual candidatura a senador de Gustavo Bordet. 

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