Dispuesto a avanzar sobre los actores que quedarían huérfanos si se concretase el alejamiento de Roberto Lavagna de Alternativa Federal, Sergio Massa visitó la sede de la Confederación de Trabajadores del Transporte (CATT), donde se entrevistó con buena parte de la cúpula de esa organización.
El jefe del Frente Renovador, José de Mendiguren y Matías Tombolini se acercaron hasta las oficinas de la avenida Jujuy de la central sectorial para exponer cuáles serían sus ejes de gobierno si ganaran las elecciones, en una reunión que también sirvió como señal para el economista, que este jueves buscó desandar su ruptura con el peronismo federal.
Massa les dijo a los sindicalistas que su objetivo es "trabajar para que Mauricio Macri no sea reelecto".
Massa les dijo a los sindicalistas, entre los que estuvieron Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento), Mario Calegari (UTA), Alejandro Kohan (Aeronavegantes) y Ariel Coria (La Fraternidad), que el objetivo político en las elecciones es "trabajar para que Mauricio Macri no sea reelecto".
Si bien desde la central del transporte aclararon que el encuentro con Massa fue convocado como parte del diálogo con los precandidatos presidenciales, la reunión se concretó en medio del alejamiento, ahora relativo, de Lavagna de Alternativa Federal, un dirigente que había cosechado el apoyo de los principales gremios de CGT, entre ellos, algunos del transporte.
Durante las últimas horas, buena parte de los dirigentes sindicales que impulsaban su candidatura asistieron con preocupación al giro político del ex ministro de Néstor Kirchner: consideran que lo va a aislar del mundo peronista. Eso motivó un enfriamiento de las gestos públicos de respaldo y los caciques avisaron que en los próximos días, "hasta que aclare el panorama", se van a centrar en el paro general del 29 de mayo.
En estricto off the record, en la cúpula de la CGT hablan de una "mala praxis política" de Lavagna y señalan que "sus gestos contradictorios le restan credibilidad entre los votantes pero, también, entre los dirigentes que lo animaron a presentarse".
Los sindicalistas ya habían reclamado, como condición para continuar su apoyo, ser incluidos en las decisiones del precandidato y le dijeron que debía medirse en las PASO con el resto de los postulantes de AF.
El mundo sindical replegó su participación en la rosca política al menos hasta el paro del 29 de mayo, per no descarta el diálogo con ningún sector.
Los sindicatos adjudica el volantazo de Lavagna a la participación de Miguel Lifschitz y Margarita Stolbizer en la reunión del peronismo federal del miércoles pasado en las oficinas de Massa en la ciudad de Buenos Aires, pese a que el economista les habría pedido que no fueran.
Así las cosas, el mundo sindical replegó su participación en la rosca política al menos hasta el 29 de mayo, pero no descarta el diálogo con ningún sector. Uno de los jefes cegeteistas reconoció que en el acercamiento con Lavagna pesó mucho un eventual programa económica moderado, "más parecido al del primer gobierno kirchnerista que al del último".
Ese mismo dirigente reconoce que el equipo económico esbozado por Alberto Fernández no difiere mucho de lo que buscaban en Lavagna y dijo que, aunque no está previsto, no descarta una reunión entre el flamante candidato y dirigentes de la central obrera de la calle Azopardo.