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Cuatro elecciones para gobernador. Cuatro triunfos oficialistas. Si bien a Chubut le aguarda la elección general, ya está marcando una tendencia favorable al actual gobernador, aún con el peronismo dividido.
Al igual que lo que ocurrió ya en Neuquén y San Juan, no solo el oficialismo provincial obtiene una clara victoria, sino que además casi se replican las mismas cifras de 4 años atrás. El frente del gobernador Alberto Weretilneck se impuso sobre el peronismo en 2015 por 53 a 34 %. Con el escrutinio provisorio ahora los guarismos son 52 a 35%.
La gran diferencia es que en esta oportunidad se presentó formalmente la fuerza Cambiemos, que obtiene un pobre 6 %. Es muy difícil establecer una comparación con 2015 ya que en ese momento salió tercera la Coalición Cívica con el 10 %, a lo que podrían sumar 3 puntos de la UCR. Hoy esos dos partidos están dentro del oficialismo nacional. Incluso, si se compara a este desempeño de Cambiemos con la elección legislativa de las PASO 2017, la caída es sensible: solo obtiene un tercio de aquella vez.
Solo a modo de complemento, no deja de ser llamativo la mayor fragmentación, ya que el 7 % se lo llevan 4 fuerzas menores, sobre todo identificadas con la izquierda.
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El triunfo de Juntos Somos Río Negro no es llamativo: 1) lo venían anticipando las encuestas previas, y 2) había consenso respecto a la buena gestión del gobernador saliente. Lo que sí era una incógnita era qué iba a pasar con el voto oficialista, ya que hace solo 2 semanas la Corte Suprema de la Nación invalidó la candidatura de Weretilneck. Quizá haya sido demasiado poco tiempo para que el electorado reflexionara sobre la candidata impuesta a último momento.
Al igual que en San Juan y Neuquén, este resultado en Río Negro tampoco marca tendencia nacional porque son distritos poco relevantes en tamaño. Además, al triunfar una fuerza provincial, el análisis se desvirtúa respecto al rol real de Cambiemos, el cual sigue siendo una incógnita (si bien esta elección fue minusválida). Estos tres comicios reafirman el grado de estabilidad de sus electorados, en una lógica de conservar lo que se evalúa positivamente.
Por último, cabe recordar que en los 4 distritos donde se votó hasta el momento, en 2015 no solo se impuso Scioli con comodidad, sino que además en 3 de los 4 Macri salió tercero detrás de Massa. Está claro que no son buenos parámetros para evaluar la situación del voto macrista.