Elecciones 2019. Río Negro

Un premio para tres

Lorena Matzen (Cambiemos), Arabela Carreras (JSRN) y Martín Soria (FpV) compiten por la gobernación de Río Negro. Radiografía de cada candidato en una pelea que marcará la historia.

GENERAL ROCA (ESPECIAL) El peronismo, acompañado de un partido socialdemócrata y ambientalista y aliado a un kirchnerismo huérfano de líderes competitivos. O la continuidad de un modelo provincialista, creado a imagen y semejanza del Movimiento Popular Neuquino (MPN). Entre esas dos opciones se definirá Río Negro este domingo, cuando elija al futuro gobernador o gobernadora, su vice, y legisladores provinciales. Como tercera fuerza en discusión, a lo lejos, aparece Cambiemos, con una candidata radical que sufre la fuga de correligionarios a Juntos Somos Río Negro (JSRN), la estructura del actual gobernador Alberto Weretilneck.

 

Martín Soria, intendente de General Roca, y presidente del Partido Justicialista (PJ) rionegrino, es la esperanza del peronismo aliado a RIO, de la senadora Magdalena Odarda, y del kirchnerismo. Primero, como diputado provincial, forjó una carrera a la sombra de su padre, un caudillo que luchó contra la hegemonía radical pero terminó asesinado a tan solo 21 días de sacarle el poder a la UCR.

 

Duro, confrontativo y sin filtro, mantuvo el poder en el segundo distrito provincial, que se transformó en fortín opositor. Generó amor y odio. Aliados y grandes enemigos fuera y dentro de su espacio. En los primeros meses del gobierno de Weretilneck, rompió el diálogo. Con un equipo cerrado, fue tomando el poder del PJ a pocos días de la derrota de Miguel Ángel Pichetto contra JSRN. Desde entonces, trabaja a toda hora para cumplir el sueño de gobernar Río Negro. Ese proyecto de provincia que quería instalar su padre, con matriz productiva diversificada, es casi una obsesión.

 

“A la elección, la ganamos o la perdemos nosotros”, repite Soria en su fuero íntimo. La frase es una descripción de la campaña, que no tuvo presencia de La Cámpora pero sin aparición de Cristina Fernández de Kirchner, como sí hizo en Neuquén. Solo fue visitado por un peronista moderado como Felipe Solá, que a poco de estar en Roca se fotografió con CFK en el Instituto Patria.

 

Alejado de Pichetto y del pichettismo (N de R: así se lo denomina a un puñado de dirigentes justicialistas leales al senador), busca derrotar "al socio de Macri" y adueñarse de todo el peronismo.

 

 

Con todo el aparato del Estado provincial, Arabela Carreras quiere romper cualquier paradigma. Casi como una desconocida, esta barilochense de 49 años busca convertirse en la primera mujer que gobierne Río Negro. Formada en letras modernas, se instaló en la cordillera para trabajar en el partido Solidaridad y Unión por Río Negro (SUR), del ex intendente Alberto “Beto” Icare. Con la llegada al poder de Carlos Soria, se metió en la Legislatura. Afiliada al justicialismo, saltó a JSRN y abandonó el trabajo de Palacio para ejercer como ministra de Turismo. 

 

Leal a Weretilneck, fue ascendida a candidata principal y desplazó al ala peronista clásica, del actual vicegobernador Pedro Pesatti, que había logrado el triunfo en 2015. 

 

 


 

Lorena Matzen pelea con rivales aliados de la alianza, y contra un sector de su partido, la Unión Cívica Radical (UCR), que se metió en las listas de JSRN. Enterada del plan de la Casa Rosada de impedir triunfos peronistas, debió soportar el llamado al voto útil de su compañero de bloque Sergio Wisky. Eso provocó un quiebre en el frente, que busca festejar el triunfo de Weretilneck y Carreras.

 

Típica expresión radical orgánica, Matzen salió de Allen -luego de ocupar diferentes puestos en política local- para trabajar como subdirectora de Cooperativas y Mutuales en el Gobierno de la Provincia de Río Negro. Ahí estableció una fuerte relación con los caciques del partido como Daniel Sartor, quien se mostrara muy activo en la campaña que la llevó al Congreso.

 

Con la debacle radical del 2011, volvió a su ciudad, pero nunca abandonó la militancia. El premio llegó en 2017, cuando en los comicios de medio término -gracias al derrumbe de JSRN- logró una banca en Diputados.

 

“Algunos correligionarios no van a poder volver a los comités, no van a poder caminar por la calle”, advierte Matzen. El mensaje, que también fue dirigido a Wisky en el discurso de cierre en Roca, abre la discusión a futuro sobre la implosión de la alianza.

 

 

 

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