Sumergida en la interna por la intendencia de la ciudad de Mar del Plata, uno de los tesoros electorales de la provincia, la alianza Cambiemos empieza a discutir un escenario clave para los votos propios. Por un lado, hay cuatro apellidos para dar la batalla en las PASO en caso de que no haya acuerdo interno. La Coalición Cívica (CC), la Unión Cívica Radical (UCR), el actual intendente Carlos Arroyo y el PRO tienen candidatos para competir y el resultado de la pulseada servirá para ordenar las listas de aspirantes a diputados por la Quinta sección electoral, donde el oficialismo pondrá en juego cinco de las 11 bancas que tiene la región.
La concejala del radicalismo y presidenta del bloque de la Unión Cívica Radical, Vilma Baragiola, es una de las anotadas para pelear por la intendencia marplatense. Con bastante conocimiento en el electorado del distrito de General Pueyrredón, Baragiola –que ha oscilado entre Margarita Stolbizer cuando integraba el Frente Progresista Cívico y Social y la UCR- mostró disidencias en la última semana tanto con la gestión local de Arroyo como con el gobierno de María Eugenia Vidal, al votar en el Concejo Deliberante a favor del pedido del kirchnerismo para declarar la emergencia educativa en el distrito.
Como contó Letra P, esa decisión generó malestar en el Gobierno provincial, que habilitaría la interna local. Primero, para blanquear la distancia con el actual intendente Arroyo y, además, para ordenar la discusión en la lista de la Quinta sección electoral.
Así, Mar del Plata se encamina a elecciones primarias que tendrían a Baragiola, Arroyo, el diputado nacional Guillermo Montenegro y el diputado provincial por la Coalición Cívica Guillermo Castello.
"Nadie ordena Mar del Plata; la crisis de la coalición de gobierno es una foto del momento", le dijo a Letra P un dirigente marplatense de Cambiemos. En La Plata lamentan "el tiempo perdido" con Arroyo. El intendente cortó línea con el vidalismo. De hecho, el jefe comunal dijo que no fue invitado al encuentro que los intendentes bonaerenses oficialistas mantuvieron con el presidente Mauricio Macri en la Quinta de Olivos y que tampoco habla con Vidal. "No tengo dialogo. Si ella no me llama, yo no la llamo. Por lo visto, está conforme con la gestión en Mar del Plata", ironizó en una entrevista con 0223 Radio.
Son cinco los diputados que tiene Cambiemos representando a la Quinta sección. Los radicales Maximiliano Abad y Lilian Denot, el lilito Guillermo Castello, Martín Domínguez Yelpo, dirigente de la Unión Tranviarios Argentina (UTA), y Roberto Rago, necochense del espacio del fallecido sindicalista Gerónimo “Momo” Venegas, del partido FE. Dos de los cinco aparecen en una zona gris si tuvieran que renovar su banca.
Abad y Yelpo están dentro del esquema que imagina el oficialismo para el próximo período. El jefe de Gabinete bonaerense, Federico Salvai, controlará el armado de listas, siempre con la ratificación de Vidal.
Castello, en cambio, disputará la interna en Mar del Plata. Sin embargo, la Coalición Cívica espera retener ese lugar expectante que dejaría el hoy titular de la Comisión de Educación de la Cámara baja provincial. El sector referenciado en la diputada Elisa Carrió se reconoce como uno de los mayores defensores de las medidas de los gobiernos nacional y provincial. “Siempre dimos todas las discusiones y pusimos la cara”, le dijo el propio Castello a este medio. El Gobierno le respetaría un casillero expectante en la lista seccional, aunque la CC también debe renegociar el espacio del senador Andrés de Leo en la lista de la Sexta sección electoral. Todo tiene que ver con todo.
Yelpo también estaría dentro del esquema que piensa Cambiemos para la Quinta sección electoral, siempre y cuando la UTA no se cruce con el Gobierno de forma irreconciliable. En el bloque de Diputados, algunos integrantes coinciden en que el legislador se encolumnó en el oficialismo y que eso será valorado. “Era el que estaba en la situación más incómoda”, le dijo a Letra P un diputado de Cambiemos.
En 2015, Cambiemos ganó la elección seccional. Consiguió el 46,4% de los votos, mientras que en Mar del Plata el intendente Arroyo -que fue dentro de la alianza Cambiemos- sacó el 47,1. En 2017, la lista de senadores provinciales por Cambiemos ganó con holgura y alcanzó el 52,1% de los votos.
LAS OPCIONES. Más allá del factor Mar del Plata, otros 26 distritos integran la sección. Tandil y Necochea son municipios de peso electoral. El esquema que imagina el Gobierno para el armado de la lista seccional es casi similar al actual. En 2015, el PRO no estuvo en los casilleros de acceso. Esta vez podría darse la inclusión amarilla.
En ese caso, radicalismo mantendría los dos lugares que hoy ocupan Abad y Denot, pero Denot tiene un pie afuera de la discusión por la renovación. Cercana al alfonsinismo, ha dado algunas señales de incomodidad durante estos cuatro años de mandato de Vidal. Por ejemplo, se ausentó de una votación en la Cámara de Diputados que le hubiera permitido a la cadena Farmacity el desembarco para operar en territorio bonaerense. Cambiemos perdió esa votación porque no juntó a los 44 integrantes.
El PRO puede conseguir un lugar. El referente más amarillo que tiene el vidalismo en esa sección es el intendente de Pinamar, Martin Yeza, pero irá por la reelección. La situación no impide que el jefe comunal ofrezca a alguien para esa lista.
Otro actor de peso, por sus resultados electorales, es el intendente de Tandil, Miguel Lunghi. Es casi un hecho que el radical, casi siempre crítico de las decisiones de Cambiemos, no tendrá lugar. Un sector de la UCR recuerda que al tandilense "ya se le pagó" con la banca de diputado nacional que obtuvo su partener Carlos Fernández.
Aparte, Lunghi debe enfrentar una interna en su distrito. Como reconstruyó Letra P, el actual concejal radical y ex jefe de Gabinete Marcos Nicolini podría pedir una boleta oficialista para las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias, con el respaldo visible de Ernesto Sánz y el invisible del gobierno bonaerense, un hecho que, pese a los intentos, no sucedió en 2017, cuando Lunghi bloqueó cualquier tipo de interna.
De estar en la discusión de lugares, el resto de los intendentes radicales se sometería a la voluntad del partido. Si huiese espacio para alguno en la lista seccional, sería por la condición de radical y no por ser intendente, situación distinta a la que se da, por caso, con los intendentes PRO del conurbano, que sí tienen volumen y poder propio en la estructura política de Cambiemos.
El intendente de Dolores, Camilo Etchevarren, es otro de los dirigentes que se anota para pedir espacio. Como méritos históricos tiene que fue uno de los primeros jefes comunales que apoyó las candidaturas de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal. Pero carece de peso en la negociación seccional. Sin embargo, intentará, al menos, ser escuchado.
Así, todo depende de Mar del Plata. Es el factor que ordenará la sección que reúne más de 1,2 millón de electores.