Firme en el “operativo vice” que el Gobierno puso en marcha para aminorar tensiones en la relación con el radicalismo -previo a la convención del partido centenario donde define su jugada electoral -, el jefe de Gabinete Marcos Peña no descartó la posibilidad de que un dirigente de la UCR acompañe en la fórmula presidencial de Cambiemos a Mauricio Macri aunque marcó que en los últimos encuentros con dirigentes boina blanca "nunca hubo un planteo por cargos" desde el radicalismo. “Cualquier hombre o mujer de Cambiemos puede acompañar al presidente en la fórmula", indicó el ministro coordinador en diálogo con radio Mitre este sábado.
Más allá de eso, dejó en claro que “la decisión de quién integrará la fórmula lo va a decidir el presidente cuando sea el momento indicado". Con liturgia radical, Peña parafraseó al ex presidente Raúl Alfonsín al señalar que en el Gobierno "queremos poner la casa en orden", a la vez que se encargó de colocar a la UCR con los pies en el plato de la alianza gobernante, en medio de los posicionamientos de radicales críticos que barajan otras opciones electorales por fuera de la sociedad con el PRO: "La gran mayoría del radicalismo sigue creyendo y confiando en Cambiemos como proyecto más allá de la coyuntura", sostuvo.
En esa línea, recalcó que "somos un solo equipo" junto a la UCR y a la Coalición Cívica y enfatizó que en el frente de Gobierno el foco “está puesto en la gestión, no en las candidaturas". Amén de esto, se encargó de dejar en claro no hay plan V: “Es Macri en la Nación, Larreta en la Ciudad y Vidal en la Provincia", dijo. De todas formas, subrayó: “Con María Eugenia no hay enojos, trabajamos todos los días en sintonía permanente”.
Por otro lado, negó que la persistencia de Cristina Fernández de Kirchner protagonizando el escenario opositor sea beneficiosa para el Gobierno. En esa línea, deslizó: “No es cierto que nosotros queremos mantener libre a Cristina Kirchner por una conveniencia electoral".
Dicho esto, desempolvó una vez más los dardos hacia la herencia recibida, al afirmar que las políticas aplicadas por el pasado gobierno eran “parches y soluciones mágicas que eran pan para hoy y hambre para mañana”.
Con esa postura, aseveró que, de cara a las elecciones, “la discusión es con qué ideas estamos discutiendo”. Allí, mientras Cambiemos se acerca a cumplir tres años y medio de gestión, Peña afirmó: “Nosotros representamos el cambio, otros serán los candidatos de la vuelta al pasado “.
En cuanto a la figura del ex ministro de Economía Roberto Lavagna y su posicionamiento político de cara a la carrera presidencial, dijo: “No sabemos que quiere proponer Lavagna ni a quién quiere representar".
En tanto, al arremeter contra el arco opositor, apuntó al aludir a los proyectos de eliminar el impuesto a las ganancias a los jubilados y limitar los aumentos en de tarifas de los servicios públicos: “Si uno mira lo que propusieron en el Congreso esta semana, pareciera que hay una vocación de subestimar a los argentinos al plantear soluciones mágicas que no son realistas”.
“El impacto de la crisis recibida”, sumado al “impacto de la sequía” son para Peña los factores de un escenario crítico actual que “retrasó nuestros objetivos", aunque señaló que “estamos logrando el equilibrio fiscal”.
Al reiterar la única autocrítica del Gobierno en torno a la turbulencia económica, el jefe de Gabinete expresó: “Cometimos un error de expectativas con las variables económicas, por querer ir más rápido”. Y añadió: “Las metas de inflación generaron decepción”.
"Queremos ordenar nuestras cuentas”, ahondó para aseverar que “hay una ratificación del rumbo económico" y que “el informe del FMI es muy positivo, se han cumplido muchas metas".
De todos modos, adelantó: "El índice de inflación de marzo va a seguir alto".